Navalny


Seguimos en el territorio de los documentales y tengo que reconocer que este me intrigaba, ya que me sonaba un montón el nombre del chamo, aunque no recuerdo haber prestado mucha atención a su drama, pero como ahora todo lo ruso y ucraniano está de moda, esto igual servía para darme un poquito de cultura que soy más basto que el palo de la baraja e inicialmente pensé que igual era algún tenista o algo así. La película se titula Navalny y al parecer en España se puede ver en una cadena digital y tal y tal cuyas tres letras empiezan por Hache de truscoluña no es nación.

Un julay le toca las arriolas al íntimo ruso de puerkagón y lo lamentará para los restos.

Al parecer el pavo este quiere echar a Putin de su dictadura y agarrar él la mamandurria y claro, el hombre es una bellísima persona con una bellísima familia pero el Putin es muy Putinero y primero manda que lo envenenen, después intenta que lo rematen en el hospital y cuando se va del país a Alemania para recuperarse y piensa que se lo ha quitado de encima, regresa y lo tiene que meter en chirona con el Güaca o algo así.

Esto es fascinante por como somos testigos de la corrupción rusa y de los manejos en un país que es de hecho una autocracia en la que su líder es un psicópata asesino y feo como Tizio. Comenzamos cuando el chamo se mete en política y hace ruido y comienza a tener seguidores y lo vamos acompañando en su campaña hasta que en un viaje a la periferia, le pasa algo chunguísimo y le da un ataque terrible en un avión, que seguramente lo habría matado y que era el objetivo. Con lo que no contaban los asesinos a sueldo de Putin es que el avión se desviaría y lo llevarían a un hospital marginal en el país y que pese a negarlo todo, hasta el más acarajotado y hasta la escoria rastrera y deleznable de los podemitas y sus intimísimos los truscolanes saben que lo intentaron matar. Después vemos el suplicio de su familia para sacarlo de Rusia para que tenga alguna posibilidad de sobrevivir, vemos su llegada a Alemania y su recuperación y después, cuando podría haber tenido su final feliz alemán y su coche alemán a ser posible no diesel, como que se le antoja volver a Rusia y el asesino y criminal del Putín se emPuta que no veas y lo espera con ganas para enchironarlo de por vida. El chamo llega a Moscú en un avión que desvían y mantienen en el aire mientras se acumula la gente en el aeropuerto y finalmente aterriza y lo detienen y ya no se sabe si volverá a quedar libre en algún momento de su vida, ya que no solo es una amenaza para Putin, también lo es para sus intimísimos los oligarcas, los podemitas y los truscolanes. Mi impresión es que el tipo es un masoquista al que le gusta sufrir y como que su mujer no le quiere pegar un par de bofetones o quizás pisotearle los güevos con zapatos de tacón y claro, él se busca el placer por otros lados. El documental resultó muy interesante y didáctico. En un momento determinado consiguen que uno de los que lo envenenaron lo confiese por teléfono, aunque igual esto estaba preparado para el documental y no es cierto, que con los rusos nunca se puede estar seguro de nada.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te sobrepasa, así que ni te molestes. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, igual te puede gustar, aunque aquí no hay nada cinematográficamente revolucionario.


2 respuestas a “Navalny”