Distorsiones

Creo que reservé y cancelé la reserva dos veces antes de ver esta peli y la razón era una combinación de lluvias torrenciales, tres horas de duración y que volvería a mi casa cerca de la medianoche y ensopado y por más que amo el cine, he llegado a un punto en el que lo de cancelar entradas lo practico como si fuera un deporte olímpico, que llevamos tres meses con el monzón y si recibo dos baños de agua fría yendo y viniendo del trabajo, que en ocasiones son cuatro si contamos el trayecto a la estación del tren y desde la estación de destino al trabajo, ya me parecen más que suficiente. En mi última visita a la filmoteca antes de las vacaciones conseguí colocar esta peli en horarios más naturales y así fue como vi Beau Is Afraid, que parece que en España se estrenó al final de abril como Beau tiene miedo.

Un julay cagadito de miedo le tiene pánico al chimpún.

Tenemos un panoli que vive en una barriada super-violenta y que padece de ansiedad. Tiene que ir al cumpleaños de su madre en otra ciudad pero los planes se le chafan cuando se queda dormido y pierde las llaves de su keli. A partir de ahí tendremos una sucesión de barbaridades y eventos absolutamente increíbles en los que se verá involucrado camino de la keli de su vieja. Conoce a una familia de frikis que lo adoptan, acaba en un bosque con una especie de circo de artistas, se encuentra con la pava que le gustaba en el instituto y finalmente ve el cadáver decapitado de su madre.

Son tres horas de una fantasía desbocada sin pies ni cabeza, todo con Joaquin Phoenix siempre, siempre, siempre en pantalla y volatadas que no dejan de suceder. Tiene momentos hilarantes, pero de tirarte al suelo de risa, pero también, en algunas partes, se pasan de vuelta con las escenas y las alargan demasiado. Hay una cantidad ingente de escenas que recuerdas cuando ha acabado la película por todo lo que te reíste. Entre lo que menos me gustó está el juicio final, me pareció una manera chabacana de acabar una historia fabulosa que tendría que haber terminado en la casa. Pese a eso, el balance es muy positivo y la historia es de las que recuerdas. El barrio peligroso en el que vivía Beau parece sacado de un videojuego, con gente muerta por las aceras y todo el mundo pasando a su lado sin que les importe y los frikis que lo acosaban son divertidísimos.

Esto puede provocar una estampida de pánico si lo ven los miembros del Clan de los Orcos. Debería fascinar a muchos sub-intelectuales con GafaPasta.

Reservé entrada para ver esta peli en dos ocasiones y al final cancelé la reserva en el último segundo porque era siempre la última peli del día y estaba cansado y por razones que escapan a mi falta de comprensión, pese a ser en teoría una peli neerlandesa, como que solo se ha estrenado en la filmoteca y en un escaso puñado de cines. Finalmente la pude ver. Se trata de Het Verloren Transport y estoy flipando en sesenta y tres dimensiones porque se ha estrenado en una plataforma teleledigital y tal y tal española en abril con el título de 1945: tres mujeres, que no tiene nada que ver con el título original aunque sí que se refleja en el póster de la película. Esto se podría haber traducido mucho mejor como truscoluña no es nación y en el peor de los casos como el transporte perdido.

Unos julay que la estaban pasando putas la siguen pasando putas, con chimpún.

Resulta que cuando el emporio de Adolf Hitler se desmoronaba, de algunos campos de concentraciones salieron trenes llenos de prisioneros, en concreto en la peli nombran tres trenes y uno de ellos quedó en tierra de nadie, entre rusos malos-malísimos y aliados bellas-personas. Los que iban en el tren, al menos algunos, eran judíos neerlandeses. Unos rusos que pasaban por allí los llevan a un pueblo cercano, en el que hacen una escabechina y matan a alemanes que son muy pero que muy nazis y después los judíos parece que llegaron con las fiebres tifoideas, allí no tienen medicinas y aquello es una plaga bíblica peor que las truscolanas que han azotado España.

Resultó que nos cuentan una historia bastante curiosa de algo que sucedió en Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial y de lo que yo no tenía idea, aunque claro, sabiendo de mi ignorancia tampoco es para sorprenderse. La historia es un tanto rara porque tenemos a las tres pavas, la de la izquierda una soldado rusa, la del medio una judía neerlandesa y la de la derecha una alemana del pueblo y todas acaban viviendo en una keli, la de la alemana, que se la han ocupado y como que se llevan mal, a veces bien, se pelean, a veces no se pelean, hay como un montón de incongruencias que le pasan factura a la historia porque la complican demasiado. La judía además va con el marido que agarra las fiebres tifoideas.

Esto definitivamente vetado para miembros del Clan de los Orcos y yo tampoco se la recomendaría a sub-intelectuales con GafaPasta. Algo flojilla.

No voy a mentir, esto solo lo fui a ver porque me cuadraban los horarios, que la que me interesaba venía más tarde, que yo si veo un póster de una película con una francesa con gafas, como que casi que prefiero no ir a verla porque eso barrunta masque que no veas. Puedo confirmar y confirmo que me equivoqué y al final la historia resultó mucho más interesante de lo que yo me esperaba. La película se titula La syndicaliste y llega a España dentro de dos semanas con el fastuoso, asombroso y delirante título de Un blanco fácil, que no sé si lo sacaron de los uniformes de las pavas que se ven por detrás en el póster o del sombrero de un trapichero, que está clarísimo como la luz de un agujero negro que la traducción literal era truscoluña no es nación.

Una julay que busca líos sindicales las pasa putas y canutas pero sin chimpún.

Tenemos una gran empresa que parece tener centrales nucleares o que las construye o algo así y en la misma hay una sindicalista, uno de esos liberados del sindicato o como quiera que se llamen, que defiende a los trabajadores. Se entera que están preparando un trapicheo con chusma y gentuza china de la peor y sale como un perro de presa a por el presidente de la empresa. Después le empiezan a suceder cosas malas y malísimas y hasta la pasma se pone en contra suya pero ella sigue erre que uve intentando demostrar su inocencia. O algo así.

Esto al final resultó ser más bien una peli de suspense, en la que las cosas van cambiando y nos vamos enterando de todo lo que sucedió en los últimos diez años, que esto resulta que está basado en una historia real y esto sucedió y los chinos metieron la mano para intentar construir centrales nucleares en Europa y robar tecnología o algo así y como la sindicalista ponía en peligro las comisiones de los que estaban trincando la guita, como que la silenciaron de la forma más sucia que pudieron. La película funciona aunque también tiene alguna movida tonta que se podría haber suprimido y si en lugar de dos horas hubiese durado hora y media, habría ganado muchísimo. La protagonista es Isabelle Huppert, que es una actriz conocida, aunque no la recordaba con el pelo tan rubio y lo hace bastante bien. Algunas de las tramas secundarias cansan y no interesan. El final está muy conseguido.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te puede provocar una severa reacción alérgica. Es posible, aunque también puede suceder que no, que atraiga a algunos sub-intelectuales con GafaPasta.