El domingo cuando paseaba por Amsterdam tuve uno de esos instantes cutre-revelatorios que de ser practicante en la secta de los presuntos tocadores de niños seguramente me hubiera compelido a levitar y estigmatizarme o algo parecido aunque no creo que me hubiera dado por arrearme con el fuste ya que yo no soy muy de lacerarme. La cosa es que llega el invierno y parece que todos tenemos una forma diferente de protegernos del frío. Yo soy más bien de polos de manga corta y camiseta y me la suda enormemente si estamos en agosto o en febrero. Por eso, lo más importante a la hora de salir a la calle a disfrutar con diez grados bajo cero es tener la ropa adecuada, ya que no quiero parecer un músico peruano como muchos de los españoles que me crucé por Amsterdam el domingo y que iban enterrados en dieciocho capas de ropa con las que además, no estoy muy seguro de que estuviesen abrigados.
El primer y único nivel de defensa contra el frío que tengo es mi chaqueta The North Face. Uso un modelo TRICLIMATE que permite separar la parte interior y dejarla como una especie de anorac ligero. Con eso y solo con eso, puedo sobrevivir hasta temperaturas inferiores a los quince grados sin notar frío alguno. Es ligera, protege del viento, permite la transpiración y para mí es algo tan mágico como mi iPad. Es como si te encerraras en una burbuja que te mantiene caliente. Debajo de la misma solo está mi camiseta y hasta ahora, nunca he sentido frío. Con eso, lo único que necesito es protección para las manos y las orejas …
Con unos buenos guantes y las orejeras, voy listo. Eso es todo lo que llevo cuando salgo de mi casa y las orejeras las compré por un leuro hace unos meses, aprovisionándome con tres o cuatro porque a lo largo del invierno suelo romper unas cuantas.
Hasta al menos el lunes de la semana vamos a vivir por debajo de cero, con mínimas alrededor de los diez grados bajo cero y máximas de tres grados bajo cero. Con estas condiciones, mi agenda se va al traste porque llega la época de hacer fotos y P-A-T-I-N-A-R.
Como para patinar lo primero que hace falta es el hielo, hoy estuve paseando por Anna’s Hoeve e hice la foto anterior desde uno de los puentes, sobre el agua helada pero con un hielo que aún no tiene el grosor suficiente para que sea seguro patinar. En el momento en el que hice la foto la temperatura era de siete grados bajo cero y el aire te entra por la nariz a trompicones y cuando lo echas por la boca, procuras dirigirlo hacia la cara para que la caliente.