He tenido la suerte de haber visitado un montón de lugares diferentes de nuestro planeta y espero poder seguir haciéndolo. En cada uno de esos lugares he encontrado obras increíbles creadas por la madre naturaleza y otras tanto o más impresionantes creadas por el hombre. Uno de los objetivos del Club de las 500 es volver a ver esos lugares sin orden ni concierto, cuando el azar lo determine. Desde que la vi por primera vez siempre me ha gustado mucho esta imagen de la Cúpula del Reichstag en Berlín y otra foto en la que salgo yo con mis padres hecha en su interior. Hay algo misterioso en esa inmensa estructura de cristal desde la que se puede ver una vista fantástica de la ciudad de Berlín. Me recuerda que esa ciudad está muy cerca y debería volver a visitarla.
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Chubascos de alabanzas
No sé qué es peor, si pasar desapercibido o estar en medio de una tormenta de chubascos de alabanzas. Yo me encuentro en medio de semejante fenómeno meteorológico, no pasan tres horas sin que alguien en mi empresa me recuerde lo bueno que soy, lo excelente que es mi trabajo y lo maravilloso que es el mundo gracias a mí. Tanta alabanza termina por cansar, prefiero ser más normal y tener un perfil más bajo. También me da que pensar porque si frente a una situación determinada yo empleo el sentido común (según mi retorcida mente) para resolverlo y todo el mundo se queda boquiabierto por la excelente solución que he encontrado, estoy por creer que me rodean borregos y ni siquiera son capaces de darse cuenta del lobo que camina entre ellos y que hace las veces de pastor. En mi caso no parece que exista un domingo de reconocimiento sino que es un evento de días laborables, de lunes a viernes. Si por cada alabanza me dieran un euro, ahora mismo tendría pagada la hipoteca de mi casa.
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La semana pasada en Distorsiones
No todos los días puedo comenzar este resumen dando Dos millones de gracias a todos aquellos que se han pasado por aquí desde Enero del 2005. Es ciertamente un Suceso extraordinario, todo un hito que cruzamos la semana pasada. Al mismo tiempo, ha llegado marzo, es primavera y por primera vez ?? ataqué mi jardín y he hecho cambios importantes en la distribución de los árboles que hay en el mismo. Si me dicen hace unos años que yo iba a poder mover árboles con facilidad, no me lo habría creído. Os sugiero que no os perdáis la anotación para ver las fotos que puse del jardín. En esta semana también estuve Celebrando la vida y conocí a la nueva hija de mi amigo el Rubio. Finalmente, en una semana marcada por anotaciones girando en torno a mi egoísta vida, quise dejar constancia De las certezas e inseguridades ?? que afronto en el trabajo.
En el lado visual la cosa fue más simple. Seguimos viendo imágenes del Club de las 500. Esta semana tuvimos una preciosa Seta en la hierba en el club de las 500, a la famosa Lolita Pluma en el club de las 500, unas chicas muy especiales en ¿Góticas? ¿Neogóticas? ¿Astrogóticas? ?? o simplemente Petates en el club de las 500, vimos el Coliseo de Roma en el club de las 500 y terminamos en un Molino de viento junto al Amsterdam-Rijnkanaal en el club de las 500. Aún nos queda una semana entera de repaso antes de comenzar la siguiente serie, la cual aún no tengo decidida.
Seguimos curioseando en el infinito mundo de las bicicletas y esta semana la elegida fue una Bicicleta Kangaroo perfecta para llevar un montón de carga o unos cuantos niños.
En la sección de Cocinillas la receta elegida fue de unos deliciosos Beignets al estilo del Café du Monde que deberíais probar.
Y por último, el Cine, ese vicio del que no me canso. Vi un trío muy bueno, comenzando por Gran Torino, una película que es casi una obra maestra, después con la entretenida y divertida Confessions of a Shopaholic – Confesiones de una compradora compulsiva y acabando con The Duchess – La Duquesa o como la historia siempre se repite.
Así transcurrió la semana.
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The Duchess – La Duquesa
De la misma manera que los españoles estamos obsesionados con la Guerra Civil (o al menos nuestros directores de cine) y no dejamos de hacer películas sobre esa época, los británicos le tienen cierta afinidad a los siglos XVII, XVIII y XIX (y por favor, no son los siglos equis-uve-palito-palito ?? sino 17, 18 y 19). Igual son los trajes que llevan las mujeres o esos pelucones horrorosos que se ponen los hombres, hay algo que les llama la atención y los hace repetir una y otra vez con películas de esa época. La última se llama The Duchess y se estrenará en España la semana que viene con el título de La Duquesa.
Una julay se casa con un pichalobo que sólo quiere tener un hijo y cada vez que la chinga y la deja embobillada, le salen chochas
Una mujer de la que descendía Diana de Gales, esa princesa que vivió hace unos años y que inventó la dieta esa de perder peso vomitando tan famosa llamada leididí, resulta que es aún más fascinante que la que nosotros hemos conocido. En pleno siglo 18 se casa siendo muy joven con el duque de Devonshire, el cual quiere un hijo y ella venga a parir chiquillas. Después de un tiempo su marido se encoña de su mejor amiga y ella se enamora de un político que llegó a primer ministro y la cosa se va complicando con amores imposibles y cotilleos más propios de los programas que se pueden ver en la tele hoy en día.
Hay que reconocer que la duquesa es una tipa con carisma, una mujer que encandilaba a los cortesanos y a los políticos, gente que la adoraba y la seguía allí a donde iba. Ella mantenía una fachada de felicidad absoluta mientras en su casa, lejos de la mirada de todos, era muy infeliz, sabía que su marido no la quería y solo esperaba de ella que pariera a un chiquillo. Cuando su mejor amiga se enrolla con él, se siente traicionada y descubre que una mujer, por muy famosa y querida que fuera, no pintaba nada en la Inglaterra de esa época y se debe subyugar al control de su marido. Despechada, comenzará una relación con el hombre al que en realidad siempre ha amado y esta se volverá imposible cuando está en boca de todos. Una historia de época muy entretenida, con una mujer interesante a la que le toca pasarlas canutas y que pese a todo no se amilana y sigue adelante, un marido que es un soberano hijoputa y una amiga que a veces más bien parece una víbora.
Si os gustan las películas de época con un toque romántico y dramático, esta os encantará. Perfecta para ir con alguna amiga.