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  • La maldición amarilla, segundo día

    17 de diciembre de 2024

    Mira que han pasado días pero es que las circunstancias de la vida son así y entre que la última semana en los Países Bajos tenía a las dos ladillas amarillas, tenía un montón de eventos sociales y estaba con los preparativos de la migración de invierno, al final en esos días no me quedaba tiempo ni ganas para escribir, así que hoy llegamos al segundo día de la visita de los grandes expertos en nada del país del sol caguiente y ese segundo día volvió a transcurrir en la sede corporativa de la multinacional, la ladito del aeropuerto.

    El día ya comenzó pachanguero cuando se jodió una de las agujas de cambio de vía de la estación de tren del aeropuerto y todo el tráfico ferroviario por el mismo se fue a hacer puñetas. Para mí, que soy un experto y tengo programada la App con todas mis rutas, ya sabía que la mejor opción era tirar para Ámsterdam Centraal y allí pillar el tren que me llevaba hacia la oficina y llegaría con quince minutos de retraso, aunque tanto el primer tren como el segundo podrían parecer mismamente trenes hindúes, con gente por todos lados, solo que al contrario que en ese país, aquí la gente se ducha con cierta frecuencia y se pone desodorante y no hay el tradicional hedor hindú, ese que cualquiera que haya volado con aerolíneas ubicadas en oriente medio conoce e identifica fácilmente. Avisé a mi jefe que los amarillos no podrían llegar a la oficina dadas sus carencias comunicativas y la falta de trenes y él me dijo que los recogería con su carro, que para eso es pagado por la empresa.

    Yo hice mi ruta, con el primer tren al ciento veinte por ciento de capacidad y el segundo tren al cien por ciento y al llegar a la estación en la que me bajaba, llovía, o llovizneaba, en el que sería el segundo día de una serie que ya ha batido récords nacionales y es que desde el lunes de la semana pasada, en los Países Bajos, no han visto el sol, llevan ocho días y contando viviendo en la penumbra, en la oscuridad o en el gris y por lo que me cuenta la miasma, la primera posibilidad de ver la luz del sol les llegará el viernes de esta semana, si es que tienen suerte, así que los fabricantes de ataúdes están incrementando la producción que esto dispara los suicidios.

    Llegaron los amarillos y teníamos una hier-mega reunión con el equipo legal de tres horas. Comenzaron los abogados, con una presentación de hora y media que puso a prueba todos mis trucos para no dormirme, que hasta me quedé sin pelos en los güevillos de tantos que me arranqué y cuando ellos acabaron su tortura, la amarilla sacó su presentación del día anterior y nos torturó con la tercera repetición de la misma, idéntica a las anteriores. Allí hablaban todos pero nadie escuchaba, es como cuando se juntan quince cuervos y se ponen todos a graznar, hay sonido, pero no hay comunicación. A las doce yo había quedado con un colega para ir a caminar y visto que aquellos estaban empeñados en seguir dale que te pego, corté por lo sano, les dije que yo me iba y que les fuera lindo y resultó que el jefe de los abogados me miró como si fuera el Espíritu Santo en plena Anunciación y salió por patas detrás de mí. 

    Después de caminar teníamos otra reunión, con otra gente, tan aburrida e inútil como las anteriores. En esa me dediqué a ir clavando clavos en los ataúdes de los del país del sol caguiente, que comenzaban a captar el concepto y veían que mi diplomacia es muy escasa y que mientras los demás los toleran y les siguen el juego, yo les restriego sus carencias y sus fallos y les recuerdo una y otra vez que hay un camino honorable para resolver las cosas y es el del cuchillo, que puede ser uno económico de cierta multinacional sueca y que todos nos sentiremos muy orgullosos de ellos si lo siguen. Seguimos con aquellos dos hasta las tres de la tarde, cuando zafiamente, que no fui para nada sutil, convencí a mi jefe para que se los llevara a Bolduque, con un argumento simple, que es el tiempo, si salían a esa hora llegarían en una hora y veinte minutos, si salían media hora más tarde, tardarían al menos dos horas y media en llegar. Y así conseguí lo impensable, quitarme a aquellos dos plastas y a mi jefe de encima. 

    Cuando se fueron, bajé a donde están los del departamento legal y criticamos hasta que se nos pusieron las lenguas negras a los amarillos. También tuvimos una discusión interesante sobre religiones, que hay un ortodoxo en ese equipo y una musulmana y al ortodoxo ya le ha quedado claro que no puede ir a nuestro cielo porque celebran los festivos en los días equivocados y a la musulmana le pedí explicaciones sobre su cielo y su presunto lesbianismo, porque si en el cielo de los terroristas-musulmanes-de-mielda cada uno que llega al susodicho tiene derecho a siete vírgenes, todas las hembras que lleguen al mismo supuestamente tendrán también ese derecho y se tendrán que volver lesbianas por imposición. La chama no pudo desmontar mi lógica. También no sabe de dónde saldrá tanta virgen, que allí son tan pelanduscas como aquí, así que como no pongan una clínica de restauración de virginidad a la entrada de su cielo, la llevan cruda. 

    Y bueno, al volver a mi keli pude salir a correr y ese fue el único día de la semana en que lo hice. Al día siguiente me tocaba Bolduque.

  • Día 1 – Lankan – Manta Point 1

    16 de diciembre de 2024

    Mi segunda inmersión después de aterrizar fue una sorpresa inesperada. El Dive Master me preguntó que a dónde me gustaría ir y yo le dije que a mí me molan los bichos grandes, si no son tiburones, mantas, rayas, ballenas y obesas mórbidas. Me dijo que tenían un punto de mantas a unos cuarenta minutos y yo ya pensaba que sería como los otros a los que me han llevado, en los que esperamos y esperamos y no vemos nada, pero como seguía flipando con lo que vi en el tanque de los tiburones, me daba igual y le dije que por mí valía la sugerencia y fuimos hacia Lankan, al norte de Huluhmalé y ahora puedo decir y digo que eso es lo más al norte que he estado en las Maldivas, que todas mis visitas han sido siempre al sur de Malé. Esta inmersión la he dividido en tres vídeos y son todos flipantes, asombrosos, fabulosos, fantásticos y mucho más. La música que acompaña este primer vídeo es la canción Gladiator Suite, compuesta por Hans Zimmer para la primera peli y no para la que han sacado recientemente.

    Esto empieza con un precioso sweet lips (labios dulces, literalmente), y un fondo rocoso y no han pasado ni diecisiete segundos y empieza el festival de las mantas. Tenemos una manta grandísima planeando sobre una estación de limpieza a mi lado, con un montón de peces pequeños que se supone que la están desparazitando. Es una escena increíble y la manta da vueltas en el lugar. Después tenemos un momento selfie y vemos hasta una tortuga, que en el lugar hay tres estaciones de limpieza y fuimos de la primera, a la segunda. Allí teníamos otra manta, pero había un montón de buceadores y la manta no se acercaba. En eso que llega una segunda manta al lugar y la nueva pasa directamente por encima de mí y se puede ver a los otros buceadores que ya se marchaban y estaban más cerca de la superficie mientras que la manta está junto a mí, enorme. Pasado el quinto minuto del vídeo la manta está cerquísima y a mi altura. Este es un momento mágico y hay que vivirlo para entenderlo. No hay muchas cosas tan especiales como una manta que se te acerca y comparte unos momentos contigo. En ese punto mágico acabó este primer vídeo. Ya entre los tiburones y este momento, puedo decir que el viaje a las Maldivas fue un éxito total y todavía nos quedan treinta y siete inmersiones por delante.

  • Vaiana 2 – Moana 2

    15 de diciembre de 2024

    Hace ya unos añitos, tuvimos en los cines Vaiana – Moana, película que a mí me pareció bastante normalita y nada especial, pero después vino la pandemia podemita y truscolana, los panolis se pusieron a verla en sus kelis y se convirtió en un super-hiper-mega éxito y por supuesto, pensaron en hacer otra, solo que ya la estaban haciendo pero como serie, que creían que no daba para más, así que tuvieron que cortar y pegar de nuevo, cambiar ésto y aquello y así llegaron a la película Moana 2 y también se conoce como Vaiana 2 por Europa, por culpa de un champú y una actríz porno italiana, o algo así, aunque puestos a culpar, lo mejor es culpar siempre a truscoluña, que no es nación.

    Una julay insoportable se pira de su pueblo en patera con un puñado de insufribles.

    Resulta que la pava aquella histérica de la primera película, fuma hierbas malísimas y ve a su abuela muerta que le dice que ella va a resolver el problema de la natalidad en el Pacífico o algo así y ella se va de la isla acompañada por un grupo de soplagaitas y se les junta el semidiós de la primera y acaban como en el inframundo o así para luchar contra un dios jinameño y chandalero que les tiene manía y así arrejuntar a todas las tribus ultraperiféricas y que comience el chingado y las orgias en proporciones deleznables, o algo así.

    Una cosa se nota, se ve y se siente. Hicieron una serie, con muchos episodios y después de unos años de curro, la cambiaron a una película y cortando y cortando, esto es como un collage, está todo pegado pero hay unos saltos entre algunas movidas brutales y algunos personajes parecen como que no tienen definición alguna, seguramente porque eso desapareció en los cortes. Las canciones no me parecieron nada interesantes y la trama es más bien simplona. No entiendo como le gusta tanto a la gente, supongo que porque puedes seguir mirando tu teléfono durante la película, echar un vistazo a la pantalla de cuando en cuando y no te pierdes absolutamente nada. El final feliz me pareció algo vergonzoso, se lo podrían haber currado un pelín más.

    Igual para los miembros del Clan de los Orcos si quieren sacar de sus cavernas a sus bestezuelas, pero vamos, nada que quieran o deban ver los sub-intelectuales con GafaPasta.

  • Aquí – Here

    15 de diciembre de 2024

    La verdad que Robert Zemeckis fue un director que tuvo una época gloriosa y después entró en una espiral decadente de la que no termina de salir, es muy original, pero al final, el contenido de sus pelis flaquea y pesa mucho más para los espectadores el contenido que el continente y este es otro ejemplo del tema. Su última película se titula Here y en España se estrenó este mes con el título de Aquí, que muchos creen que hace referencia a esa gran verdad que dice que truscoluña no es nación.

    Una keli está llena de julays que hasta chingan en el mismo cuarto.

    Esto es como un experimento. Tenemos una cámara fija, en el mismísimo lugar, durante miles de años o así, aunque nos centramos más bien en el período en el que se hizo una keli en el lugar y en los diferentes julays que vivieron en la susodicha a lo largo de las décadas del siglo XX (equis-equis) y de este siglo. Como la cámara nunca se mueve, solo vemos un cacho del salón y en los momentos en los que la cámara está en ese espacio/tiempo y lo que sucede en el mismo. Tenemos una familia a principios del siglo pasado en la que el chamo estaba fascinado por la aviación, otra familia que vivieron allí un montón de décadas y una tercer familia de esos que marcan como de color, que pasaron allí unos años o algo así.

    Como experimento, es interesante, pero como no hay una trama bien definida y es un continuo saltar en el tiempo, desde antes que llegaran los europedos a las Américas hasta hoy en día, la cosa es muy voluble y el salto continuo, pa’trás y pa’lante, hace que no podamos encariñarnos con alguno de los protagonistas. Envejecen a los personajes, o los hacen jóvenes, continuamente, y eso no funciona muy bien para mí porque la voz es siempre la misma. Al final, el problema, es la historia, o más bien la falta de la misma. Esto termina siendo una curiosidad cinematográfica sin más.

    Puede provocar muerte súbita o deseos insaciables de prender fuego a la sala del cine a los miembros del Clan de los Orcos. Dudo mucho que sea de interés para los sub-intelectuales con GafaPasta.

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