Esta es la última película que me queda de las que vi en julio antes de ir a Gran Canaria. Aunque esta semana he visto un montón, durante el fin de semana me ha dado la pereza y he optado por comentar solo dos, siendo esta una de ellas. En la ciudad de Utrecht se ha estrenado doblada al neerlandés por ser una película más bien para niños así que esta fue la principal razón para ir a Amsterdam a la filmoteca, ya que la estaban pre-estrenando. Se trata de Pinocchio y en España, y en España, si se estrena, se debería titular Pinocho, aunque hay rumores de que la quieren llamar truscoluña no es nación.

Un julay madero se pasa el día tocandole los mondongos a todo el mundo.

Un carpintero muerto de hambre hace, con un trozo de leño que le da otro carpintero, un muñeco de madera que inmediatamente comienza a moverse, a hablar y a actuar como un niño y para el carpintero es su hijo. El muñeco, al que llamaremos Pinocho, es muy travieso y se pira de la casa para descubrir el mundo y finalmente acaba perdido y viviendo aventura tras aventura, en las que unas veces sale mejor parado que otras. Al final de esa increíble vida, se vuelve a encontrar con el carpintero, que nunca lo ha dejado de buscar.

Si alguno tiene en mente la versión Disney, que se lobotomise el cerebro porque la novela original no se parecía en casi nada con la versión de dibujos animados y esta película se ha basado en ese libro y han tratado de ser fieles al mismo. No tenemos el adorable muñeco sino un puto enano insoportable que está tocando los güevos todo el día y que parece ser incapaz de aprender. La historia además nos lleva por todas sus aventuras y desventuras, en un mundo que a veces es un poco mágico, como de fábula, solo que al no ser animales no la podemos considerar una fábula. El niño Federico Ielapi borda su papel y aunque supuestamente es un muñeco de madera, todos podemos ver que debajo hay un niño que hace una actuación increíble. Su padre está interpretado por Roberto Benigni, que también hace un gran papel pero muy corto. La historia es muy amena, divertida en ocasiones, pedante en otros momentos, pero siempre fascinante. Puede resultar un tanto chocante para los niños porque los hemos acostumbrado a los productos gringos que ya vienen masticados y algo así les puede costar.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto está totalmente fuera de tu órbita y no deberías ni molestarte. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esta es una excelente oportunidad para llevar a tus vástagos al cine.