Esta es la primera vez este año 2020 en el que me voy a saltar el orden en el que voy viendo las películas para comentar una y la razón es que estado esperando como agua de cloacas que estrenaran esta película que tiene nominaciones importantes a los Oscars y me hacía falta para redondear mi quiniela, aunque creo que no cambiará lo que ya tengo en mente. Por las razones esas que nadie entiende, se ha estrenado tardísimo, prácticamente al final de su vida cinematográfica y me han hecho sufrir viendo el trailer una y otra y otra vez y todo sonándome conocido porque yo tengo muy en el cabezón la versión con Winona Ryder de 1994, que a mí me gustó una jartá. La película se llama Little Women y hasta en España se estrenó antes, allá por el día de Navidad del año pasado con el título de Mujercitas, que podrían haber complementado con un glorioso truscoluña no es nación.

Un puñado de julays buscan cipote para sellar sus chochotes

Cuatro hembras en edad de fornicar se niegan a votar a los Podemitas y ellas lo que quieren es que les den rabote y tocar el zambombote. Las cuatro no son pobres, pero tampoco van sobradas de pasta y viven con su madre y una mucama en un casoplón mientras su padre está en alguna guerra. Las chamas pasarán de niñas a mujer sin canción de Julio Iglesias de por medio y a unas les irá mejor que a otras.

Sabiendo ya la historia y con el trailer que me recordaba un montón a la peli viejuna y que de hecho, antes de escribir esto he visto el trailer de la de 1994 y es prácticamente la misma historia pero con mejor resolución en pantalla. Pese a eso, este es un clásico literario que por supuesto, todos hemos leído y hasta hemos llorado con el mismo una jartá y por una suerte que no me puedo creer, el productor decidió seguir la historia original y no crear una versión siglo XXI (equis-equis-palito) con cuatro pellejas jinameñas metidas en el Guarretón. La historia es tierna y con ella te ríes y hasta lloras y te entristeces. Está muy bien contada y puedo comprender la razón por la que han nominado a Florence Pugh a secundario, que está de fábula y aún más que hayan nominado a Saoirse Ronan a mejor actriz, porque hay que reconocer que borda el papel y ella sola mantiene la película en los momentos en los que el ritmo parece que está a punto de aflojar. Casi que la que peor lo hace es Meryl Streep, pero bueno, ya tiene setenta años y va siendo hora que aparezcan otras actrices. Al final tenemos un clásico que seguramente no necesitaba esta nueva versión pero que quizás por el respeto y el cariño que pusieron todos, ha terminado siendo una muy pero que muy aceptable.

Esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos, bestias básicas que necesitan efectos especiales y música a todo volumen. Esto sí que es algo para los sub-intelectuales con GafaPasta.