La memoria de un asesino – Memory


Yo reconozco que llevo años yendo a ver las pelis de Liam Neeson, que es super-prolífico y hace una purriada por año y siempre es lo mismo, él matando un montón de chusma y gentuza de la peor. En el cine saben que tiene sus fans y por eso, organizan noches ilimitadas en las que vemos el preestreno de la película los abonados al cine, con bebida y cotufas gratis y encima, antes de que se estrene oficialmente. Así fue como fui a ver Memory, que creo que se estrena en España en agosto con el fastuoso título de La memoria de un asesino.

Un julay cuñado del Güaca hace un estropicio que no veas a las afueras de Jinamar, sin chimpún.

Resulta que un asesino profesional tiene un código de conducta o algo así y se niega a completar una misión porque ha de liquidar a alguien que no quiere matar y al momento se convierte en blanco de la organización que lo contrató, así que tendrá que matarlos a todos y además evitar a la pasma y además intentar no cagarla demasiado que tiene demencia y se le olvidan las coñas, aunque lo de matar como que no se le olvida.

Estas películas Liam Neeson las suele bordar, son simples, con una trama lineal y todos sabemos para qué estamos en el cine y hasta hay cierta emoción en contar el número de gente que mata. Aquí había algo raro, el director como que se quiso pasar al grupo del artisteo o algo así y no funcionó, ni siquiera poniendo a Guy Pearce, que es un actor muy bueno o a Monica Bellucci, que también es fabulosa. La película entretiene y hay abundancia de muertos pero la historia tiene demasiados agujeros, falla, la movida de la demencia no funciona para nada porque parece ser muy selectiva y el intento de tener a un asesino con escrúpulos no acaba de cuajar. No es que sea mala, pero más bien se queda en un telefilm que se puede ver perfectamente en la tele y que no parece aspirar a nada más. Quizás sea eso, la falta de aspiración, no buscaban otra cosa que la pasta que les daban por trabajar allí y se nota.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, este es el tipo de cosas que se hacen pensando en ti. Puede provocar el terror más absoluto a los sub-intelectuales con GafaPasta, que harán bien en huir de los cines en los que la estén dando. Perfecta para una tarde televisiva de sábado.


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