Perfetti Sconosciuti


Es con películas como la de hoy que me paro a pensar en lo afortunado que soy por hablar las lenguas puras y verdaderas, el español y el italiano y así poder ir al cine en los Países Bajos cada vez que se estrena una película en alguna de ellas. Imagina la mierda de vida que tienes que tener cuando la zorra que te jiñó te obliga a crecer hablando solo el truscolán, ese aborto imperdonable que se merece la pena de muerte instantánea para quienes lo hablan. Regresando a la belleza y la musicalidad del italiano, hace cosa de tres semanas fui a ver Perfetti Sconosciuti, la cual parece que no se estrenará en España porque la están rodando en estos momentos con actores españoles, es decir, vosotros me comeréis el tarro con una película que no es original y que yo he visto desde mucho antes. Aún no está claro si el título será truscoluña no es nación.

Un grupo de julays deciden abrir sus telefoninos al resto y se organiza un pitote que no veas

Tres parejas y un amigo soltero se juntan para cenar. Todo parece ir de perlas, todos son amigos para siempre y blah blah blah y allí nadie tiene nada que ocultar. La más tonta del grupo y posiblemente chupadora de nabos profesional se inventa un juego que consiste en que todos podrán escuchar las conversaciones de los demás o leer sus mensajes durante la cena. Como allí nadie tiene nada que ocultar obviamente es un juego inocente, o eso parecía hasta que la mierda empieza a salir a flote en bidones y allí no hay inocente alguno.

Esta es una comedia con toques agridulces que demuestra que todos vosotros andáis por la calle con unos teléfonos que son armas de destrucción masiva de vuestras vidas. Por suerte yo soy el que puede tirar la primera y la segunda piedra porque jamás se me ha ocurrido hacerme fotos de ciertas partes ni mandar guarrerías sexuales y como en mis contactos hay veintiuna persona y mi teléfono está programado para bloquear llamadas de números desconocidos, a mí que me registren que estoy a salvo. La cosa, en la historia, es que todos se jactan de ser cristalinos y en cada una de las parejas hay un montón de mierda y el soltero (supuestamente con novia) resulta ser casi el más mentiroso de todos. Durante hora y media vivimos las mentiras que van surgiendo y la manera en la que las maquillan u ocultan. Hay momentos en los que te lo pasas bomba por lo explosivo de las situaciones y otras escenas que son tan violentas que casi preferirías no mirar. La historia no tiene más, es un vaivén de mensajes y llamadas y de las mentiras que contáis a diario. Por suerte el director sabía que el tema no daba para más y no se hace pesada, la cortan en el momento oportuno aunque el final es un poco desabrido.

Esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos y supongo que en la versión española tendrán que reducir la edad de los protagonistas a destajo para atraerlos. Sí que es cine para sub-intelectuales con GafaPasta.


Una respuesta a “Perfetti Sconosciuti”

  1. Hablando truscolán únicamente se morirían de asco, lo que les salva es nuestro denostado, por ellos, castellano, que se joden y no tienen mas cojones que estar obligados a hablar o caer en el ostracismo total 🙂
    Salud