Llegamos a Siena, en el corazón de la Toscana, una ciudad cuyo centro histórico ha preservado el aspecto medieval, construida sobre colinas y con un encanto especial. Para comenzar el paseo, miramos hacia los edificios que rodean la Piazza del Campo y en el centro de la imagen y bañada por el sol, la Fonte Gaia. La foto la hice muy temprano, sobre las ocho de la mañana, cuando los turistas aún andaban refugiados en sus pensiones y hoteles y se podía andar por la ciudad sin tropezar con la marea de gente que la recorre a diario.
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La fiesta sorpresa en Málaga y las complicaciones de mi vida
Que mi vida es un melodrama más complicado que la vida misma es algo que sabe hasta mi mucama, que flipa en blanco y negro cada vez que hablamos porque si yo fuera compresa, mi dueña sería coja y yo las pasaría canutas para no derramar nada con tanta marejada a fuerte marejadilla. Hace dos semanas yo era más feliz que una noréxica-bulímica con dos dedos en la boca cuando me llega un mensaje desde Málaga rogando por favor que contacte. Yo me temí todo lo peor, siempre, y no fallo, porque la gente solo te contacta para las cosas malas. Querían que me plantara allí el viernes de la semana pasada para la fiesta compresa, compresa de cumpleaños de mi amigo Sergio. Después de un repaso concienzudo de las páginas habituales, encontré que solo podía ir con Buelin y regresar con Ryanair el domingo a horas intempestivas. Compré el billete y traté de ajustar mi ya retorcida vida, que estamos en temporada altísima de quedar para ésto y para aquello e incluso eso otro, que yo por más que lo intento, todo el mundo está siempre comprometiéndome con cosillas. Durante la semana solo pude ir dos veces al cine, pasé una tarde en casa del Rubio con las unidades pequeñas y el día anterior me lancé a la cocina para relajarme y llenar la despensa, ya que a mí el stress me lleva a cocinar que es algo que relaja. En ese frenesí, aproveché para hacer unos rollitos de canela:
La receta ha sido un éxito instantáneo. Las unidades pequeñas del Rubio, que según sus creadores no comerían porque no les iban a gustar, lo han juzgado y premiado con la máxima puntuación. Les di trocitos de uno al llegar a la casa y a la hora del postre optaron por ningunear el helado y las otras cosillas y atacar algo que explota en el paladar y es como una sinfonía de sabores.
El viernes opté por trabajar desde mi casa coincidiendo con la mucama, que pasaba ese día a limpiar la leonera. Por la tarde, salí por patas para Schiphol, pasé el control de inseguridad y caminé casi hasta Bélgica para llegar a la pasarela desde la que salía el avión de Buelin con destino a Málaga. Yo ya sabía que venía con retraso, ya que uno que es espabilado y sabe juntar puntos, había comprobado que el vuelo que venía despegó con media hora de retraso. La cosa era un poco dramática porque ya yendo en hora, aterrizaba con el tiempo justillo para llegar a la fiesta compresa, compresa. Por suerte mi angelote de la Guarda estaba ese día de servicio y fue llegar el avión, echaron a los pasajeros y cuatro segundos más tarde comenzaba el embarque, con el avión petado de mierda. El piloto tenía tanta prisa que todavía había gente colocando el equipaje en los compartimientos superiores e inferiores cuando ya reculábamos. Por desgracia nos tocó despegar desde la puta Polderbaan, esa pista que está a varios kilómetros del aeropuerto y que para llegar hay que pasar por encima de dos autopistas y un montón de campos de hierba y tulipanes. El piloto se pasó por los pelos del culo lo de la velocidad máxima de cincuenta kilómetros mientras rueda en pistas e íbamos como los coches por la autopista e hice hasta un vídeo fastuoso que no pondré por pereza. Despegamos a todo meter y el hombre le pisó todo lo que pudo, recuperando todo el retraso y consiguiendo aterrizar en Málaga sin retraso y a la hora prevista. En el aeropuerto me recogió Evelyne, comentarista casual del mejor blog sin premios en castellano y fuimos para la casa del cumpleañero, que por su propia maldad llegó a la misma antes que yo y sus hermanas malvadas me cubrieron con un trapo enorme y me obligaron a entrar como si fuera el fantasma de las navidades pasadas.
De la fiesta no hablaremos pero estuvo muy bien, pero como de siempre se ha dicho y se dirá que en este el mejor blog sin premios en castellano hay cienes y miles de fotos, aquí dejo una:
Esta terrorífica imagen fue hecha por Evelyne que no sé que botones le tocó a la cámara pero consiguió que la imagen saliera como la granulosa láctea, aunque a mi se me ve igual de fabuloso que siempre. A la fiesta acudió el legendario y archifamoso Er Dani, uno de los puntales de esta bitácora y que nos regaló un montón de contenido fantástico hace unos años. Se ha regenerado y ahora es una bellísima persona, modesta y sencilla como pocas.
El sábado nos fuimos a la playa y no veas tú lo fría que está el agua en Málaga. Por Dios, ahí no mea nadie en el agua, yo que recién acabo de llegar de las Filipinas en donde el agua está calentita, calentita, del shock tan grande se me subieron los güevos hasta la garganta y ahora parece que tengo amigdalitis. Mi visita fue relámpago, así que hicimos más bien poco y el domingo a las seis de la mañana, Sergio me botaba en el aeropuerto de Málaga para regresar a los Países Bajos. El vuelo de Ryanair despegó en el minuto exacto en el que estaba previsto y aterrizamos con veinte minutos de adelanto en Eindhoven. Allí, aproveché para ir al cine y hacerme una sesión doble y después, agotado, me fui a mi casa. Y así pasé el fin de semana.
Dentro de dos fines de semana el Turco quiere que vaya a Estambul para su cumpleaños pero ya le he dicho que ni de coña. Justo ese domingo el tour de Francia pasa poco menos que por la puerta de mi casa y prefiero quedarme aquí y añadir contenido sin calidad para seguir incrementando la leyenda y el mito de la mejor bitácora sin premios en castellano
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Álbum de fotos de Estocolmo
Como en ocasiones anteriores, un pequeño regalo. En lugar de las treinta y siete fotos que vimos, tenemos un vídeo con las ochenta y cinco imágenes que seleccioné originalmente. La música que acompaña es de la canción Lollipop, cantada por The Treblemakers y que es una de las canciones de la película Dando la nota: Aún más alto – Pitch Perfect 2:
Si el vídeo no aparece, probad aquí.
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Cruzcampo Pilsen
Estando en Málaga este fin de semana tomé una Cruzcampo Pilsen, cerveza holandesa que al parecer es la más vendida en España. Digo lo de holandesa, porque la mano detrás de la correa es la de la Heineken. Esta cerveza, tiene un porcentaje de alcohol del 4,8%, un pelín bajo, un color amarillo intenso que no hace falta explicar y produce espuma que igual de rápido que viene, se va. De sabor no destaca particularmente y prácticamente lo mejor que tiene es que te la sirven helada y refresca. Si soy honesto, si me la ponen en una cata a ciegas jamás la distinguiría porque no hay nada en ella reseñable. Eso sí, cumple su objetivo, que es el de calmar el calor y baja fácilmente.