Mil maneras de morder el polvo – A Million Ways to Die in the West


Yo lo veo todo o casi todo y discrimino muy poco, pero reconozco que las comedias me alegran el día y me gusta ir al cine a reírme a carcajadas. Ya sé que soy más básico que una mesa camilla, pero que le vamos a hacer, me lo paso bien con esas películas. El género que nunca me ha terminado de convencer y al que solo acudo cuando se trata de películas de calidad es el del Oeste. Me recuerda a las películas de la Guerra Civil española, con sus propios mitos y leyendas y esos paisajes y pueblos que siempre parecen idénticos. Pese a esto, como se trataba de una comedia, le di una oportunidad a A Million Ways to Die in the West, película que en España se estrenó a finales de mayo con el desafortunado título de Mil maneras de morder el polvo y que demuestra que un traductor también puede ser un inculto de mierda capaz de creer que un millón no es más que mil. En fin, que son un gremio que hace ya mucho tiempo que debería haber desaparecido.

Un julay acarajotado y tonto del culo tiene un mierda de vida y a mí me importa un carajo

Al parecer el Oeste americano era un lugar mierdoso y asqueroso y allí conocemos al pollardón protagonista, un tipo que al parecer es ganadero, con un rebaño de ovejas que no sabe cuidar. Cuando su novia lo deja se deprime y rebota todo y cuando ella se enrolla con uno que tiene un negocio de bigotes y que parece más maricón que el marido torero de una folclórica, el tipo se rebota todo aunque poco puede hacer y acaba apalabrando un duelo con el otro para dirimir diferencias. Una pava que acaba de llegar a la ciudad le ayudará a mejorar la puntería y en el camino, como que se encoñan. Todo esto con multitud de tramas secundarias irrelevantes y aburridas.

Este es un guión que hasta un ciego puede ver que está abocado al desastre. Es una mierda del copón, lo mires por donde lo mires. La historia apesta y no da risa. Únicamente parecen funcionar las bromas más groseras y que incluyen diarrea, el resto es patético y la gente no parece actuar sino recitar textos que les acaban de dar y que no tienen pies ni cabeza. Todo funciona fatal. El protagonista es Seth MacFarlane, que consigue patear la profesión una y otra vez y que debería tener su propio programa en la tele y le deberían quitar y destruir el carné de actor. A su lado ponen a Charlize Theron, la cual imagino que firmó para conseguir dinero y hacerse unos apañitos ya que se le empiezan a notar los años y en el cine eso quiere decir que le van a dejar de dar papeles. Del resto, decir que Neil Patrick Harris hace de maricona pija, algo que ya es, con lo que no tiene que actuar (aunque logra hacerlo mal, que manda güevos), Giovanni Ribisi me dio una lástima tremenda ya que hasta ahora lo tenía como que es un buen actor y Liam Neeson me ha decepcionado completamente.

En fin, que hay poco más que se pueda decir. Una mierda. Ni los miembros del Clan de los Orcos se merecen ir a ver algo así. Para el resto, no vale ni para la siesta del domingo.


Una respuesta a “Mil maneras de morder el polvo – A Million Ways to Die in the West”

  1. Es increíble como se ha ido al subsuelo Liam Neeson en los últimos tiempos, con lo buen actor que siempre ha sido…
    🙁
    Salud