Desde que llegó la primavera el tiempo parece volar, me faltan horas cada día para hacer todo aquello que quiero y debo. Cocino, trabajo en el jardín, escribo, estudio, vuelvo a estudiar, voy al cine, salgo con los amigos, paseo, doy más paseos, me tumbo a tomar el sol, hablo con los vecinos y así sucesivamente. En esta espiral frenética, aún no he tenido demasiado tiempo para preparar mis vacaciones en Malasia que comenzarán en un par de semanas. Ya tengo un par de guías turísticas y solo debo sentarme y decidir lo que quiero hacer una vez esté allí. A partir del miércoles le prestaré más atención. Hasta mañana estoy liado estudiando para mi examen de cuarto nivel de holandés. Tengo muy poca fe en el examen que haré mañana por la tarde. Me temo que si paso, estaré rondando los límites del aprobado porque no solo la teoría se me atraganta, el uso y abuso de las preposiciones me está volviendo loco.
Mañana demostraré mis conocimientos en la voz pasiva, enrevesada y absurda. También con el maléfico er, una partícula con la que he mantenido una relación de odio y odio desde que me la presentaron y para complicar las cosas aún más, llegarán los relativos y el dichoso zou, uno que viene a sustituir al subjuntivo del español y aporta irrealidad y cortesía según como se use. Son cuatro puntos bien simples, en teoría, porque a estas alturas hilamos muy fino y las cosas nunca son lo que parecen.
Anoche mientras dormía tenía pesadillas con gente que me hablaba en holandés y yo los intentaba corregir porque no lo hacían bien y ellos se enfadaban conmigo. Estoy en un punto en el que me he vuelto un teórico de la lengua neerlandesa, conozco la gramática a un nivel tal que ni siquiera mis amigos me pueden responder a las dudas que les planteo pero sin embargo no hablo por vergüenza, por dejadez, por no romperme la garganta o por una combinación de todas las anteriores. Salvo con mis vecinos y con algunas personas muy específicas, uso el inglés para comunicarme y desde primeros de mes estoy intentando ir desplazando mi segundo idioma para que el tercero adquiera velocidad y soltarme de una vez.
Una vez acabe el curso, tendré que esperar hasta finales de septiembre para comenzar con el siguiente nivel y visto lo sencillo que resulta el libro que usamos y lo completo que es, puede que me compre el que equivale a los dos niveles que me faltan y me lo estudie por mi cuenta (o al menos uno de ellos). De esta forma estaría antes preparado para realizar el NT2 (Nederlands als Tweede Taal u holandés como segundo idioma), uno de los objetivos que me he propuesto para el futuro más cercano, junto con la nacionalidad holandesa.
Volviendo al tema de Malasia, hay solo una cosa que ya he hecho. Me he vacunado. Hace una semana y media tuve una cita en el GGD, el organismo encargado de este asunto y después de un cuestionario y una charla, la mujer que me atendió me aconsejó vacunarme de Polio, Tétano, Difteria y Hepatitis A. Fueron dos inyecciones tumbado, ya que yo y las agujas nunca hemos tenido una buena relación y después me compré un par de productos que me sugirió. Una hora más tarde ya estaba malo. Yo creo que en tres días pasé las cuatro enfermedades, las sudé de mala manera. Al menos la cosa ya está clara. Me falta comprar un producto para cortar la diarrea en caso de que aparezca y sanitariamente hablando estoy listo. Dentro de seis meses me pondrán otro chute de Hepatitis A y al parecer los efectos me durarán veinticinco años. Antes de que me llamaran, mientras esperaba en la sala de espera escuché una conversación de una chica que iba para la segunda vacuna contra la Rabia. Me reí por lo bajini pensando en la mala baba que tiene que tener su maromo cuando la pobre se vacuna contra eso.
En fin, que como siempre, por aquí no tuvimos Semana Santa, únicamente Lunes de Pascua y yo me he pasado todo este fin de semana pegado a los libros haciendo ejercicios y tratando de aprender algo de holandés. Mañana todo estará en manos de mi Ángel de la Guarda ??