Los auténticos bolones de Bolduque


Si hay algo por lo que es famosa Bolduque en todos los Países Bajos, es porque de allí vienen los auténticos bolones de Bolduque, o eso que aquí dicen de echte Bossche bollen y aunque en la foto no se aprecia, son una especie de GIGANTESCOS profiteroles, de unos doce centímetros de diámetro y se puede ver como quedó la caja que compré con cuatro y que malamente entraba en mi mochila. Son unas bolas enormes, más grandes que una pelota de tenis, bañadas en chocolate puro, con una ligerísima capa de masa y rellenas por una cantidad brutal de nata montada. La semana pasada, como la dulcería que hace los auténticos está a los pies de la estación y la cola era solo de unas cinco personas en la calle, decidí comprar para mí, mis vecinos y la mucama, cuatro bolones de estos, que son super-hiper-mega especiales y por toda Holanda, la gente habla de ellos como el acabose de la pastelería. La dulcería tiene por las mañanas unas colas escandalosas, de hecho, la primera vez que la vi, pensé que allí había un comedor para pobres y clase media y la gente hacía cola en la calle para desayunar porque eran las ocho de la mañana y había como cincuenta personas en la calle en fila. Como cierran a las seis de la tarde, a veces se les acaban los bolones antes de la hora y a joderse, pero el día que pasé por allí todavía tenían de la última remesa y cuando te llega el turno, no te preguntan qué deseas comprar, te preguntan cuántos. Tienen una versión más del tamaño de profiteroles, pero por lo que me ha dicho la gente, si no vas por la mañana, esos no los ves ni de coña. Cada bomba calórica de estas vale dos leuros y sesenta céntimos.

Los llevé en el tren de vuelta y le regalé los dos a mis vecinos y me jinqué uno después de cenar. Puedo confirmar y confirmo que aquello tuvieron que ser como ciento cincuenta mil calorías, se me enñurgó el estómago y es que no pude ni comer mi dosis de castañas habitual ni el yogur, aunque ya me habían advertido y ni había preparado las castañas. Puedo confirmar y confirmo que el jiñote a posteriori fue legendario. Las bolas estas están riquísimas, es solo que una entera es una brutalidad. Mis vecinos me dijeron que ellos se comieron una entre los dos aquel día y la otra el día siguiente y que estaba de cambarse y mearte por las patas pa’bajo. Me preguntaron si era por mi cumpleaños, que ellos a estas alturas ya deberían saber que es en enero y les expliqué que cualquier mes del año es mi cumpleaños, que yo cuando me registro en alguna tienda o servicio onDEline y me piden la edad, yo pongo una fecha aleatoria y así, durante todo el año, me llegan correos con descuentos de regalo por mi cumpleaños de todas las empresas, como por ejemplo Adidas, que me regala como veinte leuros por mi cumpleaños con gastos de envío en agosto y que este año me sirvió para comprar algo en su tienda pagando la friolera de TRES leuros. Mi vecino siempre flipa con mi inteligencia absurda, al parecer a nadie se le ha ocurrido anteriormente poner fechas falsas y recibir regalos todo el año. Ya le he explicado dos cosas, una, que a ninguna empresa le interesa saber mi fecha de nacimiento, así que no les doy la que está en los papeles, que no es la original porque todos sabemos que mi edad no se altera y dos, que si todos los cupones me llegan en el mismo día y todos caducan en una o dos semanas, no puedo aprovechar la mayoría, pero si los tengo distribuidos a lo largo de los doce meses, sí que los puedo aprovechar más.

Casi llegué a los sesenta y cuatro kilos el día después de comerme esta cosa, pero mi cuerpo reaccionó y en unos días se deshizo del lastre y me devolvió a los sesenta y dos kilos y quinientos gramos que he pesado todos los días de esta semana.

Por razones que jamás he entendido, las pastelerías son una rareza en los Países Bajos, hay poquísimas y por ejemplo, los bolones estos, solo los he visto en Bolduque. Creo que en toda la ciudad de Utrecht, solo conozco la ubicación de una pastelería y mirando el escaparate y el contenido, es que no tiene absolutamente nada interesante y parecen más bien centrados en la venta de tartas.

,

4 respuestas a “Los auténticos bolones de Bolduque”

  1. Caras no son, pero es un emboste de nata montada, eso sí, de la de calidad, no nata de bote de esos con gases de efecto invernadero tropical

  2. A mi me encantan todos los dulces extragrandes con nata, y me parecen baratos, siendo de calidad, como dices… 🙂
    Salud

  3. Que barbaridad, 12 cm de diámetro de pastel… yo soy más de salado que de dulce, pero vamos, que si están tan buenos, uno de estos también me duraría un par de días porque me lo tendría que comer por tandas…