Distorsiones

Hace ya seis añitos que se estrenó en los cines Doctor Extraño – Doctor Strange y tengo que reconocer y reconozco que me la sudó bastante en su momento y me la sigue sudando, no es un super-hiper-mega héroe que me interese, aunque por desgracia lo tengo que padecer porque sale en un montón de pelis de la Marvel y ahora tiene su segunda película casi en solitario, que no lo está. Se titula Doctor Strange in the Multiverse of Madness y en España se estrenó como Doctor Strange en el multiverso de la locura.

El julay ese que gesticula más que un marico hechicero de Ginebra se pasa el día saltando.

Resulta que hay una pava que puede saltar de universo en universo dentro del Multiverso y por eso todo el mundo la quiere trincar y en especial una que hizo una serie de televisión la quiere agarrar para usar su poder e ir a otro mundo en el que no haya matado a sus gemelos como hizo en el que está. El pollardón del Doctor Extraño ese intentará impedirlo y supongo que de paso, aprovecharse de la chama esa que salta tantos universos o así y de paso mirar si en alguno de los otros universos chinga, porque está claro que en este se está entrenando para las olimpiadas de las pajas y como no deje de menear tanto las manos, ni siquiera va a pasar a semifinales.

Una de las series más mediocres de la Marvel es Wandavision, que seguro que algún Ancestral se pregunta por qué no la he comentado pese a que tripito siempre eso de que solo hablo de las series que me gustan, con lo que mi silencio sobre esta debería decir bastante. Resulta que han hecho una peli que no tiene ni pies ni cabeza y en la que se la pasan saltando entre universos y a falta de un buen malo, eligieron a la pava de la serie y tenemos que aguantar otro episodio inflado y soso de la susodicha. Los efectos especiales de esta película eran de supermercado de bajo costo con productos a punto de caducar y por eso se ven tan cutres, que hay escenas que en el cine dan lástima por lo mal que están hechas. Si a eso se suman los diálogos tediosos y un guion escrito por uno que debe tener algún tipo de carencia en su cerebro, el resultado se revuelca en su propia mediocridad. Tengo que reconocer y reconozco que ya no me acuerdo de como acabó, su final fue mediocre y apurado y ya lo he olvidado, como tampoco recuerdo las dos escenas esas que ponen en los títulos de crédito, lo cual dice muy mucho sobre lo sosa que era la película. Es hasta posible que no haya derrotado a la mala porque es que no me acuerdo, o quizás estaba durmiendo en la sala cuando sucedió.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos seguro que esto te emociona hasta las lágrimas, con muchas lycras, muchos colores brillantes y muchos bandazos de cámara para evitar que te aburras. Para los sub-intelectuales con GafaPasta, esto es una aberración que no se puede llamar cine.

Esta peli fue una que llegó a mi vida a través del pre-estreno sorpresa, que lo han vuelto a hacer en el cine, aunque ahora solo tenemos uno cada dos semanas y parece que todos los que soplaban las pelis en los foros, que el pre-estreno nunca antes fue sorpresa y siempre sabíamos lo que íbamos a ver, ahora los han echado o se han ido y ahora sí que es una sorpresa, en este caso agradable. Se trata de la película Operation Mincemeat y en España se estrenó hace una semana como El arma del engaño.

Unos julays se lo curran para engañar a un malaje joputa con un timo como el tocomocho.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los británicos organizan una operación de espionaje falsa para convencer a Hitler que van a atacar invadiendo Grecia cuando en realidad lo que quieren es atacar por Sicilia y para el engaño usan un cadáver de un supuesto espía con papeles secretos falsos que aparece por Andalucía y los amigos de Hitler de España le pasan la información. O algo así.

Esto es una peli de espías muy curiosa e interesante pero no narrada desde el punto de vista de los soldados, sino que son un equipo que está en Londres y que organizan la trama y la llevan a cabo sin salir prácticamente de allí y crean toda una historia falsa con el único objetivo de engañar a la inteligencia nazi para que muevan sus tropas y se esperen el ataque de los aliados por otra parte y así sorprenderlos. La historia es fascinante y está muy bien hecha y el único pero, que no es banal, es que se les fue la mano con la duración y las más de dos horas me parecieron excesivas y definitivamente, nos podíamos haber ahorrado minutos ignorando y ninguneando muchas de las tramas secundarias que no venían a cuento. Colin Firth está fantástico, como siempre, como el jefe de ese grupo de inteligencia que crea esta operación de puritita fantasía. Entre las historias que se podían haber ahorrado está la falsa historia de amor entre él y una de las pavas que trabajan en el equipo y que no venía a cuento de nada y tampoco aporta mucho y ni siquiera tenemos escenas de cama para calentarnos. Por lo demás, es uno de esos episodios de la historia que resultan fascinantes.

Si te molan las pelis de la Segunda Guerra Mundial con espías y coñas así, esto es fabuloso. Mucho me temo que los miembros del Clan de los Orcos no tienen estómago para este tipo de cine y seguramente los sub-intelectuales con GafaPasta la consideran también algo flojilla.

Uno de los eventos de mi vida fue cuando vi por primera vez Top Gun (Ídolos del aire) – Top Gun y de haber nacido gringo, ese día me habría alistado para ser piloto o pilotillo. Es C-I-N-E, puro espectáculo, lanzó a Tom Cruise como la mayor estrella del universo, lanzó a Tony Scott como uno de los mejores directores de pelis de acción y es una película que si no la vistes en un cine, no puedes decir que la has visto porque la magnificencia de la pantalla gigante no tiene parangón. Treinta y seis años más tarde llega a los cines Top Gun: Maverick y se ha estrenado en todos lados al mismo tiempo y con el mismo título. Para que conste, la he visto cuatro veces en cuatro días consecutivos antes de comentarla y tengo entradas para verla en los próximos dos días.

Un julay fastuoso demuestra que la tiene más grande, más gorda y más dura y hasta pilla chimpún.

Más de treinta años después, Maverick es un piloto de test y lo vuelven a mandar a la academia de los Top Gun para que entrene a doce pipiolos para una misión prácticamente imposible y definitivamente suicida. Entre los doce, el hijo de su amigo Goose. Todo lo que viene a continuación es historia del cine porque esto es un clásico instantáneo y ni deberías estar leyendo sino comprando las entradas para ir a verlo y sentándote tan cerca de la pantalla como puedas.

Tenemos la tormenta perfecta y la demostración que una secuela puede ser tan buena o mejor que la original. Aquí se han currado el guion hasta niveles espectaculares para despertar dentro de las entrañas de los que vimos la primera todas las emociones que nos provocó y multiplicarlas por cien. No es solo que esas escenas, que miran hacia atrás son fabulosas, es que algunos, como Goose, que no están por haber muerto en la película, están presentes en todo momento. Tenemos a Tom Cruise que vuelve a demostrar que es el puto rey y que no necesita pantallas en verde y efectos especiales, que él se mete en un caza de verdad y rueda la escena como debe ser y así con todos los actores y actrices, que no sabían donde se metían y que se les ve en las caras. Esto es una película que te provoca un subidón de adrenalina brutal, que te trae recuerdos de la primera, que te hace reir, llorar, flipar, agitarte como la niña del exorcista en pleno trance y sufrir en el asiento porque aunque sabes que tiene que tener un final feliz, nunca estás seguro y aunque la hayas visto varias veces, como yo, sigues sufriendo en cada momento. La escena con Val Kilmer para mi es suficiente para que lo nominen al Oscar a mejor actor de reparto y entre los nuevos, Miles Teller es bueno, pero Glen Powell es fabuloso, Mónica Barbaro está fantástica como la primera hembra Top Gun, que es un mundo de machos y sabían que si ponían a una gringa rubia nos descojonamos porque la idea de una rubia pilotando un caza es imposible de imaginar y sin embargo con esta mujer, flipamos. La música, que bebe de las fuentes del tema legendario de Harold Faltermeyer, sigue siendo fantástica y aquí si que cuenta muchísimo el tamaño de la pantalla y tu ubicación en la sala. Esto hay que verlo en un cine, con la pantalla más grande que puedas conseguir y sentarte tan cerca de la pantalla como puedas para vivirlo, esto no es para la televisión. La he visto en primera fila en una sala con 4DX, dos veces en una sala con una pantalla gigante con Dolby Atmos y otra en una sala para seiscientos espectadores y sentado en la segunda fila. Esto es CINE. Aquí no hay nada de buenismo, nada de gilipolleces de las de ahora, aquí hay un grupo de hombres y una mujer que han de poner sus vidas en un trasto de metal para completar una misión y los errores se pagan con la vida.

Hay una cantidad escandalosa de críticos dándole la máxima puntuación y flipando así que tenemos una rareza que pueden ver y disfrutar juntos los miembros del Clan de los Orcos hasta con las hembras y los sub-intelectuales con GafaPasta. Tiene un montón para todos. Si sales del cine revolcándote en tu indiferencia, que sepas que eres mil por mil autista y que te lo deberías hacer ver y que te pongan la paga.

El cine neerlandés tiene sus propios clásicos y también esas pelis que serían el equivalente a las de Fernando Esteso y Andrés Pajares, películas que todo el mundo conoce y afirma haber visto, pero que eso no quiere decir que tengan una buena calidad sino más bien al contrario. Una de esas pelis se llama Costa!, se estrenó en el 2001 y sigue tanto en la memoria colectiva que veintiún años más tarde han hecho una continuación en la que hay algunos de los personajes originales y un montón de nuevos. Esta cosa se titula Costa!! y quiero que os fijéis en el sofisticado detalle de añadir una segunda admiración para diferenciar la original de esta. Esto es cine para la patria y jamás se permitiría que salga de nuestras fronteras, aunque definitivamente le sienta bien el título de truscoluña no es nación.

Unas julays se bajan a truscoluña a chingar, pero con los de su raza, que los truscolanes son chusma y gentuza de la peor.

Unas pavas se van a ir de vacaciones a Asia pero la cagaron al comprar los billetes y acaban sin dinero y yendo a un poblacho en Cataluña en donde el padre de la pava tiene un local llamado Costa! y del que se habla mucho en las historias familiares. Resulta que el antro está en total decadencia y las dos pavas se deciden a salvarlo y revitalizarlo y echarse unos machos que se las empeten hasta los pelos de los güevos, pero machos neerlandeses.

Nuevas caras pero la tontería es la misma. Resulta que las chochas tienen un ramalazo de artisteo y en seguida pintan y aderezan el local y se meten en una competición entre clubs para determinar cual es el mejor del lugar y por supuesto la van a ganar y mientras el padre asume que es jodidamente viejo, la madre asume que ahora disfruta más del pitillo después de coger que del acto en sí mismo y además, es que está cansada con esas ubres que le llegan al ombligo y pesan mucho y los jóvenes están todos en el espectro de la gilipollez en diferentes grados. Esto es tonto hasta niveles dantescos y todos sabemos que avanzamos hacia el número final, que resulta que es una canción que tienen que cantar en el pub reformado, con bailarines y todos y la canción, graznada en neerlandés, es terrible, con muchos esputos que vuelan hacia el público. Finalmente no ganan y hay drama y tal y tal pero después ganan porque los que ganaron hicieron trampa contratando cantantes y bailarines profesionales o algo así. Vamos, un desatino.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos o un sub-intelectual con GafaPasta, no concibo un escenario en el que quieras ver esto. Si eres rubia y hablas escupiendo con sonidos guturales, seguramente te flipará y alucinará.