Distorsiones

Hay películas que pese a que terminan gustándome tengo que reconocer que tienen sus más y sus menos y no consiguen mantener el mismo nivel a lo largo de toda la historia. Si la curva es ascendente y van de menos a más entonces on hay problemas ya que lo que cuenta es el final y tendemos a recordar esa parte pero en caso contrario el barco naufraga sin remedio. Por suerte Atonement es de las del primer grupo, comenzó bien, flaqueó en el desarrollo y consiguieron enderezar el rumbo y llegar a buen puerto en el desenlace. En España cuando se estrene en Enero se llamará Expiación.

Una julay mala como Cruella de Vil jode a todo el que puede

Comencemos por lo malo. El problema de esta película es la forma en la que nos cuentan la historia, con ocasiones en las que puedes ver la misma acción desde dos puntos de vista totalmente distintos. Supongo que la idea era buena pero no ha terminado de cuajar y como espectador te termina distrayendo porque tras ver algo te obligan a revivir la misma escena y en esta ocasión el significado de la misma es totalmente opuesto. Dicho esto, es un drama terrible, con una niña que determina el curso de las vidas suya, de su hermana y de otro chico con sus acciones. La narradora es ella misma y nos va descubriendo lo que sucedió en su casa un día y las consecuencias que tuvo para todos ellos. Son gente de clase acomodada que un poco antes de la Segunda Guerra Mundial vivían su diletante vida en su gran mansión de la campiña inglesa sin importarles mucho lo que sucediera con los que no eran de su misma clase.

Tras la pifiada de la chiquilla comienza la Guerra y surgen oportunidades para expiar los pecados de todos y ahí transcurrirá la mayor parte de la película, en esos senderos que deben conducir a cada uno de ellos al mismo cruce de caminos. No quiero desvelar detalles porque os estropearía completamente la película. Los británicos tienen un tempo distinto a la hora de hacer cine, no son como los americanos que te lo han de entregar todo masticado y que te agobien con la velocidad en la que quieren narrar la historia ya que lo que cuenta es meter más y mejores efectos especiales. Aquí el trabajo descansa sobre las espaldas de los actores y actrices que hacen creíble el relato y transmiten las emociones adecuadas en el momento oportuno. El único momento en el que este trabajo no parece funcionar es en una escena muy larga que transcurre en Francia durante la Gran Guerra y que a mí se me hizo muy pesada.

Si te gustan los dramas bien hechos y quieres ver buen cine, esta es una buena opción. Intenta verla en versión original para paladear ese inglés tan hermoso que hablan en la película. Ni se te ocurra llevar al cine a esos amigos descerebrados que tienes o esa novia de neurona única porque no te lo perdonarán en sus vidas.