¿Os acordáis de la última vez que en la empresa en la que trabajo hubo una reorganización? Exactamente, fue hace poco más de un año y yo fui uno de los ganadores (o perdedores según se mire) y unos meses después volví a saltar de departamento en mi empresa al puesto en el que estoy ahora.
Bien, las cosas han seguido yendo de mal en peor y esta tarde han anunciado una nueva ronda de despidos que no se sabe muy bien a cuántos afectará. Podría contaros un montón de secretos de las cosas que han sucedido hasta el momento en el que se anunció esto pero no lo haré. De alguna forma siempre me veo envuelto en todo lo que sucede en mi empresa y me termino enterando de todo lo que sucede en la trastienda, las idas y venidas, las reuniones en sitios insospechados y demás. Hoy, mientras escuchábamos a nuestro vicepresidente y nos contaba con cara de funeral lo que estaba sucediendo, yo no podía dejar de lado la ironía del momento. Hace un año reestructuraban la empresa para triunfar, para vender más, ser más productivos, ágiles, eficientes, más mejor en todo y eso mismo nos lo repetían hoy desgranando un modelo que es exactamente el opuesto al que tenemos. Lo que el año pasado nos salvaba ahora parece que nos asfixia y lo que ahora se lleva es dar un giro de ciento ochenta grados e intentar una vez más enderezar el rumbo del Titanic en el que estamos embarcados y en el que pese a que la banda sigue tocando su música, el agua cada vez está más cerca de la cubierta y quedan menos botes salvavidas en los que huir.
Tras tantos bandazos la gente ya no cree en los jefes ni en sus historias y milagros por llegar. Muchos ni siquiera acudieron a la reunión porque no les interesa escuchar otra arenga de buenos deseos.
En mi caso, estoy convencido que sobreviviré a esta ronda, que no me echarán. El diablo me ha mirado y pese a que quiero que me larguen, que me indemnicen y me pongan en la puta calle con un montón de dinero no va a suceder. Ya sé que en España la gente aspira a un trabajo con contrato indefinido y a quedarse para siempre en la empresa y no pueden comprender que si hay algo que no me preocupa es el encontrar una nueva empresa, comenzar en un nuevo lugar y volver a tentar a la suerte. Tendremos que seguir el plan BE, ese que lleva un par de meses en marcha.