Ahora que alguien ha descubierto que las pavas van al cine si la cosa parece medio-erótica pero sin enseñar chicha, hay como un boom de estas películas en las que treintañeras o cuarentonas se calientan como burras con un macho más joven. En Holanda también se hacen y así llegó a la cartelera Rendez-Vous, película que seguramente jamás de los jamases saldrá de la frontera del país y que de hacerlo, se titularía truscoluña no es nación

Una julay hereda una keli en Francia y cuando está allí, se da un buen montón de gustos con alegría y cosa buena

Una holandesa hereda una casa estropeadísima en Francia y se muda allí con su macho y dos hijos para restaurarla y hacer una pensión de esas de diseño. El marido se pone manos a la obra y pronto encuentran un contratista que además tiene un empleado que a ella la pone como una burra en celo. Cuando su marido se tiene que ir a Holanda por asuntos personales, la pava se revolcará por todas las obras con su francesito y ayudará a elevar la temperatura de la tierra con tanta calentura. Al final, todo se lía y la cosa acaba muy malamente.

Esta es una película que antes de entrar deberían avisar que solo la pueden ver portadoras de hachazo. Es uno de esos guiones que cualquier ser humano que mee de pie ni entiende ni tolera. La cantidad de estupideces y gilipolleces de la protagonista es épica. Parece desconocer las virtudes de la sección de verduras del supermercado a la hora de encontrar sucedáneos amorosos y en su lugar, se ensaña en joder su vida, su matrimonio y la relación con sus hijos por un chaval que por muy guapo que sea, está confirmado que es mongólico y recibe paga y que encima se obsesiona con ella. No hay un solo momento en la película en el que no te suene a otra historia que has visto hace años porque lo han copiado todo. Aquí la originalidad es tan nula que se transforma en un agujero negro que lo roba todo a su alrededor. El francés Pierre Boulanger no logra actuar en un solo plano, sobra tanto que igual lo podían haber sustituido por un poster de carton y hasta le habría dado más puntos a la película. La tipa con picores en el chichi es Loes Haverkort y si de verdad existiese uno u otro Dios, yo le pediría que la quite de la interpretación y no nos siga castigando. Del resto, nada que reseñar. Actuaciones mediocres, no hay bonitos paisajes que admirar y sabes en cada momento lo que sucederá a continuación.

Esto se lo pones a los miembros del Clan de los Orcos y te rompen las butacas del cine de pura rabia. Tampoco es cine para sub-intelectuales de GafaPasta.