Una de mis palabras favoritas en inglés es disentangle, la cual se puede traducir por desenredar y que en español tiene tres significados fantásticos, ya que puede ser Deshacer el enredo o Poner en orden y sin confusión lo que está desordenado o Desenvolverse, salir de una dificultad. Así, desde hace unas cuantas semanas he estado desenredándome de GooglEvil, la corporación maquiavélica que te lo da todo gratis y cuando te tiene engoado en su terreno, te la mete sin doblar y hasta los pelos de los güevos. Así, para salir de la dificultad que supone su cambio de política de privacidad, he estado poniendo en orden y sin confusión lo que estaba desordenado, que al parecer es lo mismo que pretenden ellos hacer mientras te joden. Esto no es algo que te venga de un día para otro. Llevo meses analizando cuidadosamente la forma en la que uso las distintas herramientas en la red y las cantidades de información que suministro y las consecuencias que puede tener para mí. Con GooglEvil, partiendo del buscador, en el 2004 comenzaron a gestionar mi correo, luego los grupos de noticias, el contenido sindicado, el calendario, los contactos, documentos, vídeos y estadísticas, un montón de información sobre mí que suministraba en pequeñas dosis, cada uno con su ración porque asumía que no había trasvase entre ellos. Con su nueva política de privacidad ya te dicen claramente que quieren que tu relación con ellos sea única y juntar todo lo que les dices para (y cito literalmente): «ofrecerte sugerencias de búsqueda o personalizar los resultados que obtengas en función de los intereses que hayas indicado«.
Me comencé a desenredar por la misma punta por la que me enredé, con el buscador. Hace ya más de medio año que uso bing.com y la verdad que no añoro el otro. Después vino la información de mis contactos, que anteriormente almacenaba en los susodichos del GMail y que ahora están en la iCloud de apple, distribuidos entre mis equipos y a los que puedo acceder por Web si fuera necesario, requisito imprescindible. Con mi agenda hice lo mismo (o más bien debería decir mis agendas, ya que tengo tres). La trasladé al iCloud y cuando comencé a borrar todo en Google descubrí que no te dejan desactivar o cancelar ese servicio, así que lo único que pude hacer fue vaciarlo.
Con los documentos lo que hice fue sacar todos los importantes y pasarlos a SkyDrive, el soberbio sistema de Microsoft que además me permite editarlos bajándolos de la red, hacer los cambios y volver a subirlo de forma mágica y simple. SkyDrive tiene una aplicación para iPhone y iPad y ahora además los veo en esos dispositivos rápidamente. Mis fotos nunca han estado a su disposición ya que uso flickr, así que por ese frente no he tenido que preocuparme. El que más lata me ha dado es el GooglEvil Reader y parece que he terminado por pasarme a Netvibes, que sin ser igual, es lo más parecido que he encontrado.
El correo electrónico es lo único que voy a dejar con ellos e incluso ahí lo he limitado bastante y estoy usando dos direcciones alternativas para todo aquello que considero importante y dejar en GooglEvil lo más banal.
Todo lo anterior es únicamente una de las etapas. Ya comenté al final de la anotación Las extensiones que uso en Firefox lo que sucede con las Galletas que colocan en mis ordenadores para espiar. No me canso de repetirlo, aunque sé que no cuaja. Ellos mismos te dicen (y cito literalmente): Podremos recoger datos acerca de qué servicios utilizas y de cómo los utilizas, por ejemplo, cuando visites una página web que emplee nuestros servicios publicitarios o cuando visualices nuestros anuncios y nuestro contenido e interactúes con ellos. Estos datos incluyen:
- Datos sobre el dispositivo, incluyendo el incluyendo el número de teléfono y además y con dos cojones, te informan que GooglEvil podrá asociar los identificadores de tu dispositivo o tu número de teléfono con tu cuenta de Google.
- Datos de registro, incluyendo información detallada sobre cómo utilizas nuestro servicio, nuevamente datos telefónicos como, por ejemplo, tu número de teléfono, el número de la persona que realiza la llamada, los números de desvío, la hora y fecha de las llamadas, la duración de las llamadas, información sobre el enrutamiento de mensajes SMS y tipos de llamadas (alegría y cosa buena para los Droiderotas, que regalan todo esto a su adorada compañía del gratis total), la dirección IP, información relativa a tu dispositivo como, por ejemplo, fallos, actividad del sistema, ajustes del hardware, tipo de navegador, idioma del navegador, fecha y hora de tu solicitud y URL de referencia y cookies, que permitirán identificar tu navegador o tu cuenta de Google. No sé por qué se me pone mal cuerpo cuando alguien te está diciendo a la cara que te van a joder vivo y van a juntar todo lo que pueden saber de ti por como usas sus servicios y espiándote, porque a mí alguien que me dice que quiere saber la hora, fecha, duración y los números a los que llamo, ME ESTÁ ESPIANDO. Creo que ya hicieron la película sobre este tema. Se llamaba 1984 y es una lástima que al doblarla al español no le pusieron el título más apropiado de GOOGLEvil: 1984
- Datos sobre tu ubicación física, no solo a través de tu teléfono, sino que te cuentan que También podremos utilizar diferentes tecnologías para determinar la ubicación, como los datos de los sensores del dispositivo que proporcionen, por ejemplo, información sobre los puntos de acceso Wi-Fi y las antenas de telefonía móvil más cercanos.
- Almacenamiento local, además, tienen la suficiente jeta para hacerlo en tus propios equipos y así te dicen que Podremos recoger y almacenar datos (incluyendo datos de carácter personal) de forma local en el dispositivo utilizando mecanismos, como el almacenamiento web del navegador (incluyendo HTML 5) y memorias caché de datos de aplicaciones.
- Cookies e identificadores anónimos, por último, las famosas galletas, en las que te dicen que Podremos usar el nombre que proporciones para tu perfil de Google en todos aquellos servicios para cuya utilización sea necesario disponer de una cuenta de Google. Asimismo, podremos sustituir los nombres que hayas asociado con anterioridad a tu cuenta de Google de modo que se te identifique de forma coherente en todos nuestros servicios. Si otros usuarios ya tienen tu dirección de correo electrónico o los datos que sirvan para identificarte, podremos mostrarles los datos de tu perfil público de Google, como, por ejemplo, tu nombre y fotografía. Hoy me dediqué a fijarme en esos perfiles que ponen a la gente y parece que prácticamente todo el que me manda un correo y tiene un perfil con ello, queda inmediatamente desenmascarado, ya que casi nadie se molestó en hacer algo que expliqué hace ya más de medio año en la anotación -1 (menosuno) y así os va.
Por cosillas como las que acabamos de ver, tengo muchísimas razones para estar en guardia y a la defensiva. Yo no creo en la bondad infinita y de la misma manera que si veo un cura viniendo hacia mí procuro poner distancia para evitar eso que tanto les gusta con nosotros los que somos y seremos siempre niños, a GooglEvil ya le he puesto coto y no les dejo cruzar la línea. Conviene recordar que no tengo perfil en el CaraCuloLibro o redes asociales similares y que le doy el mismo valor al número de teléfono que a un cepillo de diente y lo cambio con mucha frecuencia.
Y por si acaso, la Navegación privada debería venir activada por defecto en todos y cada uno de los navegadores actualmente en el mercado para no guardar ninguna información sobre los sitios y páginas que has visitado mientras navegas.
El ritual de ir al cine es un gran acto de fe. Cuando compras la entrada y te sientas en tu butaca, no sabes si todos y cada uno de los que han trabajado para crear el producto han dado lo mejor de sí mismos y si por alguna extraña magia que no se puede explicar, se ha producido el milagro y conseguirán transportarte a otro mundo y hacerte vivir una historia durante un par de horas. Es magia. Eso es el cine y la magia se puede disfrutar a cualquier hora, así que últimamente frecuento las sesiones matinales, más tranquilas y con el cuerpo todavía fresco tras una noche durmiendo. La semana pasada fui a ver The Rum Diary, película que no tiene fecha de estreno en España aunque visto el cartel, seguro que acaba por llegar (Actualizado: se estrena a principios de mayo con el título de Los diarios de Ron ya que al parecer el distribuidor es mongólico y no sabe que no es una persona sino una bebida y lo ha puesto en mayúscula).
