Marrón, gris y crema


No seas truscolán y empieza a leer esto por donde se debe, que no es otro lugar que La buhardilla

Iba a seguir adelante sin pararnos a meditar sobre todo lo anteriormente hecho pero como tengo algunas fotos interesantes de las que escogí una, hoy llegamos al día después de acabar de pintar en el cuarto de la buhardilla. Hasta este momento, el suelo de ese cuarto siempre ha estado cubierto con cartones para protegerlo del trabajo que sucedía sobre el mismo, pero ese día procedimos a limpiar, quitarlos y mover todos los muebles desde el centro de la habitación hacia las paredes, no a sus lugares definitivos sino simplemente a otro lugar. Anteriormente nunca lo había hecho porque muchos de ellos fueron montados en el sitio en el que se usaban o la cercanía, pero en esta ocasión le pusimos bajo las pezuñas de los muebles unas pequeñas pegatinas como de felpudo que a la hora de empujarlos, permite que se muevan mucho más fácilmente sobre la tarima y no la rayan. El suelo, además de colaborar a oscurecer la habitación y sacar los colores de las paredes, descubrió un problema de la instalación de la buhardilla que hay que solucionar y que se ve claramente en la foto:

La habitación ganó físicamente tamaño con la buhardilla, no solo por lo alto, también en el fondo ya que la buhardilla se instaló unos cuarenta centímetros más adelante y en la imagen podemos ver hasta donde llegaba la habitación antes y por consiguiente, la tarima. Este es un problema que no puedo resolver yo solo y que estoy tramitando con la empresa que me hizo la instalación. Mi idea, si no existe el mismo modelo de tarima, es poner una algo más obscura creando seguramente una franja perpendicular. Como justo por el lado al que estamos mirando estará la mesa de escritorio y el ordenador, que cubrirán ese suelo por ahí, particularmente no me molesta si hay esa diferencia de tipos de laminado, aunque repito que aún no está decidido nada porque lo tengo que hablar con la compañía que instaló el suelo en el año 2011 y que siguen funcionando y están cerca de mi casa. Al poner los paneles bajo la buhardilla también nos dimos cuenta que las tuberías de la calefacción hay que moverlas de nuevo, que nuestros cálculos fueron erróneos. Ese trabajo también está pendiente pero no debería tomar más de una hora y en la foto, sobre el suelo, se puede ver la tubería de dos metros de largo que compré para arreglar el problema.

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3 respuestas a “Marrón, gris y crema”

  1. No entiendo como no aprovechaste el cierre bajo la ventana para meter los tubos por detrás y quedasen tapados al menos en ese trozo de pared. Espero que encuentres una tarima si no igual, muy parecida, porque, o haces un cuadrado del mismo color del zócalo que vayas a poner alrededor de toda la habitación, o una «tira» solo en esa pared de otro color va a quedar por lo menos, llamativo.
    Por cierto, tu tarima está impecable, y eso después de la obra, que aún protegida podría haber sufrido, que es, una C4? C5?

  2. Virtuditas, yo no hablo el idioma de las tarimas, así que no sé que es un C4 o un C5. Lo de poner los tubos por detrás, parece fácil pero es un reto tecnológico sin ventajas aparentes, que los tubos van a estar escondidos con una mesa de escritorio que los ocultará.