Piezotes del mañana mañana


Yo siempre lo tripito. Ajolá y yo fuese culocochista como Virtuditas y me conformara con plantar el poto en el carro y tomarme un cafelito en el aparcamiento del karrefúl con el otro, cada uno en su cochito. Pero no, tengo alergia a esos vehículos y me tengo que buscar otros entretenimientos. Hace ya unos meses, allá por el mes de julio, conté lo de La música de las pelis y lo muchísimo que me gustó e inmediatamente me puse a buscar otros y encontré varios, que tengo encolaos y uno de ellos era en la ciudad de Utrecht, se titulaba Pieces of Tomorrow y supuestamente ponían música de Beethoven, John Williams y Mendelssohn, que son de los grandes grandes y como el segundo es peliculero, compré entradas, yo, la chama que vino conmigo al anterior y esta vez se nos pegó el ladilla del marío que sospecha cuando su hembra va a conciertos musicales conmigo. El evento sucedió el jueves pasado y quedamos en la puerta del TivoliVredenburg, en el que la sala original del complejo, llamada Vredenburg, una sala de conciertos octogonal con capacidad para cinco mil julays, sigue siendo un lugar fantástico para escuchar música con orquesta, que es como una plaza de toros, todo el mundo ve el escenario y la calidad del sonido es apabullante. Las entradas eran muy baratas y era con asientos libres, con lo que estábamos allí cuando abrió para correr al interior y pillar un buen sitio, que lo pillamos.

Como se puede ver en la foto, estábamos prácticamente a distancia olfativa de los peos de los de la orquesta. Nosotros pensábamos que sería un montón de canciones de los tres chamos, pero nos equivocamos totalmente. Resultó que esto son como lecciones de música, con un número limitado de piezas, siete en este caso, viejas y nuevas y con una especie de maestro de ceremonias que habla con el director (directora en este caso) de la orquesta y explican lo que vamos a oír, aprendes de historia de la música y blah blah blah. Fue fabuloso e hicimos un recorrido musical de cerca de novecientos años y para cada canción, la orquesta filarmónica incrementaba o reducía su tamaño. Lo flipamos.

El tema que eligieron de John Williams fue una canción de la banda sonora del clásico de Steven Spielberg La lista de Schindler con un solo de violín.

Para cuando llegamos a John Williams creo que solo nos quedaba una canción y después que terminó el concierto, hubo un bis de eso, pero no un vis a vis de esos otros con chimpún. En esa, la orquesta y hasta el coro, que cantó en alguna canción anterior, estaban en el escenario:

Se trataba, obviamente, del Gloria in excelsis Deo en la versión de Vivaldi, que claro, como mis comentaristas son más de guarretón, esto seguro que no lo han escuchado en su vida. A propósito, ese coro hay que cancelarlo pero que ya mismo que eran todo hembras, no había travelos, machorras o transexuales, que es una vergüenza que no se permita a esas otras mujeres que son más mujeres que las auténticas graznar en el escenario.

Al final la experiencia fue fabulosa y estoy considerando seriamente el acudir a la próxima sesión, en diciembre, que tratará sobre Réquiem, que es algo que seguro que mola.

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2 respuestas a “Piezotes del mañana mañana”

  1. Parece mentira, me he pasado la vida creyendo que la letra era, Gloria in excelsis Cielo, en lugar de Deo …
    salud

  2. Esa música de John W. me sigue poniendo los pelos como escarpias…una obra de arte sonora

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