Uno de los lugares que visitamos en la isla de Duy Vinh fue la casa de la suegra del francés que organizaba las excursiones en bicicleta y la señora, que tenía pinta ancestral y seguramente vivió la revolución francesa en directo, estaba en el suelo de su salón haciendo esterillas, totalmente concentrada en la tarea y supongo que inmune a los visitantes que a diario pasan por su casa. La keli era muy sencilla y había una falta de muebles impactante que nos dijeron que se debe a que un par de veces al año llueve un montón, el río baja con una tromba de agua y el lugar se inunda metro y medio o así, con lo que suben todo a una especie de ático que tienen (incluyendo a la vieja) y por supuesto, muebles grandes y pesados harían la tarea imposible.
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Ganando horas y gastándolas en otras cosillas
Una de mis rutinas que más han cambiado en los últimos años tiene que ver con los fines de semana. Hasta hace más o menos un año, esos dos días iba en muchas ocasiones al cine en Amsterdam y básicamente gastaba el día, ya que entre ir, ver al menos dos películas y regresar empleaba de seis a ocho horas. Cuando descubrí que en el cine Pathé Amersfoort también ponían muchas de las pelis que podemos considerar de filmoteca y además las ponían en una sola sala, se me abrió un mundo ya que me permitía salir del trabajo, saltar a Amersfoort que está bastante cerca, ver las pelis y regresar a casa y hacer todo eso en jueves o viernes. Cuando este año añadieron a mi abono mensual ilimitado de cine por diecinueve leuros el Cinemec Utrecht, pusieron a algo menos de treinta minutos pedaleando desde mi jardín un cine que también dedica al menos la mitad de sus salas para cine de filmoteca. Esto me ha liberado de hacer visitas semanales a Amsterdam y ahora me paso por allí como mucho una vez al mes. Todas esas horas las estoy aprovechando para cocinar el fin de semana, hacer platos que te pueden tomar horas o que estoy explorando. Este sábado por ejemplo, antes de las nueve de la mañana estaba en el supermercado comprando únicamente cerveza Guinness, una única lata de medio litro y un julay que estaba delante de mi en la cola del super me miraba fascinado y comentaba que era raro ver a alguien comprar una sola lata de cerveza. Le expliqué que en realidad no la quería para beber, que era el ingrediente que me faltaba para hacer un Estofado de carne y cerveza Guinness que estuvo al fuego varias horas ese día macerándose antes de pegarme un atracón por la noche y congelar el resto. La semana anterior fueron otros platos pero el mismo sistema, preparar algo y congelar las raciones que sobran, llegando a tal punto que ahora tengo el congelador totalmente petado, con raciones de pollo y cerdo agridulce, chili con carne, estofado con carne y cerveza guinness, pollo korma, caldo de millo y otras cosillas.
El domingo, sabía que iba a preparar un Pesto de albahaca porque mi albahaca está que se cae de grande y llena de hojas y tenía que podarla. La idea original era usar pasta de esa que todos tenemos en casa ya seca pero después me acordé que en mis visitas a la Toscana, siempre me ha fascinado el pici (pronunciado pichi), una pasta más burda y hecha sin máquina. Me perdí en GialloZafferano.it que es el paraíso de las recetas italianas y una página que no tiene parangón en España o al menos yo no conozco un lugar similar. Tras ver todas las variantes de pici, me quedó claro que lo de comerlo con pesto verde no es muy italiano pero eso no me detuvo. Quería explorar el hacer la pasta y eso fue lo que hice.
El resultado, una vez lo uní con el Pesto de albahaca fue increíble, aunque como siempre en estos casos, hasta que no pruebe todas las variaciones para hacer pici, no elegiré una.
Por la noche me entró un frenesí incontrolable por comer algo dulce y no tenía nada (o no tenía nada que no estuviese congelado). Al final, rebuscando entre mis recetas, opté por hacer unos Snickerdoodles y hoy me he traído varios a la oficina porque como los deje en mi casa, me los como todos.
Ayer también pasé un rato largo mirando ollas de cocción lenta. Me atrae la idea de dejar el trasto cocinando desde por la mañana y volver a casa para encontrarme la cocina llena de olor y con la comida preparada, hacer más a menudo estofados y sopas. Este último pensamiento me llevó a que va siendo hora de comenzar con las sopas y hoy caerá la primera con una receta de sopa de zanahoria y gengibre que tiene una pinta increíble en el papel:
Resultó que no era tan rica como prometía y esta no la volveré a hacer pero siempre nos quedará la foto. Acompañaba a un Pollo con beicon y puerro que fue el plato principal:
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La fábrica de ladrillos en la isla de Duy Vinh
Cuando te sales del circuito turístico y te embarcas en una excursión para ver a los locales en su entorno descubres cosas tan curiosas como la fábrica de ladrillos en la isla Duy Vinh, la cual suministraba ladrillos para todas las edificaciones que se hacen en la isla y que a nosotros nos parece demasiado básica, por decirlo de una manera simple. Si comparo lo que yo hago por mi nómina con ellos, esa gente son como esclavos a los que se les da una miseria. La visita fue altamente didáctica.
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La semana pasada en Distorsiones
La semana pasada conté el resumen de mis Veinticuatro horitas en Estambul con un terrorífico viaje a trompicones con Onur air, compañía que conviene evitar tanto pero no más que las amistades truscolanas.
Solo un puñado de julays somos capaces de mantener 700 días de constancia en el duolingo, obviamente, somos seres ampliamente superiores a la miasma y la gentuza que burbujea por doquier. Estoy a un puñado de días de superar el hito legendario de los dos años continuos de ejercicios.
¡ATENCIÓN! En los últimos meses el mecanismo para recibir correos cuando aparece algo en el blog ha estado petado. No es culpa mía sino de la maquinaria que mueve milagrosamente todo esto. Parece que no lo pueden arreglar y ya me he aburrido de vuestros correos lastimeros así que he puesto un nuevo sistema que todos odiaremos. Es probable, pero no seguro, que mande un correo a los que estaban anteriormente suscritos pero si quieres estar seguro y requete-seguro, visita el blog y en la parte de la derecha encontrarás el lugar para suscribirte de nuevo. Es muy posible que el formato del correo sea distinto a los de aquellos tiempos pasados y quejarse es tan gratis como para mi borrar vuestros correos así que acostumbraros a pulsar en el enlace para leer que no creo que os provoque daños cerebrales.
Ya se me están acabando las fotos de Hoi An y en esta tanda final vimos unas Redes de pesca en Hoi An, después vimos una Barca en el delta cerca de Hoi An y después vimos a un julay Llevando carga con la barquilla y vimos un Ojito en la barca y acabamos la semana con una Barca y bosque de palmeras. Me quedan cuatro fotos preciosas e increíbles y después he optado por poner el álbum y separar el pequeño grupo de fotos de las ruinas de My Son en uno separado ya que aunque están muy cerca de Hoi An creo que merecen su propio grupo y será un cambio absoluto de temática, regresando a los azules, verdes y piedras desparramadas que tanto nos gustan a todos. Esa serie no será muy extensa lo cual es de agradecer tras los más de dos meses que llevamos con Hoi An, que a mí particularmente me han gustado un montón pero seguro que tenemos a alguno que se ha aburrido.
Esta vez no vimos una nueva bicicleta sino que nos centramos en un vídeo espeluznante que muestra como bajarla en los aparcamientos a dos niveles en la estación y que se llama Bajando la bici. Al ser un vídeo, dudo mucho que la añada a mi extensa colección pero el documento es tan terrorífico que merece la pena verlo y no tomará más de treinta segundos de los dramas actuales de vuestra vida.
Aunque la foto la hice en Hoi An esto lo vi por todo Vietnam. Siempre había alguien que estaba Secando plátanos al sol y en ocasiones, las moscas verdes eran como gorriones de grandes.
Fui a ver seis películas al cine y comenté cuatro, comenzando con la mierda de Prooi, supuesta película de terror holandesa y la neutralizamos con el fantástico drama holandés Tonio y después nos divertimos y cantamos con Trolls y acabamos la semana con la fantástica El contable – The Accountant.
La comida de la semana fue la siguiente:
Y así transcurrió la semana.