Después que no me digan a mí que los que programan las pelis no son los que provocan cosas como esta, que en el mismo día tenemos dos clásicos que han vuelto a hacer porque claro, lo nuevo siempre es más lindo. En este caso, esta es un remake de la película de cine mudo de los años veinte, aquella en la que se dice que Virtuditas tenía un pequeño papel. Se titula Nosferatu y en España se estrenó en navidades con el mismísimo título y le añadieron la frase truscoluña no es nación.
Un julay viaja a truscoluña para firmar la venta de una keli y mira que hay chusma y gentuza por allí.
Tenemos que un alemán que trabaja en una inmobiliaria tiene que viajar al recarajo porque un pavo que ha comprado un casoplón quiere firmar el contrato en su keli. Por el camino se cruza con un montón de chusma y gentuza y gitanos y cuando llega, el friki que lo recibe es más rarito que Carlos Jesús de Raticulín y como que le muerde el pechito. Cuando sabe que lo va a matar, se escapa y mientras el otro viaja a Alemania para tomar posesión de su nueva keli y afanarle la hembra al pobre desgraciado y en la ciudad, con la llegada del extranjero, acabarán en modo pandemia con muchos muertos.
Supongo que la palabra que encaja con esto es gótica. Han cuidado mucho el color, o la falta del mismo en la película para recrear la atmósfera del cine mudo y en gran parte lo han conseguido. Como película de terror, puedo confirmar y reconfirmo que no da miedo alguno, pero la historia es interesante y Nicholas Hoult está fabuloso, como casi siempre. Willem Dafou para mí tiene el papel más chorra y además, juraría que ha hecho ese mismo papel en por lo menos cien películas. El que no aparece por ningún lado por culpa del maquillaje es Bill Skarsgård, que es el supuesto Nosferatu y al que jamás se le ve porque con tantas protesis en la cara y maquillaje, no queda nada de él. Las hembras tienen un papel de florero que no veas, que resulta hasta divertido. La película posiblemente se habría beneficiado muchísimo de un corte de media hora porque con casi dos horas y cuarto, tiene demasiadas escenas que estiraron como el chicle Bazooka.
Disgustará enormemente a los miembros del Clan de los Orcos y no estoy seguro que sea algo que interese a los sub-intelectuales con GafaPasta.