No podíamos parar de reir


El relato comenzó en Un viaje a Granada via Málaga

Después de andar Yendo a la Alhambra tres veces durante el mismo día, el Niño y un servidor regresamos al apartamento para encontrarnos con Waiting y er Pisha de Caí y los cuatro nos fuimos juntos a cenar. Como los bares de tapeo estaban petadísimos de gente, optamos por un restaurante adosado a uno de ellos. La comida estuvo bien aunque no fue memorable. Tras la cena, Waiting, el Niño y un servidor nos queríamos ir a tomar unas copitas pero er Pisha estaba destrozado y optó por retirarse. Nosotros teníamos las pilas alcalinas puestas y nuestra determinación era muy intensa. Como dice Waiting, ella no se arregla para regresar al momento y quería un mojito.

Nos acercamos a la calle de copas y buscamos a una pedorra ticketera de la que el Niño se había enamorado instantáneamente, algo que le sucede con mucha frecuencia porque que nadie tenga la menor duda, el Niño dice que lo que cuenta es el exterior y la belleza interior que se la metan por donde les quepa. Eso sobrio, que borracho baja mucho el listón y acaba con cada Orca que no veas. Bueno, le preguntamos a la chama ticketera y nos dice que ella reparte para tres locales pero ninguno de ellos tiene mojitos. Como era una bella persona, nos indicó dos sitios en los que sí que los podíamos conseguir. No le hicimos mucho caso y seguimos paseando por la calle de copas y nos paró otro ticketero, uno que creo que era terrorista musulmán o quizás cubanito y ese nos llevó a un local en el que tenían mojitos y además nos daban chupitos gratis. Los pedimos y nos los tomamos charlando. En el local estaba la mitad del elenco de la película El señor de los Orcos y los putos enanillos, unas tías que no se las deseo ni a un enemigo y unos tíos que deberían avergonzarse de estar tan estropeados en la veintena. Claro, como nosotros somos seres superiores y encandilamos a la concurrencia, a veces no nos damos cuenta que también tiene que existir la mediocridad en el universo para que exista el equilibrio. Lo cierto es que lo único bueno del local es que nadie fumaba. No estoy seguro pero puede que el lugar sea es el bar el Círculo Babel. Después de terminarnos nuestros mojitos decidimos pirarnos e ir a uno de los que nos había recomendado la ticketera, uno que supuestamente era una coctelería solo que muy pequeña.

Abrimos la puerta del sitio, entramos y no veas si era pequeño. Había más espacio tras la barra que en la parte de los clientes. Era un línea larga con la gente en fila y nos apalancamos en un rincón y pedimos dos mojitos y una cerveza para el Niño, que parece no captar el concepto de que la cerveza española es mala y similar a meados de vieja dopada a base de medicamentos gratis de la Seguridad Social. En el local vimos a tres günter que debían ser de algún país del este o alemanas, material muy estropeado y decadente. A la que parecía en mejor estado le entró un chamo que puede que fuese holandés. Nosotros riéndonos de ellas y de él en nuestro rinconcito y bebiendo. Estando allí decidimos pasar por un bar de copas que estaba justo al lado del piso que alquilamos llamado Tantra – Fashion & Drink y tomarnos allí la última. Esa fue nuestra perdición.

La puerta del Tantra era como la la antesala del infierno pero una vez pasas dentro y creo recordar que había un tío controlando la puerta aunque no cobraba o quizás fue que Waiting le tiró un plátano o algo para comer, que los gorilas de las puertas también tienen sus necesidades fisiológicas y la comida con ellos siempre funciona. Una vez entramos la música era muy chula y había muy buen ambiente. Nos acercamos a la barra, pedimos nuestros mojitos y nos llevamos un disgusto cuando nos dicen que no tienen. La camarera, monita y tal y tal nos dice que hay una promoción del ron Barceló platino y pedimos cubatas de ese ron y nos da unos boletos de rasca-rasca. Mientras nos bebemos nuestros cubatas, Waiting se pone a rascar los boletos pero no ve ni torta y un argentino que estaba de ladilla agarrado a la barra se los ilumina con su teléfono y ya no se nos separó en toda la noche y mira que le juramos por las bragas sucias de la Pantoja que Waiting tiene novio, ya que el alcohol es muy malo para la memoria y se nos quiso de olvidar y se nos olvidó que en realidad ya ha firmado contrato y está vinculada a él por un sacramento y un contrato legal vigente en al menos dos países y como uno de ellos forma parte de la Unión Europea, en realidad su contrato es válido en el área de influencia de la UE.

En este punto merece la pena detenernos unos instantes para cagarnos en la puta madre que parió a los que maquinaron la nueva ley anti-tabaco. Esto es lo peor que nos ha pasado nunca a los no fumadores. Nosotros antes no salíamos y éramos felices pero es que ahora los bares son unos antros de perdición para los seres superiores como yo que no fumamos. Es que claro, los Orcos y los inferiores han de salir cada dos por tres a calmar su drogadicción y pegarse un chute y nosotros que no tenemos el problema nos quedamos allí privando, bebiendo sin parar. Primero un cubata, luego otro y otro más y venga a recibir boletos y a rascarlos y a ganar una camiseta y otra y otra más y un kit de viaje y así hasta que perdimos la cuenta porque es que nos tocaba de todo. Yo calculo, exagerando por lo bajo o quizás incluso sin hacerlo que ganamos siete camisetas y diez kits de viaje.

Claro, si combinas el magnetismo y el carisma de Waiting con el metro noventa y seis del Niño y la fascinación que todos los seres del mundo y del universo sienten por el autor de la mejor bitácora sin premios en castellano, entonces comprenderás que nos convertimos en el corazón de la juerga y todo el mundo tenía que ver con nosotros.

Me he propuesto estirar esto como el chicle así que seguiré con el relato otro día.

El relato continúa en Seguíamos sin parar de reír

,

14 respuestas a “No podíamos parar de reir”

  1. Eso de que os tocaron siete camisetas y diez kits de viaje da una clara idea de que os caísteis a palos sin piedad alguna.
    También se deduce fácilmente que el quid del asunto de la popularidad de aquella noche, fue gracias al magnetismo de Waiting…jajajaja
    Salud

  2. Jajajaja. Que noche! Dios. Es verdad debemos recordarlo: ESTOY CASADA,ESTOY CASADA, ESTOY CASADA, pero hay algunos que si les dices eso se pegan aun mas, asi que la formula del novio es mejor a veces. Jajajaja. Estuvo demasiado buena esa noche eh!
    Besos.

  3. Por cierto, lo que debes recordar es que de las 17 (o mas) cosas que nos ganamos muy buena parte nos la bebimos nosotros dos, que el Niño llegado el momento tomó cerveza e incluso la cosa esa que se ha inventado llamada Virgen Cuba libre. :S Asi que nosotros hechos los locos nos bebimos hasta el florero en ese sitio. Ay que malita me siento jajajaja.

  4. Cambiaré lo del Babel. Usé Google Street View para buscar el nombre pero no lo encontré. Tengo que cambiar el texto porque me dejé algunas cosas. Y bueno, igual hasta pongo los ficheros de audio, que son legendarios y tienen hasta los ruidos del tren.

  5. Creo que te dejaste muchas cosas, pero de esa noche se puede escribir hasta un libro jejeje. Besitos.

  6. Espérate al siguiente capítulo. Esto cubre las tres primeras notas de voz. Tengo algunas más y claro, también está aquello de lo que no hablaré que hay que guardar un poco para las sucias imaginaciones. Esto igual hasta lo aprovecho para ese otro proyecto con el que ando liado, lo transporto a otra ciudad y tal y tal y tal …

    … y el Niño creo que luego cambió a Bourbon, la cosa esa que hacen en Luisiana y Mississippi. Según él, eso coloca más que lo nuestro. Yo lo dudo porque él metió varias cervezas en el espacio en el que nosotros nos concentrábamos en los cubatas y hasta se saltó alguna bebida y solo daban boletos por los cubatas, así que fue obra nuestra el lograr tantos premios.

  7. Uf! tengo mi casa llena de regalitos de esos, pero lo peor es que ni siquiera me tenía que beber nada, al currar detrás de la barra nos solían regalar de todo en cada una de las fiestas de las bebidas. Si alguien se fija en mi armario detenidamente va a pensar que soy la mayor chuzas del universo, sin escrúpulo además, de toda clase de bebidas espirituosas, y no pruebo ni gota, que ya tiene delito….

  8. Yo creo que con tanto prive, os tuvisteis que llevar alguna camiseta que alguien tenía puesta directamente.

  9. Aquello de lo que no hablaras, te pago para que asi sea, que no hables. Si lo dejas para el otro proyecto y lo transportas para otra ciudad, pues mejor que mejor. Jejeje. Virtuditas, quienes trabajan detras de la barra normalmente son lo que no beben nada de nada nunca. Un beso

  10. Darliz, más bien hubo gente que salió de allí con una camiseta gracias a nosotros, que las repartimos entre los pobres y los necesitados que no se podían pagar los cubatas de Ron Barceló platino.

  11. Darliz, recuerda que esta pagina se llama distorsiones y muchas veces «Nada es lo que parece» jejejeje. Besitos