En el cine actual, las películas de terror más espectaculares nos llegan de Japón. Los americanos ya se han dado cuenta y han comenzado a fagocitar los títulos más famosos que triunfan en Oriente y adaptarlos al subnivel intelectual de su cine. Ya hemos visto varios ejemplos, como The Ring. Lo que diferencia a The Grudge o El grito de otras películas es que han mantenido casi completo el equipo de gente que participaba en Ju-On: The Grudge, la película original. Resulta aún más curioso que llegue ahora la versión americana de la primera parte, cuando en septiembre pasado se estrenó en España la segunda parte japonesa, como podéis recordar leyendo la reseña que hice entonces: La Maldición 2 ? Ju-On: The Grudge 2.
Pero bueno centrémonos en esta nueva revisitación de la leyenda de la casa maldita que ha vuelto a dirigir Takashi Shimizu, que debe estar un poco aburrido de hacer la misma película. El hombre vuelve a repetir punto por punto el guión de la original, aunque en esta ocasión con los personajes principales ?buenos?? interpretados por Norteamericanos y manteniendo los personajes ?malos?? japoneses. Entre las nuevas incorporaciones destaca Sarah Michelle Geller, a la que recordaréis por ser Buffy la cazavampiros, que encarna la joven asistenta social que visita la casa y se topa de frente con la maldición. La chica lo hace bastante bien y se pasa un rato horroroso viendo como el Toshío (interpretado de nuevo por Yuya Ozeki) y la cabrona de su madre, la malísima Kayako (Takako Fuji, que también repite) le hacen la vida imposible.
Por descontado, las mejores escenas son las interpretadas por el dúo de madre e hijo, con los movimientos anómalos de la cabeza de Kayako y los ojitos del Toshio mirando a los que van a morir. Es terror en altas dosis. No puedo decir más porque os fastidiaría la película. Fans del cine de terror deben ver esta cinta porque es asignatura obligada. Pusilánimes, acojonados y aquellos que carecen de lo que hay que tener, mejor se quedan en casa y se ahorran un mal trago.