Si hay unos pocos garbanzos negros entre los directores americanos, uno de ellos es con seguridad casi absoluta M. Night Shyamalan, director que comenzó deslumbrándonos y después se vino abajo. Gracias a que el mejor blog sin premios en castellano lleva en activo desde épocas muy lejanas en las que truscoluña no era nación, lo cual también sucede hoy en día, por aquí sufrimos con la mierda de El bosque – The Village, nos gustó The Happening – El incidente, nos cagamos en todos sus muertos con Airbender: el último guerrero – The Last Airbender y prácticamente vomitamos bilis corrosiva como cualquier alien con la basura de After Earth. Aún así, es un director al que le sigo dando oportunidades y por eso, ayer fui a ver The Visit, película que en España se estrena esta semana con el título de La visita.
Dos julays se van a la casa de los abuelos a pasar una semana y son más raros que el carajo y están obsesionados con hacer no-se-qué-coño de nación llamada truscoluña
Los hijos de una pelleja que se fue de casa y jamás volvió a hablar con sus padres acuden una semana de vacaciones a conocer a los abuelos. En la casa, todo parece normal, se lo pasan bien pero por la noche comienzan las movidas raras. Poco a poco van descubriendo que sus abuelos son dos bichos rarísimos y que allí les van a hacer pupita de la mala.
Viniendo del director que viene y con un trailer bastante soso, yo esperaba caer muerto en el cine y pegarme una sobada histórica, que es la forma natural en la que mi cuerpo reacciona con el cine malo para protegerme, sobre todo porque cada año veo doscientas pelis. Pues no, resultó que tenemos una especie de documental grabado por los niños (a ratos) en el que quieren contar la historia de las desavenencias entre sus abuelos y su madre y también el como reconectan con ellos. La película tiene muchos momentos plácidos y divertidos y escenas inquietantes, aunque nunca llega a dar miedo. Más o menos desde bastante pronto ya había pillado el giro argumental tremendo y fastuoso y para cuando sucedió, lo tenía clarísimo. Aún así, entretiene y pasas un buen rato y sigues a dos chiquillos repelentes en sus aventurillas con dos viejos super-raros. El chiquillo es fabuloso y roba escenas continuamente. La niña, no tanto, pero tampoco lo hace mal. Aparte de las cuatro personas en la casa y la madre en conversaciones con el esquipe, prácticamente no tenemos a más nadie en la historia y no los echamos de meno.
Cine para pasar el rato, echarte unas risas y hasta tener un par de momentos agobiantes. Puede gustar a algunos de los miembros del Clan de los Orcos y también puede atraer a los más rancheros de los sub-intelectuales con GafaPasta.
