La segunda inmersión del día volvió a ser en Back Aquarium, la zona de las mantas, aunque como en el día anterior, los bichos estaban en la superficie y no los vimos durante la inmersión, sino antes y después. La música es la canción de John Williams titulada The Mission que hizo para las noticias de una cadena gringa.
Llegamos a las zonas con los corales y comenzamos a avanzar entre ellas, visitando a todo el mundo. Alrededor siempre hay miles de pececillos, que usan el lugar para crecer, con lo que cuando el cambio climático mate los corales, la reacción en cadena arrasará nuestros mares. Pasado el minuto tenemos un precioso box fish, como los tamborines y también vemos algunos peces payaso maldivianos protegiendo su ameba y a sus crías. Hay unos pececillos amarillos flipantes. Cuando nos acercamos a las zonas con corales, de cerca vemos que hay un montón de vida de todos los tamaños posibles. Allí todos son útiles.
Todos sabemos que yo no veo lo que no llega al cine o de verlo, que sucede una o dos veces por año, no lo comento. Aprovechando que la peli que voy a comentar está en la cartelera de uno de los multicines de la ciudad de las Palmas, uno nuevo (o más bien, uno que reconvirtieron, que antes era un Cinesa y ahora es de otra cadena), organicé un viaje a dicho centro comercial, en el que seguramente no había estado desde antes del año 2000 para ver la peli esta. Me sorprendió la mal que ha envejecido ese centro comercial, que más bien parece una colección de tiendas de barriada periférica, que por otra parte es lo que es, pero el cine tenía butacas amplias y bien separadas, aunque en lo relativo al sonido, en España como que les gusta poner el volumen altísimo, sobre todo en la publicidad y los tráileres. La película se titula La sociedad de la nieve y hasta en el póster que está al lado de este texto se puede ver que estará en cierta plataforma digital y tal y tal en la víspera del cumpleaños del Elegido.
Un puñado de julays las pasan putas por culpa de un vuelo de bajo costo.
Esta es la historia del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, ese que salió de Uruguay en dirección a Chile en vuelo charter con un montón de jugadores de un equipo de rugby y acabaron en los Andes, en invierno, en el medio de la nada, sin que los encontraran, sin comida y recurriendo al canibalismo. Pasaron más de setenta días hasta que rescataron a los supervivientes.
Esto es un peliculón. Una historia increíble, contada muy bien, sin tirar del melodrama y con un elenco fabuloso. En todo momento los espectadores nos sentimos parte del grupo, estamos entre ellos, viviéndolo todo. El lugar es increíble, un infierno de nieve y frío en el que es casi imposible sobrevivir. La parte del canibalismo, fue tratada de una manera exquisita, con mucha delicadeza y salvo por algunas escenas al final en las que se ven los restos de los que se comieron, en ningún momento sabemos a quién se están comiendo. El director hizo un trabajo brutal y más si tenemos en cuenta que es una película española y todos nos esperamos de este cine todo lo peor, siempre. Los jóvenes actores, que no conocía a ninguno, son fantásticos. Merece la pena verla en una pantalla gigante con un buen sonido, en mi caso con Dolby ATMOS. La historia, pese a ser un drama, tiene algunos momentos muy tiernos, algunos en los que te ríes y otros en los que el paisaje es brutalmente hermoso. Las escenas del rescate y el acoso periodístico son también brutales. Fascinante ver como no tenían que comer, pero cigarrillos tuvieron en abundancia durante los dos meses y pico que estuvieron allí. También alucinante ver como los actores perdieron peso y acabaron la película muy flacos.
Esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos, que harán bien en evitarla, pero es obligatoria, repito, obligatoria, para todos los sub-intelectuales con GafaPasta. Absolutamente recomendable y espero que gane muchos premios porque se los merecen.
Llegamos a la última parte de la inmersión en Guraidhoo Corner y esta comienza cuando nos estamos dejando llevar por la corriente hacia el punto de salida. La música sigue siendo de John Williams, la canción Letter Bombs de la película Munich.
Seguimos sin saber lo que nos viene por delante, arrastrados y siempre con mucho pescado. Vemos un tamborín y sobre el primer minuto llegamos a una zona sin peces, sin algas y que es como arena y rocas, bastante raro comparado con lo que acabamos de pasar. En el minuto y medio tenemos un nudibranquio, que en sitios tan vistosos suelo ningunear, pero visto que no había nada más, aproveché para darle el foco y en el segundo minuto nos cruzamos con una tortuga que iba en dirección contraria justo antes de ver un águila marina pasando por debajo de nosotros. Y ahí acaba la inmersión, que fue completísima.
Todo el mundo sabe y ni siquiera se discute que el mejor escritor de los últimos cincuenta años, es, por apabullante mayoría, Stephen King o Esteban Rey, que sería la forma correcta de traducir su nombre a nuestro idioma. Desde que comenzó a publicar a mediados de los setenta, el chamo es que no ha parado, es uno de los escritores más prolíficos y no hay nadie a su altura. De su imaginación han salido clásicos que después se llevan al cine, a la televisión y hasta a los cómics y el teatro y su obra, pese al paso del tiempo, sigue siendo fantástica y muy consistente, que el chamo tiene su propio universo. Como con todo, están los renglones torcidos que te dicen que no les gusta para nada sin jamás haber leído una de sus obras o los que intentaron leer una, no les gustó y extrapolan y te dicen que no les gusta ese escritor. Hasta ahora, el chamo ha escrito sesenta y cinco novelas, cinco ensayos y más de doscientas historias cortas y aunque es probable que en mi caso me haya perdido alguna de las historias cortas, en lo relativo a las novelas, puedo confirmar y confirmo que estoy más o menos al día, que yo desde adolescente me compraba todos sus libros o más bien, los elegía en la suscripción del Círculo de Lectores de mis padres y después seguí comprándolos y acaparándolos.
Hace un par de meses, como de chiripa y porque lo nombraron en un podcast, me enteré que existía otro podcast en el que dos pavos se han planteado el reto épico y legendario de leer en orden cronológico todo lo que ha publicado Stephen King y comentarlo en su podcast, a un ritmo de un libro al mes. Comenzaron durante la pandemia podemita, truscolana y suciolista y en tres años han ido avanzando poco a poco en la obra del chamo, hasta que yo los descubrí y la idea me pareció super-híper-mega fabulosa y hace algo más de un mes, decidí añadir a mi lista interminable de libros para leer, al menos uno de Stephen King cada quince días y ya he vuelto a leer cuatro, que casualmente en ese grupo tenemos algunos legendarios porque está Carrie, the Shinning y Salem’s Lot. Unas semanas antes de empezar este proyecto me había vuelto a leer Christine, después de ver la película viejuna en al cine. Como este autor es prolífico y sigue activo, es probable que los chamos que hacen el podcast continúan durante al menos una década y yo seguiré con ellos, re visitando un montón de libros que me gustaron muchísimo, me impactaron y en algún caso, me aterrorizaron, que también los hay, aunque para mí lo mejor de Stephen King es su capacidad para describir escenas con tanto detalle que las puedo ver en mi kabezón y para crear unos diálogos muy fluidos, que no es algo que puedan hacer todos los escritores.
Lo interesante del podcast es que después de terminar de leer el libro, escuchas la discusión entre los dos pavos que lo hacen y además de elegir bando, descubres cosillas que igual se te pasaron por alto y los chamos también hablan mucho de las canciones que el autor menciona en sus libros o de detalles de la época en la que fueron escritos. Es algo que recuerda un poco a los clubs de lectura de libros, en los que además de leer, lo interesante es la discusión y lo que viene después, algo que hoy en día ya solo se hace con cine o con series de televisión porque en lo relativo a la literatura, cada uno va por su lado.
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