My Blueberry Nights


He tenido que esperar todo un año para poder ver la película de la que quiero hablar hoy. Se estrenó en Holanda a mediados de diciembre del año 2007, justo antes de mi marcha a España para las vacaciones navideñas y para cuando volví ya la habían quitado de la cartelera. Aprovechando que a España ha llegado en estas navidades, he ido al cine a ver My Blueberry Nights

Una julay encoñada hasta las trancas se hace media América para resetearse el chichi y poder volver a usarlo y en el camino le dan la vara que no veas

Una chica entra en un bar a dejar las llaves de la casa de su ex y que se las devuelvan. Allí comienza a hablar con el camarero y a contarle su vida impulsivamente. Lo harán comiendo los restos de las tartas que se venden en el local y ella siempre pide un trozo de tarta de arándanos. En un momento determinado no podrá aguantar más el dolor por haber sido dejada por el ser amado y se embarca en un viaje por los Estados Unidos, parando aquí y allá y trabajando en bares mientras conoce gente en su camino y habla con ellos. Intentando curar su herida de amor se descubrirá a sí misma.

No es que tuviera grandes esperanzas con esta peli. Pese al elenco, saber que la mano detrás de la cámara es la misma del cabroncete que rodó 2046 hace cuatro años no me daba mucha confianza. Aún así, la magia de Jude Law funciona mejor que nunca y es verlo en pantalla y quedarme abobado. La chica es un poco sosa y a veces parece que la peli no va con ella pero para eso están los personajes que se va encontrando, fuertes y con mucho carácter (sin mencionar que son todos estrellones de relumbre). Tendremos a la Princesa Amigdalas (Natalie Portman) y a Rachel Weisz en dos segmentos brutales en los que los diálogos vibran como cuerdas afinadas de guitarras. Todo un viaje por el desencanto y el sufrimiento que produce el amor.

Para cuando llegamos al final, si hay algo que tenemos claro es que la gente buena siempre tropieza con otros que quieren ayudarlos y los que eligen sufrir y pasarlo mal se hartan bien pronto de su propia elección pero no logran salir del fango en el que se revuelcan.

Una preciosa historia que merece la pena ver si eres capaz de sumar dos y dos y soportas el cine sin efectos especiales, sin grandes presupuestos y fundamentado únicamente en el buen trabajo de los actores.

7-10 Buena