En mi afán por culturalizarme, mineralizarme y lobotomizarme este año pretendo ver cine de ese que llaman de autor y me he jurado por la gloria de Madonna que aguantaré en el cine hasta el final incluso si me gusta la película. Para hacer la cosa más suave también pretendo ver gran parte de ese cine en mis frecuentes vacaciones en España para que así el mal cuerpo y la desazón se me pasen con sesiones intensivas de sol en la playa. Con estos dignos propósitos fui a ver Paris, Je T?aime dobladísima al Español que hablamos casi todos los que leemos esto en la intimidad.
Una jartada de julays hacen una jartada de polladas que duran unos pocos minutos para mostrar lo estúpida que es la gente, lo tontos que son los franceses y lo repelente que es su capital. La tortura se extiende durante casi dos horas en las que de cuando en cuando confías y esperas que salga el consabido Chimpún se acabó en pantalla para marcharte a otra fiesta y salir de esa pesadilla.
El tiro por la culata, esa fue la sensación que me quedó después de ver la película. Una idea interesante que se estiró tanto que acabó por romperse. Lo fácil es decir que es maravillosa y que te ha encantado porque salen tus actores favoritos, tu director preferido y una ciudad bonita pero lo cierto es que para mí pesaron más las historias malas que las buenas, me aburrí en varias de ellas hasta dedicarme a mirar mensajes en el teléfono y esperar que acabaran, me molestaron las transiciones entre historias, mal hechas y que consiguen distraerte y no terminé de comprender el concepto de contar unas quince aventuras de unos pocos minutos en la ciudad. Por cada uno de los segmentos que me parecieron excelentes tengo dos que habría eliminado y lo de ver actores y actrices famosos a mí no me llena, yo no voy al cine por tener en la misma película a este y a aquel dirigidos por ese otro.
Hace ya unas semanas que la vi y cuando trato de recordar alguna de las historias buenas solo me vienen a la cabeza las malas, como la estúpida que sucede en el metro o la francamente irritante protagonizada por el hijoputa que hizo el Señor de los Julandrillos y que tiene que ver con vampiros y estupidez infinita. También me acuerdo de una patética cerca del final con Gerard Depardieu haciendo de camarero y una pareja gilipolleando en el local. Aún peor es que después de ver la película degradé Paris como posible destino turístico y no aparece en mi lista de cinco ciudades de visita inminente. No vi rincones bonitos ni lugares con encanto, solo una ciudad gris y patética poblada de una fauna de frikis que de merecer algo, merecen participar en una tertulia mañanera de alguna de las televisiones españolas.
El mensaje, el rollo ese sobre el amor que supuestamente lo mueve todo no me caló.
Como recuerdo que hubo al menos tres historias que me gustaron y aunque no puedo ni decir cuales fueron, le daré un aprobado ?? me acabo de acordar de una, la de los mimos. Esa estaba muy bien, era original y la rodaron de una forma innovadora. No se la recomiendo a nadie pero aquellos a los que les vaya lo curioso y diferente y una película con una purriada de historias sin conexión que te permiten desconectarte e incluso dormirte sin que te pierdas nada, entonces esta la deberías apuntar en vuestra lista.
