Hoy llegamos a una peli que vi en el pre-estreno sorpresa de la semana pero con la que nos machacaron durante meses repitiendo el trailer una y otra vez hasta llegar a ese punto de saturación en el que cuando lo ves empezar, cierras los ojos y te pones a meditar porque tampoco es que el tariler muestre un clásico impagable, se ve más bien una fritanga de historias pasadas en las que tuvieron la genial idea jastag MíTú de poner hembras como protagonistas y algún acarajotado hasta se habrá creído que no nos daríamos cuenta que lo que está por detrás de eso, el guón, es una copia de otros. Se trata de la película The Kitchen que parece ser que llega a España a finales de octubre con el título de La cocina del infierno, super-hiper-mega original y tal y tal.

Tres julays emputadas son chusma y gentuza de la peor

Después de que la poli detiene a los maridos de tres pavas que controlaban el crimen en su barrio de Nueva York, las pavas son dejadas de lado por el que asume el control y ellas plantean el hacerse con el dominio del barrio y llevarlo ellas mismas. Tendrán que aprender a disparar y eso y con unos cuantos aliados se convertirán en unas delincuentes de postín con tetones o algo así. Las cosas se les irán complicando porque así de sufrido es el mundo del crimen.

El trailer ya lo anticipaba y sus ciento dos minutos de metraje lo confirman. Es mayormente mediocre, le falta acción y le sobran estúpidos diálogos con las pavas, que aburren casi siempre que están en pantalla. Casualmente fue un hombre el que les roba plano tras plano cada vez que aparece en pantalla, Domhnall Gleeson es lo mejor de la película con su frialdad a la hora de matar y su cachondeo cuando da cursillos sobre como desmembrar un cuerpo. De lo demás, el guión está mal escrito, las actuaciones de las tres hembras son mediocres tirando a malas y en algunas ocasiones hasta deseas que las equipen con cremallera en la boca para cerrársela y que no digan más sandeces y la falta de escenas de acción en este tipo de películas es algo que pesa mucho. La ubicación de la historia en los setenta tampoco ayudó mucho, igual pensaban que el aire viejuno mejoraría la cosa pero no, no lo hace.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos y por algún extraño motivo quieres ir a verla, lo lamentarás toda tu vida. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, no arriesgues la salud de tus neuronas con este producto tan mediocre.