Yo ya hay películas que deberían prohibirme la entrada en el cine para no verlas, que al final siempre acabo tropezando con esas. En particular, las pelis de dibujos animados pensadas para los niños, que es que me aburro como una ostra en muchas de ellas, como la de hoy y mira que son cortitas pero prácticamente todas consiguen noquearme y que me eche una siesta. Casi que lo mejor de la película fue el corto de animación que pusieron antes de la peli y que me gustó mucho más que la susodicha. Esta se titula Migration y a España llega como Migración: Un viaje patas arriba, que igual lo podían haber simplificado en un concepto mucho más claro como truscoluña no es nación.

Una familia de pajarracos julays no tienen ni puta idea de orientación.

Unos patos se preparan para pasar el invierno en el norte porque el padre de la familia es un güevón y no quiere emigrar. Al final lo convencen para ir a Jamaica o así y tiran pa’l sur, supongo que desde Canadá o algo así porque pasan por Nueva York y después acaban tras algunos percances en una especie de residencia de patos que en realidad es un sitio para capturarlos y matarlos y se escapan o algo así y por supuesto llegan a su destino que es alucinante y asombroso y maravilloso.

Hay una parte en la que raptan a la familia de patos, un chef creo que quiere hacer pato a la naranja y que es el malo de la peli, pero como que me perdí esa parte porque me quedé dormido con el masque de Nueva York. Eso más o menos es lo que me pasó todo el tiempo, da igual que hayan colores vivos, la historia era tan simplona que mi cerebro se apagaba y las supuestas escenas cómicas eran pensando en el humor de un chiquillo de cinco años. En el tramo final tenemos gilipolleces familiares, con los padres raptados y los dos patos pequeños que tienen que rescatarlos o algo así y después por supuesto llegan a Jamaica y tenemos cinco minutos de escenas con muchos colores y muchos pájaros volando y volando y mucha agua y cascadas.

Ni siquiera un cerebro limitadísimo como el de los miembros del Clan de los Orcos puede disfrutar algo como esto y lo mismo se puede decir de los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto es para dejar los niños en el cine y huir.