Queenpins


Con la escasez tan grande que hay de comedias en el cine actual, cuando aparece una por la cartelera a mí casi no me da tiempo ni de ponerme los gallumbos y salgo por patas para el cine, aunque después, cuando las risas no llegan en la frecuencia que uno espera, me pregunto si el género habrá muerto. El último intento de comedia que vi hace casi dos meses se titula Queenpins y no parece que se vaya a estrenar en España, igual porque el concepto de los cuponcitos como que es algo que no nos pilla ni de lejos. La traducción del título, por si algún distribuidor la quiere, es truscoluña no es nación.

Dos julays marujas montan un pitote que no veas con el cuponcito, pero no el de los ciegos ni el de los tullidos, otro cuponcito y puedo confirmar y confirmo, sin chimpún.

Dos marujas de clase media han hecho un máster y tres doctorados en el uso y abuso de los cupones que en los Estados Unidos de Gringolandia florecen como truscolanes en truscoluña. Un día, las pavas deciden dar un paso más y montan una estafa que no veas usando la misma fábrica mexicana que hace los cupones reales para fabricar más que ellas venden a otras marujas. La estafa rondará los cuarenta millones de dólares o algo así y las dos marujas le darán una lección a todas esas empresas que se piensan que pueden reírse de sus clientes.

Lo malo o lo peor de esta película es que dura casi dos horas y con media hora menos habría sido un clásico porque lo que añadieron, fue relleno puro y duro que no aporta nada. La historia está basada en un hecho real, con lo que hubo una estafa similar. La parte cómica es al comienzo, con dos parejas muy diferentes, por un lado las dos chamas estafadoras y por otro, un picoleto que se junta con un investigador de correos para tratar de probar el fraude. Es con esa segunda pareja con la que más nos reímos porque el de correos ha soñado toda su vida con ser un picoleto de los de verdad y cuando se embarca en la aventura, la caga hasta el fondo continuamente y provoca escenas hilarantes. En la segunda parte de la película todo es más policiaco, con una persecución para capturar a las hembras muy espectacular y definitivamente, casi efectiva, que la poli no está preparada para luchar contra marujas y en su medioambiente natural no saben como desenvolverse.

Tiene sus risas y puede valer para una tarde de cualquier miembro del Clan de los Orcos con su hembra. Sí que no creo que sirva para los sub-intelectuales con GafaPasta.


Una respuesta a “Queenpins”

  1. Ya vi anteriormente una peli con un guion parecido, en la tele, solo recuerdo que era simpática, creo, pero claro, se me olvidó TODO nada mas verla…
    Salud