Los desayunos del futuro


El otro día una pava en la oficina me retaba y me decía que era imposible que yo desayune todos los días algo diferente, sobre todo porque voy tres días a la oficina y salgo de mi keli a las siete de la mañana. Yo le dije que se tragaría sus palabras y hoy le llevé la foto que muestra uno de los cajones de mi congelador, que ni siquiera es el único en el que hay desayunos pero es el principal y le enseñé que ahí hay magdalenas de grosellas, con una receta, magdalenas con arándanos azules, con otra, panqueques de suero de mantequilla, empanadillas de arándanos azules con queso de cabra, pan de arándanos azules, rolliltos de canela, biscuits, pasteis de nata, pan de harina integral con miel, brownie y ni siquiera yo sé si hay algo más porque cuando rebusco me encuentro con cosas que pensaba que ya se habían acabado. La pava vio la foto y dudo que me vuelva a encarar con algo en el resto de su puta vida. También le expliqué que los sábados me hago chocolate con churros, los domingos pannenkoeken (panqueques holandeses) y los dos días que trabajo desde casa también cocino otras cosas, como poffertjes, tostadas francesas (usando el pan que tengo congelado), huevos revueltos o lo que se me antoje y muchas veces los martes preparo magdalenas de toda la vida para el miércoles por la mañana y regalo 8 o 10 de la docena que cocino. Al parecer hay una perturbación en mi cerebro que me hace desear un desayuno diferente cada día, el resto parece disfrutar comiendo lo mismo siete días a la semana. Le pregunté por qué no cena lo mismo todos los días, ya que siempre desayuna exactamente lo mismo y no me supo dar una razón.

La prevalencia de los arándanos en el lote actual es porque estamos en temporada, te compras medio kilo por prácticamente nada y como me gustan, ya sé que tengo desayunos para un tiempo con los arándanos, que después de que se pase la temporada solo quedan en el super los congelados y no terminan de convencerme.


Una respuesta a “Los desayunos del futuro”

  1. A vece, cuando me doy cuennta por casualidad del tiempo que llevo comiendo una misma cosa y disfrutando como el primer dia, me asombra mi capacidad de piñon fijo, pero es así, hasta que de reente quiero comer otra cosa qu me apetece mucho, y se vuelve a repetir el bucle, pero para mi, como para ti, supongo, lo importante es comer agusto y variado, yo no tengo regla alguna, como lo que me da la gana y cuando me apetece, tambien durante el tiempo que me da la gana, además, es algo que no tengo en cuenta, una de las múltiples ventajas de la soltería, no dar cuentas a nadie por nada… 🙂
    Salud

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.