Lo mejor de ir a ver documentales al cine es que tienes la sala para tí solito, que la gente no parece dispuesta a pagar por este tipo de espectáculo. El de hoy es uno que solo ponían en algunas ciudades neerlandesas y justo la mía estaba fuera de la lista, así que aproveché una visita a Amsterdam para ir a ver le película, que originalmente se titula MLK/FBI, en España se ha estrenado en alguna de las plataformas como Martin Luther King y el FBI y yo lo ví con el título para Holanda, que es Martin Luther King vs. the FBI porque aquí lo de MLK nadie tiene ni puta idea de lo que puede ser.

Un julay negro es un bocazas y hay un blanco que se la tiene jurada y lo putea hasta el infinito y tres metros más allá.

Al parecer, después de unas décadas y décadas el gobierno americano ha desclasificado los informes y las cosas que tenía sobre el Martin Luther King y en el documental descubrimos como le hacían la vida imposible y lo seguían y espiaban a destajo y eso que vivía en la tierra de la Liberta y tal y tal.

El documental definitivamente sirve para abrirnos los ojos sobre la supuesta democracia de los Estados Unidos de América. Aquello es un nido de víboras en el que las más venenosas controlan el poder y hacen lo que les sale de los mondongos y cuando detectan un elemento que puede ser peligroso para su supremacía, lo neutralizan sin más miramientos. El documental nos lleva por documentos y grabaciones en las que al pollardón ese del Martin le dan por todos lados y le buscan las cosquillas y queda más o menos claro que la cosa solo podía acabar con su asesinato. Pese a lo dramático del asunto, de alguna manera no consiguen que los espectadores nos conectemos con la historia, está demasiado escorada hacia el otro lado y algo no parece encajar, así que terminas seleccionando los datos que crees que son ciertos y ninguneando sobre todo las opiniones de los que hablan, que siempre van en contra del sistema. Habría sido mucho mejor que fuesen un pelín más objetivos.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, evítala porque no creo que sepas ni lo que es un documental, que es como una película pero en la que hablan y hablan y hablan y no hay efectos especiales ni pedorras en micro-bragas bailando reggaeton delante de coches tuneados. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, tengo la impresión que esta tampoco te va a molar demasiado. Podría haber sido muchísimo mejor.