
Desde hace cosa de un mes se comenzaron a vender en los Países Bajos unos tests rápidos de antígenos para detectar el virus truscolán y podemita (con o sin coleta y seas o no seas marquesa de Garrapagar). El gobierno neerlandés esperaba que se vendieran por menos de diez euros y que se popularizaran, sobre todo para cuando te vas a pasar por el forro de los pelos del culo las reglas, al menos controla antes y reduce la probabilidad de que todo salga muy mal. En las primeras semanas solo estaban en una cadena de tiendas de cosmética nacional y estos las pusieron a ocho leuros y volaban de las estanterías. Mucha gente los compra para asegurarse que no cargan el virus truscolán y podemita con ellos cuando van a visitar a algún familiar y para de alguna manera, no estar con una ansiedad horrenda porque igual vas a matar a alguien. El gobierno estaba contento, la gente los compraba y se supone que hasta los usaba. El golpe en la mesa y el cambio de rumbo lo dio la cadena de supermercados Lidel, ya que la empresa que los fabrica, recibió pedidos también de los supermercados. Los de esta multinacional holandesa, los pusieron en sus tiendas y pusieron un anuncio de una página entera en su folleto publicitario que leemos todos los seres humanos en el país para saber cuales son las ofertas de la semana y las de la semana que viene. En el anuncio, avisaban que se vendían, que podías comprar hasta cuatro por julay y que como ellos valoran la salud de sus clientes más que nada en el mundo, igual que un podemita valora el dinero y la keli ajenas más que nada en el mundo para acapararlo, pues que los ponían a la venta a precio de costo, DOS LEUROS Y OCHENTA Y NUEVE CÉNTIMOS DE LEURO. El terremoto se sintió en todo el país, la empresa que los vendía como una ganga a ocho leuros tuvo que rebajarlos a 3,99 y todos los otros supermercados tuvieron que seguir la sombra de los alemanes y todos ellos salvo por una de las cadenas, los puso al mismo precio, siendo la excepción la cadena que es además la dueña de las tiendas de cosméticos y ellos, en sus supermercados, los venden diez céntimos de leuro más caros, pero también por debajo de los tres leuros. Todo el mundo los ha comprado y los tiene en su casa, por si los necesitas, nunca está de más salir de dudas y verificar las sospechas, sobre todo cuando alguien está con la matraquilla que es un resfriado y quieres zanjar la discusión para siempre. Hoy leía que en España, la mafia en el gobierno todavía está debatiendo si permitir la venta de este tipo de test, pero solo en farmacias y a precios que pueden ir entre diez y cuarenta leuros. Al igual que aquí, los test que se vendan tendrán que ser aprobados por el gobierno, solo que a esos precios, está claro que alguien va a amasar guita a punta pala, seguramente un podemita y con familia mil por mil truscolana. Aquí, mientras tanto, una de las cadenas de supermercados ya vende una caja con veinte paquetes por cincuenta y seis leuros, algo que se está volviendo muy popular en algunas empresas para los que no trabajan desde su casa, que ahora y a esos precios, es factible el pararlos en la puerta por la mañana, hacerles la prueba y al que tenga un resultado dudoso o positivo, mandarlo a su keli y que solicite que le hagan la otra prueba, la PéCéeRre.
Aunque alguno al ver la forma del trasto se puede pensar que esto te lo empetas por el orto, lo maceras bien en el mierdote y después esperas quince minutos a saber el resultado, la realidad es que viene con un palote que te jincas por la nariz, mejor si sacas materia cerebral, lo mezclas con un líquido que viene en una botellita en el paquete, después pones la mezcla en el agujero pequeño y quince minutos más tarde y algunos padrenuestros obtienes el resultado en el otro agujero. Yo tengo dos por-si-acaso y el Turco se ha comprado un paquete con diez porque dice que no se fía ni de las búlgaras que le limpian. A ver si alguien se curra un programilla para el telefonino que te huela los peotes por el puerto para cargar el teléfono y te de el resultado en unos segundos ….