Lobezno inmortal – The Wolverine


Parece que fue hace cosa de dos semanas pero ya han pasado cuatro añitos desde que fui a ver X-Men Origins: Wolverine – Lobezno, película en la que nos contaban como un julay de barriada periférica se convertía en el chamo ese que compite con Eduardo ManosTijeras para picar lechuga y cebolla. De aquella película recuerdo que estuvo bien pero tampoco era como para lanzarte a tañer las campanas de pura alegría. El tiempo ha pasado y por más inmortal que nos lo pongan está un poquito envejecido pero aún así el chamo sigue tomándose sus yoguritos desnatados y manteniendo el cuerpo Danone y por eso han hecho The Wolverine, película que se ha estrenado en España esta semana como Lobezno inmortal y me voy a ahorrar el comentario sobre la traducción del título.

Un julay con muchos problemas de autoestima se junta con la banda de humor amarillo y se pasa el día de aquí pa’llá tratando de proteger a una pava muy follable

Al parecer cuando cayó la bomba atómica en Nagasaki, Wolverine pasaba por allí y salvó a uno de los amarillos de morir con el efecto de la bomba, eso sí, dejando que todos los americanos se frieran con la caló porque no quedaban bien en la peli. Una purriada de años más tarde, el colega es un vagabundo en un lugar muy frío y recibe la visita de una chama que se lo lleva a Japón para que se despida del viejo que fue el joven que salvó. Allí acaba mezclado en una trama de poder y más poder en la que varios quieren matar a la heredera del Emporio del viejo, incluyendo a su padre que está rascadísimo porque a él no le dejó nada. El Wolverine además está siendo afectado por un virus y parece que su inmortalidad flaquea un poco. Al final tendrá que dejar aflorar toda esa mala leche que lleva dentro y repartir candela de la mala y de la buena.

Por lo general la película está mejor hecha y es más interesante que la de hace cuatro años. Aún así, sigo echando de menos al resto de los X-men y aquí solo tenemos escenitas amorososas con la pelleja de la Jean Grey, que está interpretada por Famke Janssen, la cual resulta que nació aquí en la patria holandesa y a la que ultimamente hemos visto haciendo de la calenturienta y fascinante Olivia Godfrey en la serie Hemlock Grove que doy por sentado que hemos visto todos. En muchos momentos de la película tienes la impresión que alguien se lió un poco con el guión y los ponen a correr a todos de un lado a otro sin que se sepa muy bien por qué. El pobre Wolverine hasta pierde el resuello y únicamente sigue adelante por la promesa de comerle el potorro a la japonesa, que se hace la fría y lejana pero que está claro que una vez le ponga el mandingo en la boca, se va a retorcer como la niña del exorcista delante de un cura con sotana. La película tiene un nivel de violencia inusual entre las de este género y pese a lo complicado de la trama y todos los giros que dan para sorprendernos y fascinarnos, se deja ver con alegría y te lo pasas bien.

Por supuestísimo es obligatoria para todos y cada uno de los miembros del Clan de los Orcos, los cuales han de acudir a un cine en manada y vivir esta especie de experiencia religiosa. Para el resto, si te gustan las películas de héroes basados en cómics y has visto todas la anteriores de los X-Men, claro que irás. Si no, déjala pasar y tampoco te pierdes nada.


13 respuestas a “Lobezno inmortal – The Wolverine”

  1. Tengo un debate interno: la temática no es mi favorita, pero el tío está bueno un rato, y sale sin camiseta hasta en el póster de la película…. uffff

  2. Sin camiseta … se habría quitado las bragas si no fuera porque no lleva. Era como el Jacob de los Vampiros, parece que está todo el día acalorado. La japonesa se dejó las uñas a base de darse gusto en el potorro

  3. Vaaale, la veeeeeo, ya me has convencido!! 😉 Creo que sé al que te refieres de los vampiros, pero, aunque ya se que te dará el telele, yo no fui capaz de pasar de la mitad de la primera película, ya sabes que hay algunas en las que no coincidimos, y personalmente la mitad de la película que vi (no voy a juzgar a toda la saga porque ni la vi ni tengo pensado verla) me pareció una mierda del copón.
    Ay que hombre (Lobezno) más bien construído ……

  4. Entonces te perdiste la alergia a las camisetas del Jacob, el hombre lobo, que se pega las siguientes tres películas mostrando pezones. Siempre estaba con calenturas. Cuando la Bella no estaba por la labor, se la endiñaba hasta las amigdalas al Edward, que lloraba sangre de puro romanticismo.

    Para este mes de agosto, cuando tú te vayas y no me leas, tengo en mente escribir el capítulo que falta en el cuarto libro, el de la cojía, cuando Edward montó a Bella y requintó el catre de todos los viajes que le pegó. Si puedo, lo escribiré y además habrá versión libre en porcas, que por supuesto tampoco escucharás. Toda una lástima.

  5. Como me vas a echar de menos, eh? todo un mes dedicado a esmerarte para fastidiarme… y lo del hombre lobo de la saga vampira esa, el chiquillo debe tener 20 años escasos… no es para mi, ya pasé esa fase, por eso me gusta más el Lobezno, que está en la franja de edad que me motiva ahora mismo.

  6. eso sería en la última película. Cuando empezó debía tener quince o así. El cura del pueblo no dejaba de perseguirle para hacerle unos tocamientos católicos de esos que tanto les gusta a su Dios.

  7. Es verdad el Jacob ese está tela de bueno, pero para lobo me gusta más el de True Blood, a ese sí que le quitan la camiseta antes que cante un gallo y con razón.

  8. La Primera Esposa del Turco piensa como tú, aunque a ella le da igual si es el lobo o Eric el que la sandunguea.

    Yo de siempre he sido fans de Sookie Stackhouse, me la pone morcillona solo con ese acento sureño que tiene, que seguramente se perderá en la versión doblada al españislavo.

  9. Yo tampoco quiero elegir entre el lobo y el Eric, cómo están los dos, madre de mi alma, cómo salivo.

  10. Esto se está convirtiendo en un tablón amarillo. Pondré mi granito de arena.

    Parece ser que el Hugh Jackman lleva casado 17 años con una chama normalita que es 10 años mayor que él. Parece ser que esta mujer le da algo que no le dan otras más escotadas.

  11. Doverinto, seguro que no tiene dientes. De siempre lo he dicho y repetito. No hay nada como una mamada de una boca sin dientes.