Mascotte


Mi segunda visita del año a la filmoteca en Ámsterdam comenzó con una película neerlandesa que se ha estrenado en muy pocos cines y definitivamente, no en los comerciales. Se trata de un drama difícil de digerir y que entre otras cosas, el protagonista, que es el pavo que vemos en la foto, es su primer papel cinematográfico y no sé si seguirá en el cine, pero vamos, que ha conseguido que me tape los ojos varias veces horrorizado con lo que estaba viendo y por eso tiene mucho mérito. La película se titula Mascotte, título que se puede traducir como mascota al español o truscoluña no es nación si somos menos puristas. Realmente no tengo ni idea de la razón del título, salvo por un minúsculo diálogo en la peli. Esto, ni de coña se estrenará en España.

Un julay y la reconcha de su madre trabajan en el manicomio pero deberían estar dentro.

Tenemos un pavo adolescente que al parecer nació con una coña genética y tiene cuatro dientes mal puestos o algo así y usa dientes artificiales. Eso parece haberlo traumatizado, ya que por más que la madre le dice que él es lindo, como que no se ve y se mezcla con hooligans y con gente violenta a repartir hostias, que es como se siente más natural. Su madre es medio pelandusca y el hijo la ha grabado varias veces chingando y después usa los vídeos pa’pajearse y la hermana quiere conocer al padre que se marchó de la casa cuando ella era pequeña. La madre trabaja en un albergue para disminuidos psíquicos o algo así, eso que antes se definía como subnormales y mongólicos y el hijo va los sábados a ayudar y sacar a pasear a esa gente, entre los que se siente normal. Al chamo un dentista le reconstruye la boca y le pone dientes pero el chamo sigue con la idea que es feo o algo así y ya está en una espiral de violencia.

Tremendo dramote cristiano. No sé como lo hicieron pero es que el actor tenía la boca que daba un asco que no veas y hacía un esfuerzo consciente por tenerla cerrada como en el cartel, que es que cuando la habría te daban ganas de salir cagando leches enteras y semidesnatadas. El chaval además es que borda lo de ser violento, es que si me lo cruzo en la calle un día, yo puedo confirmar y confirmo que huiré, que este no ha hecho más papeles y el nombre del actor me parece muy falso, que lo de Liam Jeans suena a vaqueros de pavo. Por más que intentamos identificarnos con él, resulta muy difícil porque él conscientemente se busca el odio del espectador y hasta la pena, que en un momento determinado se la tenía ganada, se la terminas por negar viendo lo que es capaz de hacer. La película es muy intensa, muy fuerte, muy violenta y al mismo tiempo, muy interesante, aunque hay varios momentos en los que yo no pude mirar a la pantalla y eso es algo que uno espera de un película de terror, pero no de un drama.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te daría unas cuantas ideas, pero te agotarías con los diálogos. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, aunque es buena, no sé yo si aguantarás la violencia visual.


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