Segundo día en la Bahía de Halong y regreso a Hanoi


El relato comenzó en El salto a Hanoi

Me desperté a las seis de la mañana aunque a las cinco escuché ruidos de los que querían ver la salida del sol desde cubierta. Yo no me molesté porque cualquiera con medio dedo de frente sabe que con tanta isla el sol solo se puede ver cuando ya esté alto y además en esta época del año, siempre hay nubes bajas que chafan tanto el amanecer como el ocaso así que preferí seguir durmiendo. A las seis la luz era preciosa e hice un montón de fotos. Cuando me cansé bajé a dejar mi cámara en el camarote y subí de nuevo a cubierta para la clase de Tai Chi de las seis y media. Nos echamos unas risas haciendo el payaso y a las siete bajamos a tomar un desayuno ligero (o no tan ligero ya que me puse tibio a bollería y zumo de naranja). A las siete y media el chef del barco nos enseñó a preparar rollitos de primavera y doy por sentado que habéis visto el video en mi canal del llutuve en donde además os aviso que he añadido una purriada de vídeos con algunas de las cosillas que he ido viendo durante las vacaciones.

Después nos fuimos en el barco pequeño a dar un nuevo paseo por La bahía de Halong. La gente que tenia el crucero para dos noches en realidad los dejan en una isla cercana con comida y bebida pasando el día y por la tarde cuando regresa el barco se vuelven a juntar con el nuevo grupo. Si lo que buscas es pasar dos noches, yo elegiría otro crucero que se adentre aún más men el lugar, ya que lo de un día de playa allí es algo estúpido.

En nuestro paseo, además del entorno magistral e increíble, teníamos una visita a una granja de pesca, hay siete en la bahía de Halong y en ellas viven unas dos mil personas. El gobierno les facilita la escolarización gratuita para los niños y ahora que las compañías de crucero les compran el pescado y el marisco, esta gente ha salido de la Edad Media. Ahora los están tratando de educarlos para que cuiden el medioambiente ya que a ellos se la suda y tiran toda la mierda al agua, sin darse cuenta que si el entorno da asco, dejaremos de ir allí a verlo.

Las mujeres son las que mayormente trabajan en las granjas de pescado ya que los hombres, y esto ha sido una cantinela repetida continuamente en todos los lugares por los que he pasado, son gandules y borrachos y ellas han de matarse a trabajar para sacar sus familias adelante. La gente del barco compró el pescado y el marisco para el siguiente crucero y después de un rato continuamos el paseo hasta regresar al barco.

Me duché y preparé mi mochila ya que debíamos dejar las habitaciones y subí al restaurante para un brunch brutal en el que de nuevo me puse tibio a comer. Sobre las doce de la mañana llegamos al muelle turístico de Halong y allí nos desembarcaron con toda la tripulación despidiéndose de la misma manera que nos habían recibido. También me despedí de los amigos paraguayos, que según su viaje hacia Laos y yo tomé el micro que me debía llevar de vuelta a Hanoi. En las casi cuatro horas de viaje de regreso hubo otra parada en otro taller con minusválidos y similares.

Al llegar a Hanoi salí a dar un ultimo paseo para ver la catedral por dentro y un edificio que me había saltado y después cené y regresé al hotel para preparar mi equipaje ya que al día siguiente me llevaban al aeropuerto a las cinco de la mañana. El primer segmento de mi viaje por Vietnam acababa aquí.

El relato continúa en Dejando Hanoi

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6 respuestas a “Segundo día en la Bahía de Halong y regreso a Hanoi”

  1. Me alegro mucho que volvieras a poner la dirección de los vídeos, a mi se me había olvidado completamente, pero ahora mismo me la voy a copiar.
    Gracias.
    Pues fíjate, siendo borrachos y gandules se cargaron a la France y a los USA, claro que los meterían en cintura entonces…
    Salud

  2. Genín, el canal en donde están los vídeos que nadie mira y que después me tocan los güevos para que enseñe las fotos que no procesaré hasta el 2016 es ESTE. Añádelo a tus favoritos.

  3. ¡Anda!
    Yo fui al enlace que pusiste que está lleno de vídeos de «lollos de Plimavela»
    Gracias, ya tengo la dirección.
    Salud

  4. Muy chulas las fotos de papeos asiáticos.
    En la parte positiva, las gambas a la plancha, el pincho de calamar, los dulces y más cosas. En parte negativa, unas cosas que llamas Banh Bao que parecen medusas, aguavivas para los canariones.
    En la parte dudosa, la sospecha permanente de que los cursos de manipulador de alimentos no han sido plenamente asimilados por la población local y de que puede haber bacilos y bacterias pululando por el estómago de uno instantes después de ingerir todos esos pescados, mariscos, huevos y verduras poco procesados.
    Quien ha tenido una diarrea fuerte después de comer en un sitio raro, me entiende.
    No obstante, entiendo que parte del placer de la experiencia de viajar es comer lo que comen los nativos, o al menos aquellos nativos que comen.

  5. Rodolfo, el marisco aquí está vivo. Las granjas de langostinos las tienen cerca de las ciudades. Con la carne si tengo más aprensión, sobre todo después de haber caminado por varios mercados. Yo no como en la calle y elijo los restaurantes entre los mejores según Tripadvisor para cada ciudad. Pago más que los mochileros pero por ejemplo hoy me he comido los langostinos más ricos de mi vida, otro plato con fideos y carne, zumo de Lima y café por siete leuros.

  6. El marisco, para mí, es lo más de lo más??de lo más??, y así hasta el infinito. A ésos precios que dices, me quedaría ciega para siempre.