En este primer resumen del año 2017 y que cubre la última semana del 2016 os vais a jartar de Cine porque de eso se habló y se habló y se habló la semana pasada por aquí, prácticamente en exclusiva. En ese tiempo, en el que pasé de responder a los dardos envenenados de dos que yo me sé, pasé uno o varios kilos de tocar el blog y lo dejé todo atadísimo, como decía aquel chamo que salía en monedas y billetes. Ya he vuelto a Europa y ahora solo me queda recuperarme del gigantesco viaje de regreso, que toma más horas ir de Utrecht a Gran Canaria que de la misma ciudad a Manila. Básicamente, la única anotación que no fue de cine o de Saigón es la de ¡Feliz Año 2017! con un título bastante descriptivo. Ya os podéis imaginar que esta semana hay empacho de resúmenes de lo sucedido en el blog durante el año pasado.

Acabamos la serie sobre Nha Trang con la Playa de Nha Trang y vimos el Álbum de fotos de Nha Trang con un maravilloso vídeo con todas las fotos vistas y algunas más. Seguimos en Vietnam y llegamos a Saigón, ciudad que tiene el dudoso honor de ser la única en la que de alguna manera, se me olvidó continuar el relato del viaje y solo tenemos el capítulo con la llegada. Allí vimos el Mercado Ben Thanh y justo enfrente hay un Monumento a la entrada del mercado Ben Thanh.

Relacionado con Saigón comenzamos con unos apetitosos Insectos al kilo.

En la última semana del año no fui al Cine pero tenía tantas películas en la reserva que la dediqué al completo a comentar pelis. Comenzamos con un viejo clásico, Love Actually, una comedia romántica bien hecha. Siguiendo con la buena racha hablé de la extraña película del oeste con maltrato de hembras Brimstone y la racha no podía durar para siempre y cayó la mierda de Incarnate que solo se la deseo a los truscolanes. La última película que vi en el 2016 fue Passengers y aunque está bien, me esperaba mucho más de ella. Un poco más floja pero aprobando está La luz entre los océanos – The Light Between Oceans y seguimos cayendo en lo malo con la aburrida Underworld: Guerras de sangre – Underworld: Blood Wars y acabamos con el último peliculón del 2016, el musical La ciudad de las estrellas – La La Land

Por suerte esta mañana pesaba sesenta y seis kilos y cien gramos, novecientos menos que cuando salí para Gran Canaria con lo que he sobrevivido a las Navidades sin almacenar lorzas, como algunos comentaristas que no vamos a mentar porque son muy sensibles al tema. Como no estuve en mi casa, nos saltamos la sección de fotos de comida.

Y así transcurrió la semana.