Cuando salgo a pasear con mi bici y hago mi ruta habitual del enclaustramiento, haciendo el circuito entre los ríos Lek y el Amsterdamrijnkanaal, ambos ríos en realidad como ramales del río Rín cuando se rompe en los Países Bajos antes de entrar al mar. En esa ruta cruzo un poblacho que hasta podría ser considerado barriada ultra-mega-periférica llamado ‘t Goy, que obviamente se pronuncia truscoluña no es nación y si lo quieres decir en neerlandés, la letra té con el apóstrofe es un escupitajo que debes dirigir a la cara del que tienes delante, si es posible un podemita con koleta o las hembras de su harén y el resto suena como joi, pero dicho con mala leche, como si te acabases de enterar que tus ancestros venían de truscoluña y que ya tu sangre es impura hasta el fin de los días y lo único en lo que puedes pensar es en el tipo de cuchillo que deberías comprarte para ponerle un final digno. Regresamos, regresamos, que ya me desvío … ‘t Goy es una congregación de un puñado de casas y negocios deportivos, que allí florecen, con unos seiscientos habitantes y el carril bici va paralelo a la calle principal, que vemos en la foto, justo antes de llegar a la zona en dónde tienen un colegio, en donde la carretera y el carril bici se fusionan, la carretera pasa a tener sucesivos estrechamientos para que los coches no puedan ir rápido y el asfalto cambia al color rojizo que indica que allí la máxima y la primerísima prioridad es para las bicis y que sirve para recordar que pase lo que pase en el lugar, en caso de accidente, la culpa es y será siempre del conductor del coche o la moto.
En ese punto, hay un banco orientado de tal forma que miras hacia la carretera y campos de manzaneros y seguramente filosofeas en plan barato sobre ambos asuntos y al lado del banco hay una farola que supongo que está tan esrengada por algún suceso trágico en su vida. Para aquellos que sean intelectualmente incapaces de entender la palabra, esta es una de esas palabras canarias, o más bien verbo, que además tiene dos variantes, la de esrengarse y también se puede decir desrengarse, con ambas significando lo mismo, cuando estás desbaratado, cansado, agotado, por ejemplo, Virtuditas, después de andar de un lado de su keli al otro, puede decir que está esrengada, ya que ella prefiere culocochear de punta a punta de la casa y lo de caminar la esrenga. La farola, volviendo a la foto, parece que lo que quiera que hizo antes de llegar a su destino final la dejó esrengada y aún así, hay una cierta belleza en esta composición artística que combina la utilidad del mobiliario urbano con un toque artístico rebelde. Seguramente esa farola es el elemento urbano más artístico que hay en ese poblacho, en el cual hay también restos de la época romana y algunas granjas y kelis que son tan ancestrales que es hasta creíble pensar que las construyeron antes de que comenzara la era de Genín.
Decir que siempre que he pasado por allí quiero hacer la foto pero hay gente sentada y me da corte hacer la foto del conjunto con gente mirándome con odio pero parece que la última vez tuve suerte y casi se me pasa ya que lo daba por perdido y tuve que regresar unos metros para sacar la foto. Fuera de plano y a la derecha, a unos seiscientos metros y separado por un montón de campos de manzaneros y otros terrenos de cultivo está el Amsterdamrijnkanaal y este es uno de los puntos en los que más alejado del agua estoy durante la ruta de treinta y siete kilómetros.
Una respuesta a “La farola esrengada”
Yo, la palabra que conozco parecida a esa y con el mismo significado es «derrengada/o»…
Salud