Llaman a la puerta – Knock at the Cabin


Hoy tenemos una peli de un director que cuando se hizo famoso, era el referente del cine de terror y como que lo iba a reinventar y revitalizar y todo eso pero con el tiempo, como que perdió contacto con el género y por más que lo intenta, no consigue que sus películas den miedo, hay tensión, hay angustia, pero lo que se dice terror en escenas que nos van angustiando, eso no lo encontrarás en el cine o en las series de M. Night Shyamalan. Su última película creo que está basada en un libro que yo no leí y vista la película, tampoco tengo mucho interés en hacerlo. Se titula Knock at the Cabin y en España se estrenó hace una semana como Llaman a la puerta, frase sinónima de truscoluña no es nación.

A unos julays julandrones les hacen un escrache una miasma podemita, truscolana y suciolista, sin chimpún.

Tenemos que dos julandrones han alquilado una cabaña en el recarajo y se van allí con su hija china adoptada. Aparecen cuatro frikis que se les meten en la keli y les dicen que o uno de ellos muere, o acaba el mundo y bueno, ya te imaginarás el pitote que se monta en aquella keli en el medio del bosque, que al final ni se sabe quiénes son los malos, los del escrache o los julandrones, que anda que esos también iban sobrados de ego y soberbia y en ningún momento a nadie se le ocurrió que matar a la china era lo mejor, que ese país tiene billones y por una que muera no pasa nada en el universo.

Si has visto una o dos películas de este director, sabes que le gusta meter giros continuos y tú vas convencidísimo que Bruce Willis es un santo varón y de repente te enteras de otra cosa y se te queda el cuerpo con corte de indigestión. Bueno, eso aquí no sucede y se habría agradecido, que la película es monótona de vicio, es una sucesión de más de lo mismo en cinco capítulos, en los que siempre vamos por la misma serie de pasitos. No ayuda que la pareja de julandros sea tan sosa y patética que ni se molestaron en ponerlos en el póster, es que cuando tienes a dos que no aportan nada en una película con seis actores, se pierde muchísimo. Es como si al director se le han acabado las ideas. Al parecer, han cambiado el final del libro por otro que se le ocurrió a este hombre y tengo claro que el del libro no puede ser peor, que tenemos un final de película patético que no convence a nadie.

Esto es carne de telelevisión y harás bien, ya seas un miembro del Clan de los Orcos como un sub-intelectual con GafaPasta, en evitarla y gastarte la pasta. Puede complementar perfectamente una siesta de domingo con la tele encendida gastando electricidad.


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