Después del gran éxito de los Treinta kilometrazos caminando, mi colega me había dicho que repetiríamos y que en esta ocasión, teníamos que hacer cuarenta kilómetros y yo busqué y propuse tres rutas candidatas, con una circular saliendo de mi keli y bajando al río Lek y también al Amsterdam-Rijnkanaal, otra ruta saliendo de mi keli y yendo en dirección noroeste hacia el castillo neogótico de Haar, uno de los secretos más grandes de este país y desde allí siguiendo en dirección a Woerden y la tercera ruta saliendo de mi keli y buscando el Kromme Rijn o el Rin sinuoso y que ya habíamos caminado hasta su final, pero no hasta su inicio y así completar la ruta por el río que era la frontera norte del Emporio Romano. Las tres rutas se podían hacer también en sentido opuesto y al final mi amigo eligió esta última, saliendo de mi keli y pretendía ir a las siete de la mañana y le dije que ni de coña, así que a las ocho y cuarto estaba en mi keli desayunando pannenkoeken y después, nos echamos a caminar. Yo había calculado unos cuarenta y dos kilómetros.

Lo primero era llegar al río y por la ruta nos cruzamos con una de las torres que han reproducido en el lugar en el que había un fuerte del imperio Romano, que podemos ver en la foto anterior. Ya por el río, fuimos avanzando hacia Bunnink y Odijk y en esa ruta, vimos algún nido de cigüeñas. Avanzábamos a buen paso y nos pilló buen tiempo, aunque la noche anterior diluvió y el suelo en algunos lugares estaba bastante mojado. Cuando llegamos a Cothen, encontramos un sitio para tomarnos un cafelito con tarta de manzana y allí también había un molino de viento que usamos para las fotos.

En el segundo tramo de la caminata, llegamos a Wijk bij Duurstede, que es en donde nace el Kromme Rijn, que resulta ser el hijo del Nederrijn y el Lek, que en realidad es el mismo río y que allí, en donde pare al Kromme Rijn cambia de nombre y deja de ser el Nederrijn y se convierte en el Lek. La ciudad es muy bonita y las fotos superiores son de la susodicha. En el punto en el que todos estos ríos se cruzan y nacen también cruza el Amsterdam-Rijnkanaal, que básicamente es un canal (aunque lo podemos considerar un río) que se construyó entre 1931 y 1952 porque esta parte del río Rin tenía problemas de navegabilidad y querían hacer una buena autopista fluvial para conectar la ciudad de Ámsterdam con la principal arteria del río Rin, que en esa zona se llama Waal. Tremenda lección gratuita de geografía que os estoy dando. Al salir de Wijk bij Duurstede, cruzamos el Amsterdam-Rijnkanaal por las compuertas de la Princesa Irene, que en estos ríos hay que ajustar los niveles de cuando en cuando y justo pasaba un crucero de julays por el río Rín y los grabamos. Después caminamos hacia el río Lek, el cual cruzamos en un punto en el que hay una barcaza que te pasa de un lado a otro, tanto julays, como bicis y coches. Al cruzar el río Lek, dejamos la provincia de Utrecht y entramos en la provincia de Güeldres. Por esa zona vimos las dos ovejas y seguimos hasta llegar a Culemborg, cuyo ayuntamiento se ve en la parte inferior derecha de la foto. Allí encontramos un antro para cenar hamburguesas y después volvimos a mi keli con tren. En total hicimos unos cuarenta y dos kilómetros, pero en un punto determinado se me olvidó poner en marcha la ruta en mi ordenador deportivo y solo aparecen cuarenta, aunque en realidad serían cuarenta y tres porque hay que añadir la distancia desde la estación de mi barrio a mi keli.

Esta segunda caminata fue fabulosa y vimos y aprendimos un montón, que mi colega neerlandés alucina porque conozco más de la historia de la zona que los locales, que a mí me fascinan los ríos neerlandeses y toda su historia. Es posible que hagamos una tercera caminata, pero será de treinta kilómetros.