Predators


En el cine de ciencia ficción, lo de luchar con extraterrestres es algo muy manido y que se repite continuamente. Tenemos grandes batallas mundiales en las que la supervivencia de la especie depende del éxito de algún iluminado que tiene una idea estúpida y después de un discurso grandilocuente y también tenemos cosas más íntimas en las que un pequeño grupo tiene una encerrona con bichos malos malísimos y tiene que sobrevivir. Si retrocedemos en el tiempo hasta el año 1987 descubrimos una película llamada Predator en la que un grupo de comandos en una misión en Sudamérica se topaban con un extraterrestre con una mala uva que no veas y lo pasaban fatal. Después de algunos experimentos con segundas y terceras partes desastrosas, esta misma historia tiene una nueva oportunidad en la película Predators, la cual se estrenará en España a mediados de agosto.

Unos julays más malos que el Tote las pasan canutas cuando unos poligoneros jartos de esnifar alquitrán los persiguen para hacerles pupita anal

Un tipo se despierta mientras cae desde el cielo en un lugar sin identificar y con un paracaídas. Al llegar a tierra descubre que hay otros como él y todos parecen tener en común que son consumados soldados, de diferentes partes del mundo y que han estado en todas las guerras habidas y por haber. Pronto descubren que están en otro planeta y que allí son las presas de una cacería con la que unos extraterrestres se divierten.

Cuando al comenzar la película vi que entre los productores estaba Robert Rodriguez me imaginé que la violencia no sería uno de los grandes problemas de esta historia y ciertamente no lo es. Desde el comienzo queda claro que aquí no se van a poner a tocar el órgano y desearle paz y larga vida a los invasores sino que iremos directamente al grano y combatiremos a muerte por nuestra supervivencia y eso es exactamente lo que nos dan. Después de una introducción bastante interesante de los personajes en la que veremos como comienzan a encajar como equipo para poder sobrevivir pasaremos directamente a eso que todos fuimos a ver, una batalla a muerte con unos asesinos natos que juegan con ventaja porque a ellos no se les ve salvo que así lo deseen. Regresamos al espíritu del primer Predator con una historia sanguinaria y muy simple en la que los hombres han de espabilar si quieren sobrevivir porque el enemigo no les dará tregua alguna. Aquí no hay consideración alguna para los que tienen estómago delicado y la sangre se repartirá con alegría igual que los miembros que se cortan a unos y otros. Esto es violencia y gore en buenas dosis y ahí es donde aciertan con la historia. A mí no me interesa que haya algún tipo de momento romántico y las polladas esas de los héroes que no existen. Yo y los que estábamos en el cine queríamos carnaza y eso es lo que nos dan, con algunas escenas antológicas.

Es una excelente continuación de la primera película y que nos hace olvidar las tres que vinieron tras esa. Una historia de acción para aquellos a los que les gusta el género y no se amilanan con la violencia. Por descontado que no es el tipo de cine al que vas con la piba para ponerte meloso y tratar de camelarla pero si es una de esas películas para una tarde con el resto de la banda de orcos y seguro que os lo pasaréis de leyenda.

07/10


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