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  • Un águila ataca a la otra

    12 de febrero de 2010
    Un águila ataca a la otra

    Un águila ataca a la otra, originally uploaded by sulaco_rm.

    Pasaron veinte segundos desde la imagen que vimos ayer y las águilas se iban alejando de nosotros cuando una de ellas atacó a la otra. Mi reacción fue instintiva. Pulsé el botón de disparo y la cámara comenzó a hacer fotos. Fue una lástima que estuviesen tan lejos pero aún así merece la pena ver la secuencia y lo que haré es que en los próximos dos días agruparé todas las imágenes en un par de anotaciones para así aligerar y acabar con esta serie para el domingo. La velocidad de disparo fue bastante alta, de 0.0002 segundos o el equivalente a dividir un segundo en cinco mil trocitos y tomar únicamente uno de ellos.

    Al revisar las fotos descubrí que en el momento del impacto, el águila que fue atacada perdió el pescado, el cual podéis ver alejándose de las dos águilas.

  • Mi primera vez ??

    11 de febrero de 2010

    Mi primera vez fue en octavo de la E.G.B.

    Si alguno ya se está relamiendo de gusto y se cree que aquí va a caer el bombazo del milenio, ya os podéis ir a dar una ducha de agua fría porque no sucederá.

    No recuerdo muy bien para qué asignatura fue porque ese profesor me tocó en diferentes ocasiones a lo largo de los tres últimos cursos pero sí que recuerdo el tema. Era sobre la historia de la aviación. En aquella época no teníamos Internet así que tuve que ayudarme de los libros que mis padres me habían ido comprando durante varios años. Como todos los chiquillos, yo también soñaba con ser piloto y me fascinaban esos pájaros metálicos que veías en el cielo. Saliéndome del asunto, recuerdo que a una compañera de la universidad la rechazaron en las pruebas para controlador aéreo cuando le preguntaron la razón por la que quería convertirse en uno de ellos y respondió que desde que era una niña siempre había soñado con ser controladora aérea. Si la hubieran tenido conectada a un polígrafo, lo quema con tremenda mentira. Nadie quiere ser controlador aéreo de pequeño. Sólo cuando comprendes el valor del dinero y buscas ganar más trabajando menos es cuando miras hacia esa profesión con algo de interés y mucha codicia.

    Volviendo al tema, en mi primera vez tenía que desarrollar el tema de la historia de la aviación en unos cinco minutos. Formaba parte de las cosas que había que hacer en ese último año de enseñanza básica. Tuve que hacer un guión, expandir cada uno de los puntos y poblarlos con información relevante e interesante y después buscar la manera de transmitir aquello que tenía sin que se notaran demasiado las pérdidas de sincronismo y sin ponerme nervioso. Ensayé en mi casa repitiendo mi presentación una y otra vez hasta prácticamente aprendérmela de memoria y para cuando me tocó exponerla, tenía un nudo de tensión en el estómago que desapareció en el momento en el que comencé a hablar.

    Con tantos años pasados en aulas, ya había notado que los mejores profesores no solían fijarse en una sola persona y paseaban la vista por la clase sin detenerse en nadie. Deduje que mantenían su vista enfocada en algún lugar de la parte trasera del aula y eso fue lo que hice. Todo lo demás vino rodado. Acabé mi presentación y me sorprendió un poco que los compañeros y el profesor aplaudieran. Conseguí un sobresaliente.

    Después vinieron más presentaciones, en ocasiones con una gran audiencia y descubrí que no tenía ningún problema en hablar en público y en tener el control de mi actuación. En la universidad, en el trabajo o en donde sea, puedo hablar sin problemas sobre un tema que me haya preparado y el miedo escénico desaparecerá en el mismo instante en el que comienzo a hablar y la gente no notará que hasta una milésima de segundo antes estaba completamente aterrorizado.

    Esta semana fue mi primera vez en holandés. Tenía que preparar una pequeña exposición de unos tres minutos para mis clases de neerlandés. El tema que elegí fue la fotografía de aves en los Países Bajos. Por gandulismo y por falta de tiempo no preparé nada y el día que tenía que exponer me lo pasé preparando mi guión, escribiendo unos párrafos para guiarme y seleccionando unas cuantas fotos de aves que quería enseñar. Todo fue muy vago y con la cantidad de material que tenía supuse que no me daría para más de un minuto y medio. Supuse muy mal.

    Supuestamente teníamos que presentar dos pero la otra chica se excusó y yo le comenté a la profesora que apurando, apurando llegaría a los dos minutos. Me dijo que no importaba y que mejor algo que nada. Esta es la segunda presentación en este curso y aún no nos hemos acostumbrado al sistema que se usa. Nos dividimos en varios grupos y unos controlan la gramática de la persona que habla, otros el uso de coletillas, la claridad al hablar, la pronunciación, la repetición, el contenido y demás. Cuando todos tenían claro aquello a lo que debían prestar atención me dieron luz verde y puse en marcha el cronómetro de mi reloj. Miré hacia delante, leí por última vez la primera frase de mi chuleta y me lancé. Al igual que aquella primera vez tantos años atrás, el miedo era tan intenso que lo podía sentir en el estómago como una bola de tenis. Me aterrorizaba olvidar palabras, o saltarme alguna de las cosas que quería contar. En el instante en el que comencé, el miedo desapareció y expliqué a mis compañeros cosillas sobre la fotografía de aves en Holanda, les mostré algunas aves y llevé a mi audiencia por el camino que quería. Mientras hablaba los observaba y miraba sus caras, estudiaba sus reacciones y procuraba dejarme llevar por la Fuerza y no pensar en español. Dejé que el neerlandés fluyera desde las fuentes más recónditas de mi interior y cuando terminé miré el cronómetro y me quedé blanco. Habían pasado diez minutos y medio. Todos prorrumpieron en aplausos. Después llegó el momento de las críticas pero fueron bastante suaves y casi que lo peor es que mi acento es muy pronunciado en algunas palabras, algo que no puedo ni podré evitar nunca porque la forma de usar la boca para hablar holandés es totalmente distinta al español o inglés y hay sonidos muy sutiles que yo no puedo hacer. Confirmaron que comprendieron todo aquello que les dije, que se entretuvieron bastante con la presentación y que en ningún momento tuvieron la sensación de que me quedaba atascado, aunque mi profesora notó que en algunos momentos expliqué conceptos usando rodeos por desconocer la palabra adecuada.

    Esta primera vez en holandés salió mucho mejor de lo que esperaba.

    Hoy tuve otra primera vez y aunque no tenía que hablar, estaba igual de nervioso. Mi amigo el Moreno me pidió que lo sustituyera e hiciera las fotos de la firma de una alianza entre la multinacional en la que yo trabajo y otra gran empresa. Acepté y planeé el llegar a la oficina con tiempo para poder disparar unas cuantas fotos en la sala que iban a usar y así ajustar la cámara. Mi plan original era llegar a la oficina a las ocho y media y ajustar mi equipo durante diez o quince minutos ya que la reunión comenzaba a las nueve y la firma y sesión de fotos serían alrededor de las diez y media. Por primera vez este año me levanté antes que el reloj llegara a las siete de la mañana y salí de mi casa con un montón de tiempo. Por la noche había vuelto a nevar, la temperatura era de cinco grados bajo cero que se sentían como trece grados bajo cero por culpa del viento y por eso opté por el transporte público ya que no quería arriesgar el caerme llevando en mi mochila la cámara de fotos. En la parada ya había bastante gente y pronto quedó claro que el transporte público estaba tocado por la nevada. Estuvimos esperando unos veinte minutos hasta que llegaron dos guaguas juntas y el trayecto hasta la estación duró casi el doble de lo que suele ser habitual. Llegué al andén corriendo para no perder el tren pero también estaba retrasado.

    En Hilversum, las guaguas se habían escondido y en la estación solo había una multitud que miraba los paneles, miraba la nieve y el hielo en las carreteras y volvía a mirar los paneles y meneaba la cabeza con resignación. Finalmente entraron un par de guaguas y entre ellas una que me llevaba a unos tres minutos de la oficina. Esos tres minutos fueron más bien diez porque las calles del barrio eran pistas de hielo.

    Para cuando llegué a mi despacho eran las nueve y cuarto y el evento había comenzado. Hice un par de pruebas usando la mesa de mi despacho pero las condiciones de luz son totalmente distintas a la sala de juntas. A la hora esperada me avisaron y me acerqué al lugar con un nudo en el estómago y la inseguridad de no saber como saldría la cosa. Frente a mí, un puñado de próceres que representaban a ambas compañías. Sin ni siquiera saber como sucedió, pronto me vi dándoles órdenes, reubicándolos, explicándoles como debían mirar o hacia donde y les hice fotos firmando, estrechando manos, hablando y brindando con algo que parecía champagne. La sesión salió muy bien, las fotos estaban un rato más tarde en las manos de la gente del departamento adecuado y a primera hora de la tarde salía la nota de prensa.

    Es curioso como las primeras veces parece que también gustan de arrejuntarse y en una sola semana he tenido dos. Aún quedan tres días y espero que vengan más tranquilos aunque sé que el sábado también tendré otra primera vez, una muchísimo más especial que las dos de las que he hablado. La hija mayor de mi amigo el Rubio va por primera vez al cine y lo hará conmigo, a la versión holandesa de la película de Walt Disney La princesa y la rana. Al menos ese día no seré yo el que esté nervioso. En el cine estoy tan a gusto como en casa.

  • Pigargos europeos volando en formación

    11 de febrero de 2010
    Pigargos europeos volando en formación

    Pigargos europeos volando en formación, originally uploaded by sulaco_rm.

    Un poco después de acabar de hacer las fotos de la serie que hemos visto hasta ayer nos dimos cuenta que el águila volvía hacia nosotros acompañada por otro pigargo europeo. Volaban en formación y como veis en la imagen, ambos son ejemplares adultos con su característica cola blanca. Como estos animales son monógamos es posible que se trate de una pareja. En la foto no se aprecia bien porque estaban lejos pero el de la izquierda aún lleva el pescado en sus garras.

  • A tomar puñetas con el Buzz

    10 de febrero de 2010
    buzz

    Resulta que esta mañana en mi GMail, debajo del buzón de entrada me apareció algo llamado buzz que al parecer es la respuesta por parte de Google a la amenaza de las redes sociales. Como me lo plantaron sin que yo lo quiera aproveché para echarle un vistazo. Me metí y te aparecía una ventanita acogedora para escribir muy al estilo del tuiter o el feisbukkake. Me llamó la atención que el sistema ya me había puesto a seguir a gente y otros me seguían a mi sin que yo lo haya pedido. Al hacer clic sobre esa ventana tan mona me aparece una ventana malvada que lo vuelve todo gris a su alrededor y me informan que si quiero transmitir, buzzear o como coño se llame, he de convertir mi perfil en público. Básicamente quieren usar mi nombre y apellidos para indexar toda la información relativa a mi persona y que todo el mundo la pueda encontrar siempre que quiera.

    Ya sabéis que soy un fanático ultraconservador en lo que se refiere a los datos que dejamos en la red y me opongo frontalmente a la divulgación de los mismos. La pregunta que te hacen es capciosa y poco clara y si se te ocurre aceptar, inmediatamente habrás dado permiso a Google para que use tu nombre y tus apellidos con todo aquello que la gente comparta contigo y con todo aquello que tú quieras compartir.

    La siguiente media hora la pasé ajustando mi perfil para que (1) nadie lo pueda acceder, (2) eliminar todos los enlaces que me pusieron de gente a la que no quiero seguir, (3) buscar por algún lado si hay alguna manera de evitar que te sigan y (4) averiguar como desactivar el buzz ese de los cojones.

    Tuve éxito con las actividades (1), (2) y (4) pero no con la (3) y para cuando terminé con las actividades relacionadas con estas tareas ya tenía 6 siguiéndome (o eso se creen ellos).

    Después me molesté en leer la política de privacidad del google buzz, algo que por supuesto todo el mundo ha hecho y en la misma encontré las siguientes perlas que definitivamente han conseguido que JAMÁS lo vaya a usar:

    • Si desea publicar en Google Buzz debe disponer de un perfil público de Google que, como mínimo, incluya su nombre y apellidos. [Aquí me perdisteis chicos, no tengo ningún interés en poner información en la red con mi nombre y apellidos]
    • Cuando acceda por primera vez a Google Buzz le indicaremos de forma automática a qué usuarios puede seguir basándonos en los contactos con los que más se comunica por correo electrónico y chat. [El Gran Hermano ahora me dice con quién tengo que tratar]
    • Su nombre y fotografía, así como la lista de seguidores y de usuarios a los que sigue, se mostrarán en su perfil de Google. Puede optar por no mostrar en su perfil la lista de seguidores y de usuarios a los que sigue.[Que más quisieras que te deje toda esa información para que la puedas usar]
    • Si sigue a un usuario que muestra públicamente la lista de seguidores en el perfil de Google, el nombre que haya especificado usted en su perfil aparecerá en esa lista. Del mismo modo, si un seguidor muestra su lista de seguidores en el perfil, usted aparecerá en esa lista pública. [Esta es la razón por la que quiero borrar a la gente que me sigue. No me sale de los huevos que otras personas me enlacen en sus perfiles y los hagan públicos]
    • Cuando utilice Google Buzz, es posible que recopilemos información relacionada con el uso que usted hace del producto, como las publicaciones que le gustan o que comenta, o los usuarios con los que se comunica. [Básicamente, me queréis espiar]
    • Si utiliza un dispositivo móvil para crear una publicación en la cual se indica su ubicación, Google registrará esta ubicación y la mostrará a otros usuarios. [Y también saber los lugares a los que voy y chivarse a otros. Fantástico chicos, el Gran Hermano en versión Don’t be evil]
    • El uso de la información que usted nos proporciona se describe en la Política de privacidad de Google. [O sea, que me tengo que leer otra política de privacidad ya que aquí no lo contáis todo. ¡Genial!]
    • Asimismo, si sube una foto a través de la interfaz de Buzz o decide enviar imágenes a [email protected], incluiremos esas fotos en un álbum web de Picasa y crearemos una cuenta de Álbumes web de Picasa en su nombre en caso de que no disponga de una. [¿Acaso se puede ser más malvado? Además de saber a donde voy y con quien trato, también queréis mis fotos]

    Imagino que en menos de una semana me empezarán a llegar los correos de la gente que quiere informarme de todo aquello que rodea sus vidas, que quiere compartir conmigo esos vídeos y páginas que TENGO que ver y de ahí a un incremento substancial de las reglas de mi correo para eliminar el ruido de fondo habrá un paso.

    Recordemos a los despistados cual es la política de privacidad de Sulaco:

    • Procura no mandarme mierda que según tú me interesa porque no es así. NO me interesa.
    • Ni te molestes en seguir mi perfil. Jamás verás nada en el mismo. Repito para los lentos: J-A-M-Á-S.
    • Mi tolerancia con las invitaciones se reduce al LinkedIn. Añado a mi regla particular de SPAM a todas aquellas personas que me invitan a algo. Si te preguntas por qué no respondo a tus correos, posiblemente sea porque ya no los leo. Ya que estás leyendo esto aprovecho para desearte ¡Que te vaya lindo!
    • Busco cada cierto tiempo mi nombre para ver lo que hay indexado por ahí afuera. No creo que me quieras tener como enemigo así que yo me abstendría de poner fotos o cualquier otro contenido refiriéndote a mí. Esta regla carece de excepciones o singularidades.
    • No necesito quinientos dosputocerolos que digan que son mis amigos. Mis amigos saben que lo son y tenemos una relación muy sana y basada en el contacto real.
    • Si no quieres que cuente tus secretos, guárdalos para ti. En el momento en el que abres la boca un secreto deja de serlo.
    • Mi concepto de red social implica buena comida, bebida y conversación y todos los participantes bajo el mismo techo. Si todavía crees que quiero jugar contigo a la Granja o a la mierda de turno, deberías solicitar al Estado que te den la paga por subnormal porque te la mereces.
    • Si no intercambiamos correos, no nos llamamos ni nos mandamos mensajes telefónicos, quiero que tengas algo claro: NO ERES MI AMIGO

    Y para aquellos que estén interesados en saber como deshacerse del Buzz ese de los cojones y mandarlo a tomar puñetas al quinto infierno, en la parte inferior de la página de GMail podréis desactivarlo. Los que me habéis añadido voluntaria o involuntariamente a vuestra lista de seguidos, quizás deberíais tomaros la molestia y borrarme para no enrarecer el trato.

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