Hace más de un mes fui a ver una película sobre estrategia en el béisbol al cine. Le película me gustó mucho y si no he hablado de ella es porque la fecha de estreno en España es para comienzos de febrero y como resultaba tan lejana, la he ido posponiendo. Como tenía el sambenito del deporte, conseguí engañar a mi amigo el Niño y entró al cine totalmente convencido que esto iba a ser como aquellas películas con Kevin Costner de Jesús de hace un milenio y para cuando se dio cuenta de que se la había metido sin doblar, ya era demasiado tarde y hasta tuvo que reconocer que le gustó un montón. La película se llama Moneyball y cuando llegue a España lucirá el título de Moneyball: rompiendo las reglas.

Un julay con unos güevos como sandías se la juega contratando a un friki cejijunto de esos que se compran móviles con el androirota y que solo cree en el dios Excel y su apóstol PowerPoint

El mánager de un equipo de béisbol de los que no tienen mucho presupuesto, decide contratar a un cerebrito que se pasa el día jugando con las estadísticas y soñando con llegar a casa para darle un repaso a su muñeca hinchable y juntos crean un equipo a base de desechos de los demás, muy económico y que parece funcionar muchísimo mejor que otros que se gastan fortunas ya que juegan usando solo los puntos fuertes de sus jugadores y no ese aura mágica y mística que tienen las grandes estrellas. Tras un comienzo algo problemático, se convertirán en la sorpresa de la temporada y acabarán forzando un cambio gigantesco en la manera en la que se contrata a los jugadores en el béisbol.

Si yo llego a venderle esto como una película biográfica y más bien dramática sobre un entrenador deportivo y un cambio radical que hizo en su carrera, no convenzo a mi amigo para que entre al cine ni de coña. Pero en realidad eso es lo que vimos, con algunas escenas de béisbol de cuando en cuando pero centrada en el hombre que tuvo una idea genial y en el friki que le ayudó a llevarla a cabo. Está protagonizada por Brad Pitt, que de un tiempo a esta parte ha desarrollado algo raro en su cara y se le ha redondeado demasiado. Particularmente, a mí me pone los pelos de punta cuando lo veo y me distrae un montón ya que siempre me fijo en su mandíbula y en como parece que lo están rellenando a base de Botox o algo parecido. En su favor diré que al menos en esta película hace una buena y creíble actuación y no resulta particularmente irritante, algo que sí que me sucedió con la de El árbol de la vida ? The Tree of Life. Por suerte la historia es entretenida y la peli se hace muy amena, sobre todo por culpa de Jonah Hill que es la sorpresa y el que le roba plano tras plano a Brad pitt el protagonismo. Entre ambos sacan una película «de hombres», en la que las mujeres no pasan de ser meros floreros que adornan un par de escenas ya que en el deporte de alto nivel, al parecer solo se contratan hombres. Como nunca me ha interesado el béisbol no puedo opinar sobre las escenas deportivas que se ven y aparte de la tensión emocional que crea el director no puedo decir mucho más pero me dio la impresión que fueron pocas y seguramente habrían conseguido una película más comercial con más momentos de esos en los que todos seguimos una pelota que vuela de un punto a otro mientras la cámara frena la acción y todo el mundo contiene la respiración.

Imagino que gran parte del éxito de la película en las taquillas extranjeras, sobre todo en los mercados como España que todavía no la han estrenado, dependerá de la cantidad de nominaciones que tiene, ya que se aleja bastante del cine comercial y los miembros del Clan de los Orcos serán incapaces de apreciarla. Para los demás, una buena historia, bien contada y que resulta muy interesante.