Distorsiones

Uno de los actores más consistentes a lo largo de su carrera es Tom Hanks, nos ha regalado papelones tanto cuando era joven, como cuando empezó a madurar y ahora que ya está en la siguiente fase de su carrera. Supongo que no soy el único que piensa eso cuando la semana pasada, al ir al cine a ver la película que voy a comentar, la sala estaba petadísima de gente, algo que ya no vemos muy a menudo. La película se titula A Man Called Otto y en España se estrenará en dos semanas como El peor vecino del mundo, título inadecuado y obviamente creado por un podemita o truscolán porque todo el que haya vivido junto a un piso de saharauis en Gran Canaria, sabe que esos sí que son los peores vecinos del mundo.

Un julay posmenopaúsico jode a la miasma del barrio sin ilusión ni fantasía.

Resulta que en un barrio hay un viejo que parece ser el policía de todas las reglas, que son muchísimas y cada día, un par de veces, hace la ronda por la calle repartiendo candela. El chamo está por suicidarse cuando llega una nueva familia, con un gringo casado con una latina, todo su universo se comenzará a desmoronar cuando la latina pasa un kilo de él y lo obliga a ser sociable y tratar con la gente.

Esta es una historia fabulosa, con la mezcla perfecta de drama y comedia. Tenemos al Otto, cuya mujer murió hace medio año y que ha organizado su suicidio, que le sale mal y para colmo, llegan vecinos nuevos al barrio que hacen todo lo que él ha prohibido. El hombre intentará suicidarse algunas veces más, pero siempre le sale mal y cada vez los nuevos vecinos están más y más involucrados en su vida y la comienzan a cambiar, hasta que de alguna manera, ellos lo incluyen en su familia y él encuentra algo que no sabía que podía volver a tener. La historia está muy bien contada y los personajes secundarios son fabulosos, sobre todo Mariana Treviño, que tiene muchísima química con Tom Hanks y cuando están juntos en pantalla tenemos las mejores escenas cómicas. La película es una versión gringa de una peli sueca que puedo reconocer y reconozco que no he visto, aunque recuerdo el trailer. La película tiene múltiples momentos en los que puede hacer llorar.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto es demasiado avanzado para ti pero sí que molará a muchísimos sub-intelectuales con GafaPasta y por general, a todos los que gusten del cine bien hecho.

Yo le tengo muchísimo respeto a Steven Soderbergh pero que alguien le diga que como haga cuarta película de esta, yo ya no voy, que chico, paso hasta vergüenza, que elegí la primera sesión del sábado a las diez de la mañana para entrar de incógnito en el cine pero es que el empleado cuando me miró el código QúeRre de la reserva, me echí una mirada de lástima perpetua y bueno, en la sala puedo confirmar y confirmo que había uno quince coños, quizás peludos, quizás pelones y un servidor. La película se titula Magic Mike’s Last Dance, al parecer no tiene ni fecha de estreno en España ni título en español y ahí lo dejamos.

Una julay acaban en el desierto por culpa de un inmigrante ilegal y allí hasta hay chimpún.

Tenemos que la pandemia podemita y truscolana que surgió en truscoluña, que no es nación, ha arruinado al pavo ese que le gusta pegarse a un tubo y restregar el paquete contra el mismo mientras las hembras se vuelven histéricas. Está laburando de camarero o algo así cuando una latina rica le dice que le haga un baile de esos y se la termina chingando. Después ella le ofrece llevárselo a Londres y montar un espectáculo de striptease y él se va con ella, más que nada por la guita y bueno, que todos sabemos como acaban estas cosas.

Bueno, quizás es porque me esperaba todo lo peor y aún más, pero al final, la historia no es tan terrible y esta es muchísimo mejor que la segunda peli. También puede que sea porque aquí no hay prácticamente striptease, salvo un pelín al final. Esto es más bien como un puñado de panolis preparando una especie de musical en un teatro, una latina menopaúsica, un marido inglés gilipollas y un gringo al que le pone afeitarse todo el pelo del cuerpo y agitar la caja de la mielda para no tener estreñimiento. La historia es tonta pero que te voy a decir, a mí me encanta Salma Hayek y sobre todo cuando habla en inglés con ese acentazo es que es épica y legendaria. También tengo que reconocer que Channing Tatum tiene muchísima mano para la comedia y cuando se pone en plan cachondeo, es muy bueno. Pese a esto, la peli es muy floja y predecible y todos sabemos que al final hay espectáculo de machos bailando y hembras gimiendo más que cuando parieron, que siempre siento tanta lástima y compasión por las graves carencias educativas de las hembras, que no sé como lo hacen pero parecen vivir en este mundo hiper-mega-conectado y no saben que Internet existe y hay un montón de pornografía. En fin.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos o un sub-intelectual con GafaPasta, a menos que tengas hachazo entre las piernas por la parte delantera, esto no es para ti.

Después de que terminó la pandemia podemita truscolana, regresaron al cine los preestrenos sorpresa, solo que ya no son semanales, sino de cuando en cuando y como echaron a todos los empleados que filtraban los títulos de las pelis en los foros, ahora sí que es un preestreno sorpresa y nunca sabes lo que te puede tocar. En el caso de la que voy a comentar, estaba previsto su estreno en la sesión mensual del cine de julandros, probablemente y junto con las pelis para menores de cinco años, las únicas películas que no voy al cine porque en la sesión de julandros, ni pegando el culo a la pared te salva. La peli de hoy se titula The Inspection y no parece que se vaya a estrenar en España, aunque de hacerlo, se puede traducir perfectamente por truscoluña no es nación.

Una julay acaban en el desierto por culpa de un inmigrante ilegal y allí hasta hay chimpún.

Tenemos que un mariquita gringo lo pasa muy mal y sufre mucho, aunque no se sabe si es porque tiene una almorrana que lo pasa muy mal con sus hábitos sexuales o por otra cosa. El chamo se apunta a los marines y ya desde el primer día, en la primera hora, el sargento se entera que es julandrón y le hace la vida imposible para que se marche. Él que por dos instantes se cree como un musulmán en el paraíso, rodeado todo el tiempo de pollas, pollitas y pollones, no se quiere marchar y como que se considera el pastor de todas esas pollas tan necesitadas. Lo veremos durante todas esas semanas de entrenamiento y aprenderemos unas cuántas cosillas.

La película está escrita y dirigida por el chamo que inspiró la historia, aunque no la interpreta porque ya está muy mayor. En principio, esto ya lo hemos visto anteriormente, las movidas de los entrenamientos de los marines y como están hechos para cribar y desechar a los que no son lo suficientemente estúpidos para seguir las reglas a rajatabla y a los ñangas y endebles. La peli comienza con el pavo en Nueva York y visitando a su madre, que es una talibana cristiana que ve al hijo como un pecador o algo así y por más que él busca el amor de ella, como que lo rechaza. Ya en el cuartel, empalmarse en la ducha mirando todos aquellos nabos seguramente no fue la mejor de las ideas que tuvo el pavo para pasar desapercibido, aunque después y según pasa el tiempo y recibe hostias, como que se va curtiendo y va cribando entre la chusma y la gentuza del lugar y creando su círculo de colegas. El chamo lo pasa muy mal y para cuando llegamos a la graduación, tenemos otra dosis de drama. La historia entretiene, pero siempre te da la impresión que es más bien un telefilm, que no está pensado para el cine sino para la tele.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, totalmente pasable, pero sí que puede despertar la curiosidad de los sub-intelectuales con GafaPasta, sobre todo de aquellos que tiren del mismo palo que el protagonista. No es una mala historia, pero tampoco es un peliculón.