La noche de los regalos


Conviene recordar que hoy es la víspera de San Nicolás, o eso que los neerlandeses llaman Sinterklaasavond o  Pakjesavond, que esa segunda palabra se puede traducir literalmente como truscoluña no es nación o en una traducción más libre como la noche de los regalos porque hoy es cuando en los Países Bajos se dan los regalos, el equivalente al día de Reyes en España o al día de Navidad en los países anglosajones. Esta es una tradición cristiana que en los Países Bajos se remonta a la Edad Media, aunque ahora los buenistas y todos esos izquierdosos y asquerosos que lo quieren negar todo quieren destruir la tradición por racista o algo así, pero esos mismos están totalmente de acuerdo con imponernos a la mayoría fiestas y celebraciones de otras religiones terroristas, violentas y que tratan a las mujeres como ciudadanos de tercera y no te dejan comer carne de cochino o beber alcohol. Como en los Países Bajos no hay tradición de regalos en Navidad, básicamente, desde el lunes de la semana que viene o quizás antes, comenzarán las rebajas de invierno porque todo lo que no se vendió para que la gente lo compre para regalar, ya no se va a vender a menos que le bajen el precio.

Entre los regalos que no pueden faltar, tenemos siempre la letra de chocolate, como la de la foto, que es la que el club social de la empresa nos regala a los que somos miembros, junto con esos dos paquetes de supuestas galletas y que son un intento fallido de pepernoten, que son las galletas oficiales de este día.

Cierto elemento, presunto joputa-terrorista-islámico con el que yo ya he tenido algún roce, vio que nos trajeron las bolsas con nuestros regalos y se quejó porque a él no le dan nada y la persona que las trajo le explicó que hay gente que pertenece al club social y aporta cinco leuros al mes y hay ratas despreciables y repugnantes que se quejan y hacen ruido pero no sueltan un leuro ni de coña, y que esos individuos se pueden meter la lengua en donde no entra la luz del sol y quedarse bien calladitos. El chamo lo planchó bien planchado y después supongo que se lo comentó al resto de empleados porque más tarde viene otro a nuestro cuarto a preguntarnos si el bosmongolo ha recibido algún curso especial para ser tan rastrero y dañino y el Gallego y el Elegido nos hicimos los ignorantes, que yo sigo currándome mis actuaciones para que finalmente me den el Oscar que tanto me merezco. Por menos de lo que esa víbora ha dicho sobre nosotros y sobre nuestras manos manchadas de sangre, echaron a otro moro del gobierno y vamos, por aquí hay gente que está hasta los güevos del chamo y están hablando de quejarse a los de Recursos Inhumanos para que le expliquen que la sangre Kurda también es sangre y él tiene sus manos bien pringadas en esa. También nos informaron que el sábado, el club social organizó una ceremonia de regalos de Sinterklaas para los hijos de los miembros del club y el pavo apareció allí con su hijo, consiguiendo emputar a media empresa y por lo que nos contaron, pretendía que le dieran regalos gratis al hijo y alguien le tuvo que explicar que los padres entregan previamente los regalos que van a recibir sus hijos y que el Sinterklaas se los da y que puesto que él no entregó ninguno, su hijo se iba del evento con un cargamento gigantesco de aire entre las manos. Empiezo a pensar que esa hiena tiene menos luces que un agujero negro en el centro de una galaxia.

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Una respuesta a “La noche de los regalos”

  1. A mi no me cabe la menor duda de que la ultima frase que escribes, » Empiezo a pensar que esa hiena tiene menos luces que un agujero negro en el centro de una galaxia», es muy correcta y comedida para mi gusto, pero la comparto con pasión.
    Salud

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