La belleza de lo simple


El diccionario de la Real Academia Española define el adjetivo simple como Sencillo, sin complicaciones ni dificultades. Es un objetivo que muchos buscamos en esta vida y que en el terreno tecnológico se nos había escapado de las manos. Con el auge de los PCs, la informática se fue volviendo más y más complicada. Los ordenadores más y más potentes, con más memoria, tarjetas gráficas con procesadores propios y mil cosas más que requieren poco menos que aire acondicionado para enfriar el invento, más puertos de entrada y de salida, dos núcleos, cuatro núcleos, ocho núcleos, sesenta y cuatro núcleos. Al mismo tiempo los programas que usamos se volvían más y más complejos, con gigas de opciones y funciones que jamás tocaremos, con intrincados mecanismos para supuestamente hacernos la vida más fácil. La cosa iba tan bien que de repente teníamos que hacer cursos para comprender programas y sacarles partido. Una espiral de locura que parecía no tener fin.

Y en esas estábamos cuando llegó el iPad.

Steve Jobs cuando lo presentó dijo que era algo mágico y tenía razón. Una cosa tan pequeña, un pedazo de cristal con una pantalla detrás y nos devolvió la condición de humanos, nos acercó a la tecnología sin alienarnos, nos dio la libertad para disfrutar de los avances sin estar esclavizados a ellos. Por descontado que el Sanedrín de los geeks lo condenó. Cómo alguien se atrevía a semejante blasfemia. Hacer de la informática algo simple, tan sencillo que hasta una abuela tiene acceso a ella. Poner en las manos de la gente una pantalla que funciona, que hace aquello que quieres y que por obra y gracia de las aplicaciones se puede personalizar y convertir cada uno de esos iPad en el compañero perfecto de su propietario. Unos lo llenan con juegos, otros con libros, música, programas de retocado fotográfico, de consulta del mercado de valores, mapas, agendas y siempre bajo el paraguas de lo sencillo, haciendo gala de la belleza de lo simple.

Hace solo unos meses que está en el mercado y cada instante devuelve la esperanza a nuevos conversos, la fe en que la tecnología está a nuestro alcance, que está ahí para ayudarnos, igual que sucedió con la energía eléctrica, los medios de transporte o los alimentos. Nadie es un experto electricista que sabe como crear electricidad, transmitirla y emplearla en aparatos. Nadie cultiva todos los vegetales que necesita en su casa, tiene los animales que se va a comer y mantiene piscinas con el pescado y los mariscos que le gustan. Nadie. De eso se trata el progreso. De hacer nuestras vidas más sencillas, más simples. Y ahora ya no tenemos que hacernos un máster en informática, no necesitamos a un friki cejijunto que cacharrea con nuestros equipos tratando de capturar algo intangible y hacer que vuelva a funcionar. Ahora tenemos un portal sencillo y versátil que nos transporta a través de la red allí a donde queremos y con el que podemos hacer miles de cosas, tareas tan sencillas como conocer el tiempo o mirar el horario de los autobuses o trenes y cosas más complicadas como editar documentos.

Mi vida, como la de muchos otros ha cambiado. Y es algo contagioso. Hace cinco meses no conocía a nadie con un iPad. Ahora es rara la semana en la que no me entero de alguien que ha dado el salto.

La belleza de lo simple es difícil de resistir. Muchos te hablarán de todo lo-que-no-puedes-hacer y tú solo verás lo que sí que haces.

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7 respuestas a “La belleza de lo simple”

  1. Leyéndote, dan ganas de salir corriendo a hacerse con uno de esos cacharros, y lo haría, sino fuera porque no me sobra un euro y todavía hay cantidad de cosas en mi portátil que no se para que sirven…jajaja
    Pero me encanta cuando escribes convencido y apasionado.
    Salud

  2. Ayer me contaba un amigo músico que lo usa para afinar su contrabajo. Entre otras muchas cosas.

    Curioso las cosas para lo que lo usa la gente

  3. ¿Steve… Gates? ¿Es un lapsus o es algún híbrido monstruoso que el mundo aún no conoce? 🙂

  4. Seguro, ya me lo imaginé. Que te mejores… al menos allí no estarás sufriendo el calor achicharrante que tenemos por estos pagos.
    Saludos