Acabamos la visita a Delft pasando por encima del Delftsche Vliet, un canal entre Delft y Rijswijk que se usaba en el pasado (y aún se usa) como vía de comunicación entre las ciudades holandesas.
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El fiasco del Evernote
Cuando preparaba mis vacaciones en Praga estuve mirando para llevarme toda la información en el iPhone y así no andar cargando con papeles. Buscaba una forma sencilla de almacenar todo tipo de documentos y poder acceder a ellos fácilmente tanto desde un ordenador como desde el iPhone. Hasta ahora lo que hago es crearme listas usando una combinación formada por la aplicación Todo junto con mi cuenta en Toodledo. Con ellos preparo la lista de la compra, los platos que quiero cocinar, las ideas que se me ocurren para escribir en mi bitácora y todo aquello que puedo ordenar en una lista. Por ejemplo, estás en la cocina y te das cuenta que no te queda café. Cojo el teléfono y añado en la lista de la compra el café y así la próxima vez que pase por el supermercado lo tendré apuntado. No os podéis ni imaginar lo útil que es el poder almacenar la información de esta manera y lo eficiente que me he vuelto. Con el Evernote y su promesa de acceso sin conexión a la información me las prometía felices. Puse en mi cuenta los documentos PDF con la reserva de hotel, los billetes de avión, el coche de alquiler, la cartelera de los cines de Praga y algunos con información turística de restaurantes y lugares que visitar. Sincronicé el iPhone y todo estaba en su interior.
Según decía el programa, para tener acceso a la información sin conexión tenías que marcar los documentos deseados como favoritos así que fui uno a uno añadiéndoles la estrella y volviéndolos favoritos. Por si acaso me llevé una copia en papel de todo y salí tan contento para Praga.
No os podéis ni imaginar el disgusto cuando se me ocurre mirar en el hotel y veo que en realidad, el Evernote guarda el título de la nota que has almacenado como favorita pero no te permite ver su contenido, así que la promesa de poder acceder a tus cosas sin conexión es una rotunda mentira. La aplicación se volvió totalmente inútil ya que solo te vale si tienes acceso Wifi o a través de tu operador telefónico a tu cuenta. Me pasé por los foros de la compañía y descubrí con horror que en realidad es un problema conocido por muchos usuarios y pese a que ellos se jactan de que puedes usar las notas que has marcado como favoritas sin conexión, en realidad mienten.
Me pregunto si todos esos que la han laureado tanto han salido alguna vez del poblacho en el que residen y han saltado por el mundo ya que no entiendo qué le pueden ver a una aplicación supuestamente creada para mejorar mi productividad cuando no la puedo usar para aquello que según ellos ha sido ideada.
Para mí el famoso Evernote acabó desapareciendo de mi teléfono por ser algo inútil.
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La semana pasada en Distorsiones
Después de vivir una aventura extraordinaria y antes de comenzar el relato en De unas y otras cosas reflexioné sobre algunas de las cosas que vi durante mi estancia en Polonia. Una vez entramos en materia, en Los preparativos y el comienzo del viaje a Polonia tenemos el primer capítulo y continuó en La llegada a Stepniczka. Esta semana espero seguir escribiendo sobre este viaje aunque aún no sé si tendré las fotos preparadas. Aunque suena cansino, por suerte (o por desgracia) me faltan horas para hacer todo lo que quiero hacer y procesar más de dos mil fotos no es una tarea sencilla. Estoy tratando de reducir el número a un par de cientos pero es algo doloroso y tedioso.
Cambiando de tema, esta semana llegó El día que cayeron las hojas y los árboles están prácticamente pelados. Es oficial, estamos en Otoño.
Por una extraña conjunción estelar, la inacabable serie de bicicletas se ha cruzado con una de las tradiciones más curiosas de los Países Bajos en Abraham en bicicleta.
La semana pasada vimos más imágenes de Delft. Primero le echamos un vistazo a la La cerámica azul de Delft, después vimos La guardia de la noche de Rembrandt en cerámica azul de Delft y curioseamos en Una terraza sobre el canal para acabar en la Iglesia junto al canal. Esta semana terminará esta serie y aún no sé con qué continuaré.
Como me gusta mucho la forma visual para mostrar las cosas y probando con nuevas maneras de presentar la información comenzaré el repaso de las películas que vi la semana pasada en el Cine con los carteles de las mismas y si hacéis clic en los mismos os llevará a la anotación correspondiente:
Las películas fueron la más bien mala Fame ? Fama, el homenaje póstumo a Michael Jackson en This Is It y una historia de miedo aburrida llamada Jennifer?s Body ? El cuerpo de Jennifer.
Siguiendo con el repaso visual, las cosas que salieron de mi cocina (y de la cocina del Rubio porque estuve en su casa y me obligaron a hacer magdalenas para sus hijos) han sido (y os recuerdo que haciendo clic en la imagen iréis a la correspondiente receta):
Y por último, la gráfica con las estadísticas de uso de navegadores durante el mes de octubre. Internet Explorer de Microsoft continúa su lento declive y por segunda vez este año cruza la línea del 60% y se queda en un 59.56%, Firefox crece un poco pero parece estancado en el 30.7% y el Google Chrome avanza rápidamente y ya tiene un 5.25%. Este último me ha sorprendido. Lo probé y no me pareció nada especial pero al parecer hay mucha gente por ahí afuera a la que le gusta. Safari mantiene su cuarta posición con un 2.66% y el resto de navegadores no tienen prácticamente presencia.
Así transcurrió la semana.
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Jennifer’s Body – El cuerpo de Jennifer
El día que se celebra Halloween no podía dejar pasar la ocasión e ir a ver alguna película de terror. Estuve a punto de hacerme una sesión doble pero al final desistí porque no quería llegar tarde a mi casa y también porque la primera película ya me quitó las ganas de seguir. Se trataba de Jennifer’s Body la cual se estrenó en España a finales de septiembre con el título de El cuerpo de Jennifer.Un malaje de raticulín toma posesión del cuerpo y alma de una julay de instituto periférico y la obliga a cambiar de dieta
En los institutos americanos parece que siempre tiene que haber una piba guapa y cabrona que se rodea de algún callo malayo para lucir más y que hace la vida imposible a los demás. Esa misma totorota va a un bar y allí se mezcla con un grupo de malas compañías. Acabará poseída por algo malvado que la obliga a matar de forma cruel a compañeros de clase si quiere seguir luciendo hermosa. Su amiga la fea tendrá que luchar contra ella y solucionar la papeleta.
Cuando pones a Megan Fox
en una película ya estás mandando un mensaje a los espectadores avisándoles que no se esperen nominaciones a los Oscars ya que este cacho de carne con ojos está negada del don de la actuación y lo único que puede es pasearse por la pantalla como mercancía de consumo rápido mientras siempre pone la misma cara de mongola. Ella intenta aparentar sensualidad pero es que no puede, es una nulidad como actriz y alguien debería hacerle un favor y decírselo. Si a eso añadimos un guión tan estúpido que lo debe haber escrito alguien lobotomizado y que no lleva a ningún lado ni tiene ningún tipo de tensión argumental, el resultado navega en las aguas de la mediocridad y de ahí no sale. Salvo por ver a esa mujer no hay ningún aliciente que destacar ya que la historia es mala, las muertes son malas, los sustos son nulos y ofende que digan que es una película de miedo ya que de eso sí que no hay.
Resumiendo, perfecta para ir con los amigotes y aullar cada vez que sale la tipa en pantalla o mejor aún para no ir al cine y esperar a que la pasen por la tele.
