Hace unos años, cuando comencé a comprarme equipo fotográfico, alguien me dijo que eso era tirar el dinero y que para hacer buenas fotos la cámara más cutre era más que suficiente. El consejo vino de un intelectual de la miseria, uno que sabe mucho de nada. En uno de los primeros libros de fotografía que me compré, el autor decía en la tercera página del libro que si quieres soñar con hacer fotos como un profesional te tienes que comprar el equipo que usan los profesionales. En otras aficiones puede que el equipo que uno tenga no afecte al resultado pero en la fotografía, la calidad de la óptica y del equipo es fundamental. Puedes tener delante de tus ojos el paisaje más hermoso que hayas visto en tu vida que si lo único que tienes a mano es la cutre-cámara de tu móvil es más que probable que consigas una cutre-foto. Con los años he ido añadiendo piezas a mi equipo, cada una pensada para una situación determinada. Tengo objetivos para macro, variables, de ojo de pez, extensores, flash, trípode, memorias, anillos de extensión, baterías de repuesto y un montón de parafernalia más. Antes lo guardaba todo en un rinconcito y ahora casi que ocupa un armario completo.
Desde hace un mes he estado tratando de conseguir un objetivo de segunda mano canon EF 400mm f/5.6L USM o uno de 300mm. La razón es que dentro de poco más de una semana me voy a Polonia con un grupo de fotógrafos holandeses y pasaremos cinco días capturando imágenes de águilas pescadoras y aunque no estarán muy lejos, no tengo en mi equipo nada que cubra la distancia necesaria. Después de intentar sin éxito pillar uno de segunda mano esta semana me rendí y opté por comprarlo nuevo. Lo encargué y ayer me lo entregaron.
El eje central de la expedición a Polonia y de futuras salidas para fotografiar aves y otros objetos que no están cerca es un objetivo enorme, el más grande de todos los que tengo y que produce imágenes de una calidad muy buena. Me ha costado un pastón pero conque logre una sola imagen decente de un águila habrá merecido la pena.
Otro día haré una nueva foto de familia con todos juntos aunque como me deshice de mi vieja Canon EOS 350D, dependeremos de la mediocre calidad del iPhone para la foto. Ahora que acaba de salir al mercado la nueva Canon EOS 7D me está entrando el gusanillo y como me de un arrebato vendo mi cámara y me compro una de esas.