Distorsiones

  • Inicio
    • Contactar
    • Acerca de
  • Lo imprescindible
    • Visitar Holanda
    • Índice de álbumes de fotos
    • Índice de viajes
    • Recetas de cocina
    • Hembrario
    • El club de las 500
    • Álbum de fotos de bicicletas
    • Álbum de fotos de cervezas
  • Destacados
    • La Arbonaida
    • Comida en fotos
    • Mi herencia
    • uno+cero
    • Visitar Holanda
    • Mis ratos en la cocina
  • Sutje Boes

    27 de junio de 2008
    Sutje Boes

    Sutje Boes, originally uploaded by sulaco_rm.

    Nada más salir del ferry en Marken y en primera línea del puerto está una casa llamada Sutje Boes en la que vivió hasta hace unos años una mujer. Al morir en su familia decidieron explotarla como negocio turístico y ahora se puede visitar y ver como vivía. La visita es gratuita y solo hay que dejar un donativo voluntario. Si la casa está abierta, es visita obligatoria. Alucinaréis con las camas diminutas y el poco espacio que tenían para vivir.

    En Zaanse Schans o Volendam y Marken tienes mis sugerencias para organizar una visita a esos lugares. Si quieres encontrar abundante información sobre los Países Bajos y particularmente de Amsterdam y alrededores, te sugiero que comiences por la Guía para el turismo en Amsterdam y Holanda y en el Álbum de fotos de Volendam y Marken puedes ver todas las fotos.

  • Desde acá para allá o quizás sea de allá para acá

    26 de junio de 2008

    Puede que la razón esté en que lo hago prácticamente todos los meses pero lo cierto es que la rutina de preparación de los viajes la tengo muy trabajada y cada vez me sale mejor. Voy apilando todo lo que me quiero llevar en el dormitorio de invitados y a la hora de hacer la maleta, me toma menos de cinco minutos y no me suelo dejar nada atrás. En mayo fue Zaragoza, después vino Nueva York, que llegó hasta Junio y ahora Gran Canaria. Tres lugares distintos, tres compañías aéreas y tres viajes que requerían diferentes cosas. Lo que toma más trabajo es la preparación de la bitácora. Cuando en diciembre del año 2005 elegí tener cierta regularidad a la hora de escribir, mi mundo virtual salió ganando pero en las épocas que tengo vacaciones me obliga a un incremento de la actividad para prever posibles apagones o simplemente porque voy a desconectar completamente. Así que mi viaje a Gran Canaria comenzó escribiendo un par de horas el día antes y dejando al menos material para tres días, además de todas las fotos de la semana.

    El domingo, desayuno copioso y variado para acabar con la comida que no va a sobrevivir toda una semana. Comencé con unos huevos revueltos con cilantro y seguí con fresas y un gran vaso de leche. Mi vecino recibió las instrucciones pertinentes ya que se ocupa de la casa y el jardín en mi ausencia y a la hora planeada me acerqué a la parada de autobús con la mochila y el trolley. El autobús llegó con dos minutos de retraso, algo prácticamente inaceptable y que por poco me arruina el buen humor del día. Recuperó el tiempo perdido en la ruta y nos dejó en la estación tres minutos antes de la hora de llegada. Compré mi billete para el tren y me acerqué a un cajero para sacar dinero. Podría hacerlo en Gran Canaria, en cualquier cajero, de cualquier red y en ninguno me cobrarían comisión alguna porque ese es el compromiso de mi banco, el poder sacar dinero en todos y cada uno de los países de la vieja Europa sin pagar comisión. Sin embargo, siempre estoy leyendo en la prensa española sobre movidas raras con cajeros y supongo que perdí la fe y prefiero llevar el dinero conmigo desde Holanda.

    En el tren, un grupo de rusos celebraba la victoria de la selección de su país frente a la neerlandesa y la gente les lanzaba miradas cargadas de mal de ojo. Afuera hacía un montón de calor y las vacas agitaban las colas espantando a las moscas mientras comían para seguir produciendo leche. Holanda es un lugar maravilloso, lleno de lugares que parecen sacados de postales, con ese verde intenso de la hierba, el agua que forma una tela de araña inmensa que recorre todo el país y esa deliciosa sensación de dejadez que da el no tener montañas en el horizonte.

    Cuando llegamos a Eindhoven recorrí la estación buscando algún lugar para comprar algo que me faltaba pero no hubo suerte. Me acerqué al autobús y en menos de cinco minutos ya estábamos en ruta hacia el aeropuerto de Eindhoven. Para aquellos que visitan Holanda a lomos de Ryanair o transavia y quieren ir desde este aeropuerto hasta Amsterdam o Utrecht hay dos posibilidades. Una es usando los medios de transporte público y la otra es con una compañía de autobuses que tiene un servicio directo desde el aeropuerto hasta Utrecht y Amsterdam. Yo prefiero el transporte público porque no me fío de la autopista A2, que es por la que ha de circular ese autobús y que ostenta todos los récords de atasco en este país. El autobús 401 te lleva por varios de los distintos campus que tiene la empresa Philips en Eindhoven. Además de pasar por delante del estadio, visitarás los distintos lugares en los que se diseñan muchos de los aparatos que te rodean.

    Al llegar al aeropuerto tenía que esperar un rato para facturar y lo que hice fue conectarme a Internet y matar el rato. Cuando me dieron mi tarjeta de embarque le pedí a la chica que me pusiera en la última fila y así fue. Subí a la terraza para tomarme un capuchino mientras los aviones llegaban y se volvían a marchar y más tarde pasé el control de seguridad y me senté en la sala de espera.

    A la hora de embarcar, entramos a la carrera en el avión porque al parecer todo el mundo tiene pánico de ver su asiento birlado por otros, algo que casi nunca sucede. Una mujer que rompía las barreras del concepto de obesa y las superaba tranquilamente se arrastraba por la pista en dirección al avión y terminó sentada delante de mi, en la penúltima fila, con dos asientos y uno de esos cinturones para bebé que usó para poder amarrarse. Resoplaba como un caballo viejo mientras su marido trabajaba de lacayo personal y traía y llevaba todo lo que ella pedía. Pensé que al despegar echarían el asiento hacia atrás y reducirían mi espacio vital (compuesto por tres asientos) pero no fue así, seguramente ni llegó a descubrir en donde estaba el botón para mover el respaldo.

    Despegar en el aeropuerto de Eindhoven es una gozada. Cierran la puerta, encienden los motores, arrancan y despegan, casi sin que pase nada de tiempo. El piloto nos dijo que había un fuerte viento de morro y que por eso tardaríamos cuatro horas y cuarenta y cinco minutos, bastante más de lo que suele ser habitual. Una vez te obligan a apagar tu iPod y tu teléfono móvil estás en manos de esta gente así que te resignas y esperas. En esas hora aproveché para ver dos episodios de una de las series que sigo, escribir algo y escuchar un montón de Podcast que se apilaban en mi reproductor de mp3 desde que fui a Nueva York.

    Estábamos pasando sobre Lisboa cuando me metí en el baño para la descompresión. Solté todo ese aire que acumulo desde que despegamos y que pugna desesperadamente por emigrar y buscar nuevos mundos. Gracias a Dios los ruidos del avión camuflan los estampidos subsónicos que se producen allí dentro.

    Aterrizamos con casi tres cuartos de hora de retraso y mientras la gente se levantaba y se ponía histérica pensando que la isla se va a marchar y hay que salir cuanto antes, yo me dediqué a echarme una partidilla al juego al que estoy enganchado en el teléfono. Al salir, me acerqué a la cinta para recoger mi equipaje y tuve suerte ya que salió de las primeras. Mis padres ya estaban esperando y así, sin prisas y con alguna pausa puedo decir que ya estoy acá o quizás sea allá.

  • Marken desde el agua

    26 de junio de 2008
    Marken desde el agua

    Marken desde el agua, originally uploaded by sulaco_rm.

    Cuando el ferry entra en Marken, enseguida descubres las típicas casas de madera que han hecho famoso este lugar. Seguro que muchos no saben que fue una isla hasta el año 1991 y a partir de ese momento se convirtió en península ya que se construyó una carretera que conecta la isla a tierra. Resulta más bonito el llegar al lugar con el ferry desde Volendam pero si uno quiere puede ir en coche, aunque hay alguna limitación, como que es obligatorio aparcar en un sitio especial y que os sablearán dinero por aparcar y por cada ocupante del vehículo.

    Marken era una pequeña villa de pescadores que se han reconvertido hacia el negocio turístico y en donde las viejas tradiciones tratan de sobrevivir al rodillo del progreso.

    En Zaanse Schans o Volendam y Marken tienes mis sugerencias para organizar una visita a esos lugares. Si quieres encontrar abundante información sobre los Países Bajos y particularmente de Amsterdam y alrededores, te sugiero que comiences por la Guía para el turismo en Amsterdam y Holanda y en el Álbum de fotos de Volendam y Marken puedes ver todas las fotos.

  • Disgusto cinematográfico

    25 de junio de 2008

    No creo que haya una sola persona de las que leen esta bitácora habitualmente que no sepa que me gusta el cine, que religiosamente acudo a esos templos de pantallas enormes y salas oscuras para ver película tras película, dejándome una pasta en ello. Yo no descargo cine porque no me interesa verlo en una televisión, con colores distintos y un sonido birrioso e incluso cuando viajo suelo ir al cine en los lugares que visito.

    Dicho esto y después de mirar la lista con las sesenta y seis películas que llevo vistas este año, nunca me había sucedido lo de anoche. Como siempre que visito España, miré la cartelera para aprovechar y ver todas las películas que no llegan a Holanda o que tardarán un montón en hacerlo. Elegí un par de ellas en el Multicines Monopol, uno que gracias a las subvenciones se atreve con películas que los otros no quieren. Yo, como espectador agradecido, suelo ir a su sala siempre que puedo y en este año 2008 ya han sido seis películas las que he visto allí y si tenemos en cuenta que vivo a más de tres mil kilómetros, lo mío tiene bastante mérito.

    Llegué al cine y compré mi entrada para la primera película, paseé un rato por la calle Triana, me tomé un helado en Guirlache y a la hora prevista entré en el cine y me senté a disfrutar con el espectáculo. Hasta ahí todo fue bien. Al acabar la peli, salí y aproveché para cenar algo en un Pepe Chiringo que hay cerca y después volví a comprar mi entrada. Aún faltaban diez minutos para que empezara la película y cuando la pedí la empleada me dijo que habían decidido cancelar esa película porque no había gente. Las dos personas que estaban detrás de mi en la cola también la iban a ver pero al parecer, ninguno de nosotros contábamos.

    Ahora entiendo ese cartel enorme que ponen en su página web que dice: MULTICINES MONOPOL PUEDE VERSE OBLIGADO A EFECTUAR CAMBIOS. PERDONEN LAS MOLESTIAS

    Como espectador, salí de allí indignado. Todo el respeto y el crédito que tiene ese cine para mi ha quedado completamente dinamitado. Si me vuelve a suceder e imagino que pasará porque voy a un montón de películas raras y que no atraen masas, el día que la cajera me vuelva a decir que han cancelado la película que yo quiero ver y que si quiero puedo comprar una entrada para otra sala, ese día será la última vez que me vean por allí y me iré con mi dinero a otro lado, a un sitio en el que respeten los servicios que ofrecen y no los cambien a voluntad.

←Página anterior
1 … 2.966 2.967 2.968 2.969 2.970 … 3.627
Página siguiente→
  • Genin en ElioPasando aceleradamente… Salud
  • huitten en Día 8 – Lankan Finolhu – Manta Point 4¡¡¡¡¡¡Impresionante!!!!!!
  • Genin en Día 8 – Lankan Finolhu – Manta Point 4¿Se acaba con este? ¡Que bien! Salud
  • Luis en Caminando por el sistema solar y la canoaImagino que Plutón no está porque le qui…
  • Genin en Sin duda algunaPues ahora que recuerdo, en cierta ocasi…
  • huitten en Caminando por el sistema solar y la canoaSí señor, parece que ha sido un día dive…
  • huitten en Día 8 – Lankan Finolhu – Manta Point 3Majestuosidad sin límites, y una experie…
  • Genin en Día 8 – Lankan Finolhu – Manta Point 3La verdad es que un animalote como ese d…

Únete a otros 16 suscriptores
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
  • YO NUNCA – Fui ninguneado
    12/06/2023
  • YO NUNCA – Jiñé a oscuras
    22/05/2023
  • YO NUNCA – Hablé meando
    01/05/2023
  • YO NUNCA – Viví la transición
    10/04/2023
  • YO NUNCA – Conté un secreto de algún colega
    20/03/2023
This website uses cookies
Esta página web usa cookies para recordar tu nombre si comentas. Asumimos que no te importa pero si te molesta, puedes elegir quedar fuera.Aceptar Rechazar Leer más
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR